La ampliación y la “rosca canalera”

La opinión del Abogado y Miembro del Molirena…

GUILLERMO  RIOS  VALDES
mitto16@hotmail.com

Estupefactos por decir lo menos, ante la revelación que a través de Wikileaks los EE.UU. “filtra” sobre las aprehensiones de los gobernantes panameños, Ricardo Martinelli y Juan Carlos Varela sobre la suerte de las “licitaciones” y demás “negocios” marginales de la obra de ampliación canalera.

En efecto, las preocupaciones que ambos en su momento hicieron partícipe a la embajadora norteamericana Bárbara Stephenson estaban dirigidas a poner al descubierto que la adjudicación había sido concedida a un consorcio español sin experiencia, manejo, ni capacidad alguna para llevar a cabo tan trascendental proyecto si no fuera, por los intereses ocultos que ya desde la administración Torrijos se habían cocido en conjunto con el “administrador” Alemán Zubieta.

De lo que se trata sufridos panameños es que estamos ante un entramado más de la colisión de intereses y corrupción que desde las altas esferas gubernamentales se venían gestando para la obtención de millonarias ganancias sin importar que está en juego la obra monumental y principal fuente de riquezas del Estado panameño.

No otra es la conclusión que dejan al desnudo las impactantes revelaciones y las no menos descorazonadoras expresiones atribuidas al Vicepresidente Varela y al Primer mandatario.   Se trata de una empresa española sin capital subsidiada por el aval del Estado Español, el mismo que ha estado junto con Grecia, Portugal y otros países de Europa en la mira de las principales y más robustas economías del mundo como uno de los países que pronto podría estar pidiendo “agua por señas” para levantar su moribunda arca fiscal.

Lógico es comprender el interés norteamericano por el incierto destino de las obras de ampliación. Se trata del Canal de Panamá punto importante en el contexto de la geopolítica mundial, obra construida por ellos y que no puede estar en manos de simples mercachifles y salteadores de camino como los que abundan por esta América indo hispana.

¿Qué poderosos intereses se coaligaron para impulsar hasta la adjudicación una empresa que no respira por si misma?   ¿Quiénes maquillaron este “zombie” desfinanciado para ponerlo al frente de tan importante negocio?   El silencio no es el mejor consejero y tanto el Presidente Martinelli como el Canciller Varela deben una explicación sin tapujos ni cortapisas al pueblo panameño.

Por otro lado, el supuesto informe revela las preocupaciones del Presidente Martinelli por el papel del “administrador canalero” y los intereses de la empresa CUSA en el asunto. El tema exige también una respuesta sin ambages por parte del señor Alemán Zubieta y el resto de los miembros de esa “corona real” versión tropical.

Como miembro del Partido Molirena en su momento adversamos y pedimos al pueblo panameño que rechazará en las urnas la posibilidad de la ampliación del Canal. Intuíamos que era demasiado apresurado embarcar al país y al gobierno en semejante aventura económica por parte de la Administración Torrijos.

El pueblo panameño cauto y receloso, sobre todo cuando le pintan preciosos el oro y el morro, se abstuvo en un 60% en acudir a las urnas para avalar el Proyecto, ese fue su verdadero mandato.

Nos opusimos al proyecto preocupados por la danza de préstamos millonarios o en su defecto por la utilización de los fondos del Canal para invertirlos en esa actividad, conocedores que la probidad y transparencia no es la principal virtud que nos adorna.

No basta la tibia reacción de los pro cónsules de la ACP, se trata de los dineros de la principal fuente de riqueza del país jalonada con la sangre de generaciones de panameños y que no se puede contentar con explicaciones baladíes del nuevo “Gold Roll” enquistado en el edificio de la Administración del Canal. Queremos explicaciones.

Por delicado, el asunto exige pronunciamientos inmediatos de todas las fuerzas políticas y sociales panameñas, el tema del Canal de Panamá concita con mucho fervor a los nacidos en esta tierra al estar en juego es el futuro de la Nación y del Estado, respuestas a múltiples interrogantes es lo indicado.

A 47 años del martirologio de la juventud y pueblo de Panamá, aquel 9 de enero de 1964. ¿Tendrá algún significado para los mandamases del Gobierno y de la ACP?

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Artículo publicado el  26  de diciembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Sin control previo, ni control político

La opinión del Abogado y miembro del Partido Molirena...

Guillermo Ríos Valdés 

No nos referiremos únicamente a la discusión desatada por el tema de la supervisión a que deben estar sometidos los dineros del Estado panameño cuando son utilizados por los funcionarios públicos desde el más elevado hasta el más bajo de los niveles del engranaje gubernamental.

Nos preocupa la contradicción entre promesas de campaña, obras y la falta de un Plan de Gobierno que en el jolgorio patrio de noviembre, pareciera se improvisa en la tamborera de llegada a cualquier ciudad o modesto pueblo. La reciente lección de Bocas del Toro pareciera no ser asimilada adecuadamente a estas alturas de la gestión gubernamental y un sinnúmero de promesas y compromisos surgen sin sustento económico propiciando más incredulidad que seguridad en la población de que los mismos se cumplan.

Trece mil millones de presupuesto para el 2011, Mil millones para Colón, Mil seiscientos millones para el metro, una Torre Financiera o de Babel de 300 metros de altura y a un costo de doscientos millones de dólares según sea el caso, son entre otras las “modestas” propuestas gubernamentales que parecieran no compadecerse con las tribulaciones presupuestarias y la deuda externa, que será impagable, para a duras penas cumplir con los B/50.00 prometidos a los jubilados y que se parcelan en su entrega hasta el año 2013, pasando por quitarle el subsidio electoral a los Partidos Políticos.

Sin el “optimismo rampante” al que ya no hemos referido y que procura llevar a los panameños a la “cima del cielo”, los panameños reclaman pleno empleo, educación, seguridad social y ciudadana más que escalar a “ratings” alejados de su cruda y desesperada realidad social.   De lo que se trata es que cumplamos con humildad, modestia y metas alcanzables los primeros 25 años de vida democrática del siglo 21.

El panameño humilde y de a pie ve pasar ante sus ojos el desfile de cifras millonarias sin poder comprender como no le llegan más que en el papel periódico que se anuncian, chocando con su angustiosa realidad y generando el morbo que resulta paradójico al “slogan” de campaña que dice “entran limpios y salen millonarios” ¿y cómo saldrán ahora?

La adenda presidencial no es congruente con la realidad nacional y menos con la velocidad de las promesas lo que podría degenerar en nuevos callejones sin salida al ya conocido bolsón de aspiraciones postergadas de los panameños.

Llamo la atención a la necesidad de que los Partidos Políticos que dicen integrar la Alianza de Gobierno, asuman con responsabilidad el replantearse un programa mínimo de acción gubernamental sin comprometer la delicada situación de nuestra economía doméstica subsidiada, dependiente y susceptible de espasmos depresivos al menor resfrío del contexto norteamericano y regional.

El país exige menos candilejas y más responsabilidad. El “gobierno del cambio” no puede empeñar el futuro de las próximas generaciones con proyectos que no garanticen empleo masivo y duradero sobre todo a las capas medias y populares cada día más castigadas por la exacción fiscal que como un “karma” han ensayado todos los gobiernos democráticos de 1990 a la fecha para hacer posible medianamente sus “obras de gobierno”.

El país requiere un mayor control previo, pero de las emociones, los humores y las improvisaciones, requiere de los Partidos de la Alianza de Gobierno, el asumir con la responsabilidad que les compete su espacio real en la conducción de la política general del gobierno, con propuestas cónsonas con la realidad social del país, que cristalicen en mejores condiciones de vida para todos los panameños, que los liberen de la desesperanza y la marginación, necesitamos Partidos que no se agoten simplemente en la formalidad de una alianza electoral si no que expresen criterios para el debate y no ser simplemente peones de turno y uso al mejor postor. Control político es lo indicado.

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<>Artículo publicado el  28  de noviembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.
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La Caja de Seguro Social y el Cambio

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La opinión del Abogado y Miembro del Molirena…

Guillermo Ríos Valdés

mitto16@hotmail.com

Los medios de comunicación social recogieron en días pasados declaraciones atribuidas al actual Director de la Caja del Seguro Social Guillermo Sáez-Llorens, la misma habría pasado desapercibida en medio del torrente rutinario de afirmaciones que indistintamente conceden funcionarios públicos de éste o gobiernos anteriores si no fuera por su categórica afirmación que “él había sido nombrado para llevar adelante un cambio en esta Institución”, considerada por una gran mayoría de los panameños como el tema nacional más álgido que preocupa al país después de la cuestión canalera.

Creada incluso antes de la aprobación del Proyecto de Ley Mexicano de Seguridad Social y de la cual la Administración del Dr. Arnulfo Arias Madrid en 1941 había tomado su ejemplo, la institución y sus creadores no imaginaban el azaroso destino que distintas administraciones de la época republicana y dictatorial tenían para ella y en particular con sus fondos en detrimento de sus miles de asegurados. El Presidente Martinelli y el propio Director Sáez-Llorens han prometido resolver el caos de la Institución.

El primer cambio que la Caja de Seguro Social exige es liberarse del sometimiento al Gobierno Central, el cual la ha convertido en su Caja Menuda para todo tipo de tropelías con sus fondos y en contra de los asegurados y jubilados.   En casi siete décadas de “funcionamiento administrativo-legal” la institución ha sido objeto de los robos y desfalcos más descarados gracias a los fuertes intereses políticos y personales de los gobiernos que se han sucedido, escapando del castigo de la Ley los beneficiarios directos e indirectos de los mismos.

Robos y desfalcos que contaron, porque no señalarlo, con la aquiescencia y complicidad de los “Directores y Juntas Directivas” de la institución, beneficiarios de su porción del “reparto”.   Y allí han estado representados los empresarios, los trabajadores, los gremios y los jubilados y nunca se les ha visto denunciar estos crímenes contra los dineros de los pensionados, jubilados y asegurados.

Muchos de estos personajes se pasean sin vergüenza alguna con sus fortunas mal habidas y no han faltado quienes en los gobiernos “democráticos” los hayan seguido “distinguiendo” con puestos diplomáticos y asesorías, confirmando lo dicho en 1855 por el Dr. Justo Arosemena: “este es el país de las anomalías”.

Urgen señor Director Sáez-Llorens, reformas legales y reglamentarias que le devuelvan verdadera autonomía a la Caja para impedir que préstamos, inversiones, contratos, compras en general y medicamentos (buenos y no reciclados), estén liberados del brazo nefasto y corruptor de las alturas del Poder Público.

En 1999 según cifras de la Contraloría habían 14 mil empleados y a la fecha son 26,000, prueba fehaciente del feudo politiquero a la que ha sido convertida, ejército burocrático pobremente capacitado y amparado por una maraña de artilugios legalistas para proteger su baja disciplina laboral. Paradójicamente, de tal cantidad de funcionarios, los menos son precisamente, médicos, enfermeras, farmaceutas y demás profesionales de la salud, cónsonos con la misión de la institución.

Urge una carrera administrativa que evalué el recurso humano de la institución propiciando una reestructuración de puestos permitiendo la transferencia de personal a otras instituciones del Estado, garantizándoles una estabilidad legal y efectiva, reduciendo la elefantiásica planilla y permitiendo la contratación del personal de salud necesario.

El aumento de cuotas y edad de jubilación ha sido la solución politiquera para “esquivar el bulto” del desfinanciamiento de reservas sin que nadie quiera asumir el costo político que significa afrontar este problema estructural y vital para la Caja.

Señor Director Sáez-Llorens, tómele la palabra al Presidente Martinelli, el problema se resuelve en gran medida asumiendo el Gobierno Central el pago de las jubilaciones de sus empleados, esto sería por etapas, y el sector privado a través de instituciones Privadas de Jubilación (ya existen) bajo supervisión de la Superintendencia de Seguros y Reaseguros de Panamá.

Este el inicio de un verdadero cambio que salvará la Seguridad Social del país, de lo contrario, su administración será más de lo mismo, un compendio de promesas, funcionarios traídos de la empresa privada bien pagado con frases vanas, sueltas y falsas.

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<>Artículo publicado el  7  de noviembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.
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Lamentable decisión de Sergio González Ruiz en contra del MOLIRENA

La opinión del Abogado y Miembro del Partido Molirena…

Guillermo Ríos Valdés

Transcurridas horas y días después del acto del domingo tres de octubre de 2010 cuando el Partido MOLIRENA le dijo al país que no renunciará jamás a su condición de colectivo político ganada por derecho propio y que reuniera a más de trescientas personas confundidas entre militantes, convencionales, simpatizantes y miembros del Partido, quienes a coro expresaron su firme oposición a fusionar el Partido ni con Cambio Democrático ni con ningún otro Partido, el señor Sergio Gonzalez Ruiz, conocida su repulsa a la inteligencia y aprovechando la condición, desdichada por cierto, de poseer la representación legal del Partido, relevó de su posición de Representante del Partido ante la Comisión Nacional de Reformas electorales, al licdo. Jorge Rubén Rosas, fundador, ex ministro de Estado, Diputado desde los años 60 y miembro distinguido del MOLIRENA. La exclusión del Licdo. Rosas de la Comisión, además de un duro revés para sus miembros y para el país, retrata de cuerpo entero al “Presidente” MOLIRENA, cuya característica peculiar es la de retar todas las advertencias del sentido común. Su acción vulgar retrata la soledad que lo consume, la pobreza de espíritu y su típica inmoralidad. Atormentado por la actividad entusiasta, democrática, amplia y festiva de los Molirenas de todo el país, que se dieron cita en el evento, y desconcertado por el golpe político que le obligó a salir de la catacumba y que muy pronto también le aplicará una terapia de espejo, de choque con la realidad que lo terminará liquidando. 

En los estertores finales de su penoso periodo, el “presidente molirena” intenta arrebatarle al país y a la inteligencia uno de sus más valiosos exponentes, vano intento, no ha podido comprender todavía que el Partido, el verdadero Molirena se cansó de estar escondido debajo de la alfombra, de ser plato de segunda y tercera mesa, el señor González Ruiz, volvió a activar el descontento y la rebeldía típica de los Molirenas demostrada ya con creces a lo largo y ancho del país. Al “presidente” Molirena se le agota el tiempo, sus miedos a enfrentar la realidad política del Partido en que no creyó y que hoy le está demostrando que no podrá seguir el experto simulador que es, lo llevarán mas temprano que tarde a entender por las condiciones que sean, que no puede seguir al frente de la representación política del Partido y que no podrá seguir engañando a más personas…. Y al Presidente Martinelli.

Sergio González Ruiz se arroga funciones que no tiene, ha nombrado una espuria “comisión” para adelantar “conversaciones” sobre la “fusión”, ha destituido y nombrado sin tomar en cuenta las funciones y obligaciones de la junta directiva y el CEN, entes que deben actuar orgánica y colectivamente, todas sus actuaciones son arbitrarias e ilegales,

A don Jorge Rubén Rosas, la solidaridad inconmensurable de los MOLIRENAS y de toda la clase pensante del país.   Estaría demás hablar de su extraordinaria trayectoria política a favor del país.

La lucha por el rescate del Partido frente a los despropósitos de quien simula representarnos es la tarea inmediata y la cumpliremos con rapidez y eficacia, no habrá mejor desagravio frente al capricho y la terquedad.    Este Partido ha sido la conjunción de esfuerzos liberales y democráticos, no resiste ni acepta un comisario más.   Por ello reitero el llamado a todos los miembros del MOLIRENA a redoblar esfuerzos, a continuar comunicándonos, a multiplicar las tareas que pronto harán realidad contar con el Partido rebelde, pero firme, generoso y leal como siempre hemos sido.

Por ello reiteramos desde esta columna el compromiso de todos los MOLIRENAS por rescatar la presidencia de nuestro Partido de quien indignamente lo intenta seguir presidiendo en base al chantaje, la intimidación  y el engaño.

Llegó el momento de poner los puntos sobre las íes, el Partido ya habló y demostró su pujanza para poner punto final a tanta ignominia, los miembros de la Comisión Política, el Directorio Nacional y los Convencionales Molirenas el llamado sincero y entusiasta para alcanzar con firmeza y arrojo las metas planteadas.

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<> Este artículo se publicó el 21  de octubre de 2010  en el diario El Panamá América, a quienes damos,  lo mismo que a la autora, todo el crédito que les corresponde.
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Los partidos políticos y las lecciones de Bocas del Toro

La opinión del Abogado y miembro del Partido Molirena…

Guillermo Ríos Valdés

El título de este artículo lo puede encabezar el nombre de cualquiera partido de la alianza de Gobierno, para los efectos de la jornada cruenta que el país acaba de atravesar ni quita ni pone,   solo sirve para dejar al descubierto la casi nula, por no decirlo en su totalidad,   la influencia, participación o injerencia que los Partidos que apoyan al gobierno del Presidente Martinelli, ejercen al momento de la toma de decisiones cruciales para los efectos de la gestión gubernamental.

Lo sucedido en la provincia de Bocas del Toro, deja un amargo sinsabor, sobre todo porque no era difícil prever lo que sucedería. Ciertamente que el Gobierno ha caminado con mucha suerte y efectos mediáticos, pero no siempre ese sería el rumbo de su actuación.

¿Qué falló al proponer el tema de la llamada Ley Chorizo? ¿Su propuesta, como su ejecución fue consensuado entre los Partidos de la Alianza o por el contrario, fue un disparate de quienes no pensaron en las consecuencias inmediatas de su actuar imprudente? ¿Prepotencia en la acción gubernamental o juego de políticos novatos?

¿Nadie, dentro de la alianza pudo llamar a la reflexión y serenidad, horas antes de que se desencadenara tan irracional represión?

La Propuesta del Gobierno por el Cambio no puede orientarse desde una perspectiva de confrontación ni línea dura, porque eso no fue lo que escogió el pueblo panameño en mayo del año pasado. La represión no puede ser la solución política para imponer decisiones de Gobierno. Era fácilmente perceptible para la población el afán de imponer a la carrera la cuestionada ley, hoy el error lo pagamos caro.

¿En qué fallamos? No es posible a estas alturas ni un solo comunicado ni un llamado a la reflexión por parte de los Partidos de la Alianza. El Partido Panameñista, Cambio Democrático, Unión Patriótica, Molirena y los famosos Independientes, deben realizar las valoraciones correspondientes de esta coyuntura política.

Es necesario que los Partidos que apoyan la alianza de gobierno actúen con criterios propios de independencia y consulta, estamos seguros que un llamado de atención a tiempo le hubiese ahorrado el país estas horas de sangre, luto y dolor;   los Partidos Políticos tenemos una responsabilidad insoslayable al momento de la toma de decisiones sobre los asuntos de Estado, no se puede dejar en ese esfuerzo solamente al señor Presidente de la República, para eso se es aliado, para orientar, para participar para impulsar políticas de consenso en favor del país.

Es tarea urgente de los Partidos, asumir su responsabilidad en las labores de gobierno, el Presidente de la República lo necesita, lo requiere, la tarea de Gobierno no es responsabilidad exclusiva del primer mandatario de la Nación, necesita del apoyo de todos en esta labor tan delicada. Ahora más que nunca se debe actuar unidos pero con la serenidad y criterios necesarios para llamar la atención sobre las decisiones a adoptar.

¿Qué pasos se adoptarán cuando se cumplan los noventa días de la consulta sobre la Ley 30? ¿Qué aconsejarán los Partidos de la Alianza al Ejecutivo sobre los asuntos mineros de Cerro Quema en Tonosí, Río Cobre en Veraguas, Cerro Colorado en Chiriquí y tantos otros temas nacionales que están en lista de espera?

Urgimos a los Partidos de la Alianza a apoyar con sus propuestas y consejos la gestión de gobierno; cada decisión nos afecta a todos, solo la consulta inteligente nos hará alcanzar las metas de cambio. Tropezar con la misma piedra es imperdonable. El Gobierno está compuesto por una Alianza Política y no por unos cuantos, todos deben participar en las decisiones. No entender esta ecuación es camino al desastre político y de allí al desastre del Gobierno de Martinelli, de Juan Carlos Varela y sus partidos aliados.

<>Este artículo se publicó el  2  de agosto de 2010 en el diario  El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

¿Tropas de choque?

La opinión del Abogado y miembro del Partido Molirena….

Guillermo Ríos Valdés

Bocas del Toro en noviembre de 1960 y Puerto Armuelles en 1962 y 1964, fueron escenarios de jornadas protestatarias de los trabajadores bananeros durante la Administración del Presidente Roberto Francisco Chiari; eran también los tiempos de la Patria boba y pecadora, sin embargo, el mandatario, rodeado de un gabinete político experimentado en las lides de la lucha social, supo conjurar con buen manejo los conflictos que grupos trabajadores, estudiantiles e indígenas de la época, abanderaban como propósitos legítimos de su naturaleza y accionar diario.
Todos los brotes de violencia social y política que vulneraron no solo derechos, sino también vidas humanas, merecieron la más enérgica censura de las sociedades panameñas de la época.
Los escarnios públicos que a sus adversarios políticos, propinaban los “Pie de Guerra” liberales, “Los Leones del Sótano” de los remonistas y demás grupos seudos y paramilitares de los años 50 y 60, reflejaban la brutal intolerancia e impunidad que caracterizaba, sobre todo en períodos electorales, a estos grupos reclutados dentro del elemento lumpen y al servicio del pandillerismo político.
El período que se inaugura con el golpe militar de 1968, hizo revivir, con el “GRAPO” que ataca las instalaciones del diario La Prensa, el F-8, vinculado al secuestro del Dr. Mauro Zuñiga y secuestro y asesinato del Dr. Hugo Spadafora; a los Codepadi y Batallones de la Dignidad de la narcodictadura militar y en los estertores de tan indigna página de la historia panameña, a los mismos soldados y policías de las extintas FFDD, utilizados para el atropello colectivo de vidas, honra y bienes de la población en general; desmanes que liquidaron la frágil democracia republicana del siglo pasado y el lamentable ciclo militar, cancelado con la invasión norteamericana.

¿Qué propósitos se albergan tras los lamentables incidentes ocurridos el pasado jueves 19 de agosto en las inmediaciones de la Defensoría del Pueblo?

¿Quién dentro del Gobierno del Cambio, incitó a utilizar a humildes panameños a hacer el triste papel de “Tropas de Choque” en una redición burda del pandillerismo político que hemos censurado?

¿Quién le pretende hacer creer al país y al Presidente que utilizando al humilde ciudadano Valentín Palacio se van a borrar las tristes escenas de muertos, heridos y detenidos ocurridos en Bocas?

¿Cómo es posible que nadie dentro de los Partidos Políticos de la Alianza por el Cambio advierta al Presidente y al Ejecutivo que lo realizado peca en todo el sentido de la palabra de torpeza política?

Ya el Presidente Martinelli asumió la responsabilidad y pidió perdón al país por los luctuosos acontecimientos ocurridos en Bocas del Toro en el mes de julio pasado.

Es lamentable que se de semejante traspié luego de lo mal parado que salió el gobierno con el pésimo manejo que se le dio a lo sucedido en Bocas del Toro. Urge rectificar los pasos dados en esta dirección, el país tiene suficientes ejemplos de matonería política en el pasado y precisamente por no haber incurrido en esos errores que tanto detestamos, la sociedad panameña confío en la alianza política que hoy es Gobierno para dirigir los destinos de la República.

Precisamente el pasado mes de agosto felicitábamos a los hombres y mujeres del MOLIRENA al recordar 28 años de existencia labrados en una acendrada conducta democrática y respetuosa de las libertades ciudadanas, esa conducta rectilínea debe seguir siendo la guía de todas nuestras actuaciones dentro y fuera de la gestión gubernamental, solo así se hace y se construye democracia. Urge que los Órganos de Consulta y Decisión del Partido reunidos por derecho propio, hagan las evaluaciones correspondientes a falta de una Presidencia ahogada en su propia insignificancia y solo dispuesta a canjear la primogenitura del Partido por un plato de lentejas.

Tanto el Partido MOLIRENA, como el resto de los Partidos que integran la Alianza de Gobierno no pueden bajo ningún concepto permitirse cometer los errores que tanto criticamos al Partido PRD en su reciente pasado.   Solo las armas de la civilidad nos hacen fuertes.

MOLIRENAS………jugando a tropa de choque? Ese no puede ser nuestro destino.

mitto16@hotmail.com

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Artículo publicado el 2  de septiembre de 2010 en el Diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor,   todo el crédito  que les corresponde.

El problema Molirena: ¿Fusionados… para terminar fusilados?

La opinión del Abogado y Miembro del Partido Molirena…..

Guillermo Ríos Valdés

El presidente del Partido, Sergio González Ruíz, en declaraciones dadas a un medio informativo expresó que “…Una comisión de nuestro partido analiza la fusión y preparará un borrador, para entonces retomar las conversaciones con Cambio Democrático….”

¿Será que el Presidente se refiere a la comisión usurpadora que designó en días pasados, pasando por encima de los órganos de consulta del Partido? ¿Qué “conversaciones” piensa retomar si con la Junta Directiva, el Comité Ejecutivo Nacional, la Comisión Política, el Directorio Nacional y mucho menos con la Convención Nacional, es decir, con el Partido Molirena no ha mostrado interés alguno en conversar sobre la “fusión”?

¿Qué “borrador” preparará la Comisión espuria que “designó”? ¿Las conversaciones a que se refiere por qué no son primero con los miembros del Partido Molirena para explicarnos en que aventura nos pretende embarcar, si nunca ha consultado al colectivo sobre este tema?

Los estatutos del Partido Molirena son muy claros en las funciones específicas de cada uno de sus órganos de decisión y consulta y las mismas deben darse con cierta periodicidad, por ejemplo, La Comisión Política debe reunirse una vez cada cuatro meses, a partir de la toma de posesión del Presidente del Partido, sin embargo, no ha tenido después de las elecciones de mayo de 2009 y en lo que va del presente año una sola reunión.

El CEN del Partido debe reunirse mensualmente, sin embargo vegeta en el letargo al que lo ha sumido la Presidencia de Sergio González Ruíz sin visos siquiera de ser convocado para informarle de su posible liquidación forzada.

El Directorio Nacional duerme también el sueño de los justos y es que el Presidente del Partido no convoca a nadie ni siquiera para pronunciarse sobre la labor que realiza el Gobierno Nacional y nos daremos cuenta que culmina el primer año de gobierno con sus altas y bajas, lo más seguro que sin un pronunciamiento elemental de una Presidencia que ha llevado al Partido a ser un mero espectador no solo dentro de la alianza de gobierno, sino también de la vida política nacional.

La ley electoral panameña señala claramente que los Partidos Políticos están obligados a realizar prácticas democráticas con participación de sus miembros y organismos internos, señala igualmente que los estatutos deben cumplirse fielmente y que los mismos tienen fuerza de ley (arts. 39, 40, 86, 90, 94, 116, etc.). De que “fusión” estamos hablando cuando ni siquiera los problemas elementales de la alianza de Gobierno y mucho menos del país son objeto de consulta en la “apretada” agenda del Presidente del Partido.

Cómo se puede hablar de “retomar” conversaciones cuando ni siquiera conversa a lo interno del colectivo y menos cuando la gran mayoría de los miembros del Partido no han sido recompensados por su entusiasta participación y militancia de estos últimos años sobre todo en la campaña electoral que llevó al triunfo a la alianza por el Cambio.

Cómo se explica que la mayoría de los miembros del Molirena que laboran en la Lotería Nacional de Beneficencia (premio de consolación y menos que a medias, y el IDAAN, para su primo) no hayan podido cobrar una sola quincena en casi seis meses de labores en esa Institución del Estado, obra y creación del Dr. Belisario Porras en sus primeras administraciones, y que al reclamo legítimo de su derecho sean sometidos a un desplante desvergonzado por parte de la ignota regencia de esa querida institución istmeña.

Sin fusión los hombres y mujeres del Molirena siguen pasando tales penurias; situación que no ocurre con la mayoría de los miembros del Partido Cambio Democrático que al mismo tiempo fueron nombrados y hace meses cobran regularmente por el empleo realizado.

¿Por qué los miembros del Molirena son considerados “manzanillos” y no amigos dentro de la alianza gubernamental? ¿A esta fusión pretende llevarnos el “Presidente” del colectivo?.

Hago un llamado sincero a los miembros del gallo “colorao”, ha llegado el momento de convocar por derecho propio a las instancias representativas del Partido para que nos pronunciemos enérgicamente y pongamos un alto a la consumación del atentado que pretende realizar el señor Sergio González Ruíz que no se percata todavía, cuando llega la hora de retirarse y ceder el puesto a quienes desean ayudar a la obra del Gobierno del Cambio desde un Partido fuerte, combativo y vigoroso ya probado. Reiteramos que tal fusión debilita al Gobierno del Presidente Martinelli y al sistema de representación política del país por lo tanto es un deber impedirla a toda costa. ¿Molirenas…fusionados para ser fusilados?. Esa es la disyuntiva.

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Este artículo se publicó el  24  de junio de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

¿Qué nos espera en la fusión con el CD?

La opinión del Abogado y miembro del Molirena…..

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Guillermo Ríos Valdes

No es otra la interrogante que se me viene a la mente luego de escuchar a través de los medios noticiosos la petición que hiciera un grupo de miembros, militantes y simpatizantes de Cambio Democrático a la dirigencia de ese partido reclamando legítimamente que el partido a casi un año de gobierno, no había dado puestos de trabajo a una gran cantidad de los mismos.

Quede aún más perplejo cuando escuché la respuesta que a nombre de la dirigencia del colectivo, les daba la Ministra Alma Cortés al afirmar que el partido hacia esfuerzos por conseguirles empleo en la empresa privada.   Pensé en los miles de militantes de ese colectivo, que sumados a los miles de nuevos miembros del Partido Unión Patriótica y a los más de 50 mil molirenas que el “Presidente” del Partido Sergio González Ruíz, pretende llevar a una fusión inexplicable y menos comprendida, por lo menos para nuestro Partido, les espera.

Limitadas como están las posibilidades de empleo en las planillas estatales y los agobiantes problemas típicos de la gestión gubernamental ¿porqué insiste Sergio González Ruíz en ser irresponsable con los miembros del colectivo? ¿Qué propósitos inconfesables se escudan tras semejante aventura liquidacionista en contra del Molirena?

Hemos sido categóricos en afirmar que tal fusión perjudica al Gobierno del Presidente Martinelli al limitarse la diversidad partidaria, situación que no le conviene ni a este ni a ningún Gobierno porque solo el respeto y la pluralidad partidaria hace grande la democracia.

Es responsabilidad de los partidos el cotidiano debate de las ideas aún cuando sean contrarias a nuestro sentir y opinión pero ahí radica la esencia democrática de los mismos, por ello apelamos a la vigencia real y formal de nuestro colectivo, el Molirena no puede seguir en el quietismo alarmante al que lo ha sometido una Presidencia que cada día se irrespeta más.

¿A qué partido aspiramos los Molirenas? ¿Al que tenemos actualmente? ¿Coartadas las libertades, inmovilizadas las inteligencias, cercenado el derecho a disentir? ¿Quieren los molirenas un partido de empleados públicos venidos a menos? Esa es la fusión falaz que propone el actual “presidente”?

Bajo ningún concepto el Molirena puede seguir siendo un partido degradado y nulo como lo está conduciendo su presidente, ¿Con que fusión pretende el Lic. Sergio González Ruíz confundir al Partido y al Presidente Martinelli?

El Molirena es mayoritariamente un partido integrado por personas de mediano juicio y sentido común, sus militantes, simpatizantes y convencionales no permitirán jamás que la pretextada “fusión”, idea descabellada de Sergio González Ruíz, de paso al desarrollo de una estrategia de interés personalísimo y con el evidente de anular toda una trayectoria de lucha histórica, credencial sin mácula de los molirenas del país.

Los hombres y mujeres del Molirena sabemos que a nadie se le ha convocado para explicarle en qué consiste la tal fusión, todos los molirenas venimos exigiendo que los organismos representativos del Partido se reúnan para discutir sobre los problemas internos y del país, sabemos que el Partido es mudo frente a los asuntos de Estado que exigen pronunciamientos enérgicos y decididos a favor de la obra de Gobierno.

El Partido desea saber a cuántos miembros de esos 50 mil inscritos ha consultado el Lic. Sergio González Ruíz sobre “su” fusión luego de pasadas las elecciones y ha llevado un mensaje de fraternidad y unidad partidaria? Cuántos molirenas conocen de algún documento central de discusión sobre este tema?

La mayoría de los molirenas todavía no hemos perdido contacto con la realidad, sabemos que los problemas de Estado son complejos, que solo en la unidad de la alianza de gobierno, con autonomía y respeto haremos posible llevar soluciones a los problemas postergados del pueblo panameño, así se trabaja a favor de la alianza y del Gobierno del Cambio, ese es nuestro compromiso y de esa manera debemos enfocar nuestras acciones.

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Este artículo se publicó el  30  de mayo de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

El dilema MOLIRENA

La opinión del Abogado y miembro del MOLIRENA…

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Guillermo Ríos Valdés

Después de seis campañas electorales el Partido del Gallo enfrenta una encrucijada desdorosa para su propia existencia.   Sin culminar todavía el primer año del Gobierno de Ricardo Martinelli y la “alianza” de Partidos que lo acompaña,  la condición del Molirena da pesar.

Los pasos dados por la actual presidencia en la ruta al “triunfo” de la alianza victoriosa, lejos de fortalecer la identidad electoral de un partido que hace tiempo alcanzó ciudadanía política, comenzó a desdibujarse, llegando prácticamente a la condición de “desconocido” en medio de la alianza gubernamental y por último de “paria” político, nueva nomenclatura en la extraña fauna electoral panameña.

¿A quién culpar de tan grave situación? ¿A los partidos que integraron la alianza?, ¿Al Presidente Martinelli? ¿O al poco interés demostrado para empujar la nave del Partido a puerto y derroteros seguros?

La situación es grave, pero no imposible de revertir y ello requiere de esfuerzo mancomunado de verdaderos dirigentes que logren empinarse sobre intereses realeros para llevar adelante las tarea de reorganización rectificadoras del desastre actual.

¿Cuánto vale políticamente el Molirena que ha sido incapaz en 10 meses de transcurrida la gestión de gobierno, de pronunciarse siquiera sobre algún tema de interés?   ¿Qué capacidad tiene el partido para solicitar espacios políticos en el evento fusionista si no posee fuerza política alguna?

Con una Presidencia reducida a comensal de ínfima categoría a cuanto sancocho sea invitado o no, que nos espera?   Sin fusión estamos desvalorizados y fusionados valemos menos, esa es la encrucijada Molirena. Frente a tan lamentable escenario urgen correctivos que enrumben el Partido a mejores derroteros. Es necesario que la actual Presidencia, CEN, Comisión Política, Directorios Provinciales, etc., toda subsumida en la persona de Sergio González Ruíz, comprenda que sus intereses personales, subalternos y dirección deslegitimada no puede seguir usurpando las directrices partidarias, que es necesario un cambio en el timón político del Partido Molirena para que no siga sin rumbo ni norte fijo; que el Partido es más que la hacienda familiar, que los amigos de política son transitorios y que el Partido, sus militantes y su historia jalonada a sacrificios están por encima de éstos.

Es necesario también que los dirigentes provinciales, los convencionales y los militantes tengan claro que es necesario organizarse para impulsar desde todas las provincias el movimiento rectificador para asumir la conducción política del Partido Molirena en las circunstancias que se presenten, que su militancia, su arrojo y desprendimiento por el fortalecimiento del Partido no se mide ni vale, talegas de salario mínimo, ni instituciones de corregimiento.

El Molirena es mucho más de lo que lo ha reducido la actual “Presidencia” desmoralizadora. Los Molirenas tenemos la palabra y asumamos la acción. El país, la democracia participativa y el Gobierno del Presidente Martinelli, necesitan a este partido histórico, para que con su experiencia, afiancemos un programa que resuelva los problemas populares que prometimos en la campaña electoral y contribuyamos con la unidad de gobierno, pero con la diversidad democrática que el país requiere y necesita.

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Este artículo se publicó el  6  de mayo de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

¿Quiere el Molirena una fusión partidaria o una discusión democrática a lo interno del colectivo?

La opinión del Abogado y miembro del Partido Molirena…..

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Guillermo Ríos Valdés

Transcurridos once meses del triunfo del Presidente Ricardo Martinelli Berrocal, los organismos de consulta y decisión del Partido Molirena siguen esperando ser convocados para dirimir sobre los asuntos del Partido y de la alianza de gobierno.

Nada de ello ha ocurrido, por el contrario, son cada día más las voces que claman por un cambio en la actitud de la Presidencia del Partido para explicar los pasos y lineamientos del Molirena como parte de la alianza oficialista.

En medio de esta situación, surgió, primero, como rumor, la posibilidad de una fusión partidaria que alcanzaría la ya propuesta e inicialmente conocida del Partido (ya fusionado una vez), Unión Patriótica y el Partido Cambio Democrático. Lo que inicialmente fue rumor pasó a ser comentario político de medios y corrillos nacionales menos en el seno del Molirena; hasta que finalmente, Sergio González Ruiz, Presidente del colectivo, admitió que se valoraba la posibilidad de una fusión con el Partido Cambio Democrático, fusión que desconocemos en qué momento se nos invitó, como se nos invitó, en qué consiste la fusión, ¿Qué criterios se valoraron para escoger “negociadores”? ¿Qué órgano del Partido designó estos negociadores? ¡Qué van a negociar? en fin, un sinnúmero de interrogantes se han seguido tejiendo lo que dio pie a que los “fundadores” del Molirena se manifestaran abiertamente en contra de la misma.

Y es que está claro que la fusión planteada y en la modalidad que sea no es una necesidad coyuntural, táctica, económica y mucho menos política para los intereses del Partido.

Interesa sí a modo de discusión las declaraciones que el Presidente González Ruiz, hiciera a medios de comunicación y publicados el sábado 3 de abril del presente año, en los que se le atribuye el afirmar que “se están haciendo las consultas a los convencionales del Partido….” A qué consultas se refiere? ¿A qué órgano del Partido se le consultó?

El Molirena, pese a su contribución al triunfo electoral, tiene categoría de pariente pobre como miembro de la alianza de gobierno por lo que deducimos que no variará mayormente este status en el proyecto de fusión partidaria, pese a que se le puedan nombrar a unos cuantos miembros más (Convencionales o no) del Partido, con salarios mínimamente aceptables para dorar la píldora fusionista.

Sí requiere el Partido y con urgencia es convocar a sus órganos de consulta para la discusión serena de los problemas internos y del país, discusión que como Partido Político no podemos soslayar.

El Molirena debe continuar apoyando, decididamente la obra de gobierno Martinelli, pero con autonomía, respeto y dedicación, que hagan posible impulsar los proyectos nacionales que en Salud, Educación, Vivienda, Trabajo, Canasta Básica y Seguridad, hagan posibles mejores días para los panameños.

Para ello también necesitamos un cambio a lo interno del Partido, hay que darle paso a la discusión amplia y democrática sobre los temas del colectivo, necesitamos un Partido para ayudar a cambiar al país y no para que nos cambien en una “fusión” que sin darse todavía, ya nos discrimina. Distinguidos copartidarios…tienen la palabra!

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Este artículo se publicó el  15  de abril de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

En el MOLIRENA: Los que se atreven… no los quieren y a los que proponen… ¡no se atreven!

La opinión del Abogado y Miembro del Molirena…..

Guillermo Ríos Valdés

No otra podría ser la terrible disyuntiva del Partido del Gallo, sumido en crisis tras crisis, unas más graves que otras, sin que pareciera encontrar una salida inteligente a sus problemas. El Molirena, que pese a sus peleas internas hizo un papel decoroso en la campaña de mayo de 2009 contribuyendo al triunfo de la alianza encabezada por Ricardo Martinelli,  si bien, no recompensada adecuadamente por el nuevo mandatario (Único Partido de la alianza de Gobierno que no tiene un solo Ministerio y reducido a una Subdirección Gral. de la Lotería Nacional), pareciera enfrentar en estos momentos la posibilidad de dejar de existir legalmente frente a la presión que es sometido para “fusionarse” con el Partido principal de Gobierno,  Cambio Democrático.

Aunque parecieran existir corrientes de opinión que han expresado su disconformidad con el nuevo “rumbo” partidario (Movimiento de Bases del Molirena y Los Fundadores), a través de sendos comunicados, firmados por José Manuel Torres Ramos y Jorge Rubén Rosas, respectivamente, no pareciera que en el Partido se vislumbre un liderazgo capaz de sacar al mismo de la inmovilidad y falta de vida política por la que atraviesa.

Esta circunstancia y por paradójica que parezca, no se compadece con el interés que algunos de sus más conspicuos y llamativos miembros si parecieran tener para “sacar” del ostracismo al MOLIRENA. Gisela Chung, Olimpo Sáez, Jorge Rubén Rosas, y si no hubiese sido expulsado, Guillermo “Billy” Ford, de una manera u otra han dejado sentir su interés por llevar adelante un proyecto de rescate y reestructuración del Partido.

Sin embargo, este deseo pareciera no ser correspondido por distintos sectores del colectivo que miran con aprehensión y desconfianza a los mismos y no se atreven, por el momento, a apostar a sus opciones.

Contrario a esta situación, otros nombres como Gilberto Sucre, Raúl Cohen, Ernesto Fernández, Miguel Cárdenas y Plutarco Arrocha, se mencionan para llevar adelante los propósitos de redención partidaria, empero, los mismos, no se atreven ni dan muestras de querer asumir, por las circunstancias que sean, el reto de llevar adelante las tareas impostergables de redefinición partidaria.

Ellos quieren, como un milagro, el famoso «consenso partidario» sin oposición, quieren la «unidad» sin el debate político necesario.   Quieren el «poder» sin pelear, quieren los «frutos» sin jamaquear el palo. Quieren un partido sin diferencias, sin grupos, sin disidencias, en estos tiempos de crisis.   No quieren arriesgarse al debate ni a la polémica.

¿Qué factores válidos limitan el accionar de unos u otros? Falta de iniciativas, temores infundados, limitantes económicos, temor a Ricardo Martinelli y un oportunismo calculado a intereses personales.

Las interrogantes están planteadas, mientras, el Partido marcha en total inercia colectiva, sin que se avizoren escenarios políticos más esperanzadores, por ello, terminamos este artículo con el título que lo encabeza, paradoja inclemente para un colectivo de tanto arraigo nacional. Los que se atreven, no los quieren… los que proponen… no se atreven!!! o para decirlo a lo panameño «ni cortan el palo, ni prestan el hacha».

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Este artículo se publicó el  8  de abril de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.