Cuando Panamá canta libertad

La opinión del estudiante universitario…..

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Ariel Mendoza

Hoy, al hablar de libertad, nos viene a la mente como sinónimo indudable realizar nuestros impulsos o deseos percibidos, ya sea de forma interna psicológicamente o externa reflejada en actos que alteren nuestro entorno.

Con el escrito aludo a una figura representativa de grandes visiones, mismas que aun hoy para nuestros pueblos se idealizan. Simón Bolívar decía: “Sólo la democracia, es susceptible de una absoluta libertad, libertad que se define como el poder que tiene cada hombre de hacer cuanto no esté prohibido por la ley”. Sabias palabras que conducen a la armónica convivencia social que cada Estado debería seguir.

La sociedad panameña se levanta con la tan escuchada y común empleada “Libertad de expresión” libertad amparada constitucionalmente, pero para los medios de comunicación en Panamá qué es “libertad de expresión”, a qué llaman “libertad de expresarse”.

Es esa libertad de llevar a la ciudadanía información la cual debe cumplir con el carácter ético fundamentado en la deontología profesional de todo comunicador social. Es esa libertad de brindar al panameño el acontecer real más que publicitario y en busca de audiencia masiva con exiguo fondo y contenido. En ocasiones solemos ser críticos pero difícilmente llegamos a cuestionar nuestras propias acciones.

En días pasados por algunos sucesos acaecidos, se ha llevado a los medios de comunicación a tomar juicios de valor sobre las acciones de algunos funcionarios estatales amparados en preceptos legales a ser vistos como violatorios al mencionado “derecho de expresarse”, al punto de cuestionarlos con carácter de transgresores de tales cánones de conducta cuando en el fondo no lo es.   Aclaro con esto, que dichas conductas están normalizadas mientras no sean en detrimento y arbitrarias.

Panamá necesita realmente que se evalúen conductas y más que determinar víctimas o victimarios, debemos empezar a responsabilizarnos con cada uno de nuestros actos como agentes de esta sociedad que pide a gritos un rumbo más consciente y equitativo. Si cada uno empezara a cumplir con su rol lograríamos concretar grandes ideales que como sociedad nos propongamos.

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Este artículo se publicó el  17  de mayo de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.