La opinión de……
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Argumentos van y vienen respecto a la donación legítima, legal y oportuna por parte de la República de China (Taiwan) al Gobierno de Panamá, de un avión gubernamental cuyo objetivo es fortalecer la seguridad de las operaciones de transporte aéreo gubernamentales y humanitarias. Y aquí, permítanme hacer un paréntesis. ¿Sabía usted que de haber contado con un avión gubernamental, los rescatistas panameños y la ayuda humanitaria que noblemente mandó nuestro pueblo a Haití hubiera llegado entre 24 y 48 horas antes de lo que pudo llegar hasta que se logró conseguir un vuelo comercial?
La adquisición de la aeronave que, debo reiterar, se dio a través de fondos donados, se efectuó bajo los principios de objetivo legítimo, proceso legal y ejecución efectiva. Más aún, se dio dentro del Programa de Cooperación Bilateral quinquenal 2009-2013, que tiene entre sus objetivos el fortalecimiento de la seguridad en el transporte aéreo gubernamental. Pregunto: ¿Cuántos desastres SAN-100 tenemos que ver para darnos cuenta de que la flota aeronaval de nuestro país es obsoleta? ¿Cuántos millones más tendremos que pagar como satisfacción diplomática e indemnización por accidentes que se pueden evitar?
Un país como el nuestro, en pleno desarrollo, con aspiraciones legítimas de ser de primer mundo, para lo que el Gobierno Nacional está tomando las medidas oportunas tendientes a la reducción de la pobreza y el mejoramiento de los servicios básicos a todo el pueblo, debe contar también con herramientas modernas que le permitan no sólo servir a su país, sino cooperar con otros países de la región.
El énfasis que algunos han puesto a la donación del avión gubernamental lastimosamente no es el mismo que han puesto en mencionar que dentro del Programa de Cooperación Bilateral quinquenal también se incluye la construcción de un hospital en Las Cumbres-Chilibre y la edificación de un centro educativo público del más alto nivel, así como otras acciones de cooperación en las áreas educativas, culturales, etc.
Por otra parte, debo decir que, desafortunadamente, el afán crítico de algunos pocos les impulsa a tergiversar la realidad del contexto político internacional para tratar de sustentar sus aseveraciones. Y es que, como es de conocimiento público, entre las dos Chinas actualmente existe una tregua diplomática – decisión que aplaudimos los que creemos en la paz y en el diálogo respetuoso para la solución de los conflictos – que obliga a todos los países que reconocemos a una u otra, a mantenernos en las mismas circunstancias de relaciones diplomáticas, hasta tanto los Gobiernos chinos determinen que queda finalizada la tregua, esperemos que con una solución que satisfaga favorablemente a todas las partes.
Los Gobiernos de Panamá y China (Taiwan) establecieron relaciones diplomáticas a principios del siglo XX y desde entonces han venido estrechando sus lazos amistosos de cooperación. Se trata de una relación legítima y normal en el ámbito internacional. Por ello, ambos Gobiernos manifestaron que con el propósito de elevar el bienestar de los pueblos y como reconocimiento al respaldo que ha ofrecido la República de China (Taiwan), los dos países seguirán sosteniendo sus relaciones fraternales a través de la asistencia mutua y el intercambio bilateral. La donación del avión gubernamental y la puesta en marcha de otros proyectos de interés nacional es muestra de ello.
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Publicado el 21 de enero de 2010 en el Diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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