Atuneros muestran intenciones de acabar con todo

Luis López Alfaro

En enero de 2004 la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), en vista de las presiones de los pescadores comerciales y deportivos, y de los conservacionistas, adoptó una resolución que limita el área de pesca donde los atuneros pueden pescar. A pesar de que dicha limitación no es suficiente para garantizar la sostenibilidad de la pesca, ni satisface las aspiraciones de los panameños, era una iniciativa para proteger los recursos marinos de las nefastas artes de pesca de los atuneros y para que nuestros pescadores pudieran realizar sus faenas y así ganarse la vida.

¿Qué acción tomaron estos piratas del mar? Según declaración de la Lic. María Patricia Díaz en la prensa, los atuneros presentaron un recurso de ilegalidad contra la resolución de la AMP usando algunos tecnicismos legales. Con esto los atuneros demuestran que sus verdaderas intenciones son acabar con todo y no aceptan ningún tipo de limitación.

¿Ustedes se imaginan dónde estaríamos si los industrialistas presentaran recursos en contra de verter desperdicios a los ríos; los agricultores, los ganaderos y los madereros presentaran recursos contra los parques nacionales; los camaroneros en contra de las vedas; los pescadores comerciales en contra de las zonas protegidas y el uso indebido de trasmallos?

¿Qué buscaba la resolución de la AMP?

Garantizar que los pescadores comerciales panameños mantuvieran un área donde pudieran realizar sus artes de pesca sin ser desplazados por los atuneros. Estos barcos atuneros pescan con redes tan grandes, que ocupan más de tres campos de fútbol, lo cual no permite que nadie más pesque en el área. Los que osan pescar donde están los atuneros, pierden sus equipos de pesca ya que los atuneros con sus grandes redes se llevan sus equipos, dejándolos sin nada.

Permitir un desarrollo sostenible protegiendo los recursos marinos mediante la creación de un área libre de redes de pesca. Estas redes, con su gran tamaño, atrapan todo y normalmente entre los cardúmenes de atún hay otras especies como delfines, ballenas, pez vela, marlin, dorado, entre muchas otras, las cuales corren la misma suerte que los atunes (muerte en las redes).

Está probado, más allá de cualquier duda, que hay una pesca excesiva por parte de los atuneros que está acabando con los recursos, y que la falta de medidas para controlarlos solo trae destrucción. Una prueba de la pesca ilimitada es la industria del camarón, que actualmente está pasando por una de sus peores crisis. A tal punto, que se han tenido que establecer vedas adicionales durante el año y es posible que se tengan que tomar otras medidas.

La posición que han tomado los atuneros es atacar legalmente una medida que es buena y necesaria para los recursos marinos y los panameños. No podíamos esperar nada menos de una industria que a lo largo de su historia solo ha demostrado que no le interesan las políticas de desarrollo sostenible y tiene como lema “pescar todo lo que se pueda mientras acaba con todo”.

Parece que a los atuneros se les acabó la bonanza de vivezas y, por ende, no podrán causar más perjuicios a los panameños.

Mediante la Ley de Coiba, que hoy es ley de la República, no solo se creó la zona libre de atuneros, sino se expandió. Adicionalmente, el Lic. Rubén Arosemena, nuevo administrador de la AMP, ha manifestado que el tema de la pesca ilegal será debidamente atendido y los atuneros serán investigados, lo cual nos da a todos los panameños la esperanza de que finalmente no se van a salir con la suya.

Estoy seguro de que el Lic. Arosemena también revisará el tema de las granjas atuneras y las plantas enlatadoras, y podrá ver el futuro nefasto que su establecimiento en Panamá traerá para todos los panameños, que será la misma desgracia de los países que permitieron su establecimiento.

Con estas declaraciones del Lic. Arosemena, tanto los pescadores comerciales como los deportivos y los conservacionistas nos sentimos muy felices. Anteriormente sentíamos que no podía ser que a pesar de la crítica de todos los panameños, los atuneros continuaran obteniendo licencias de pesca, y pescando con o sin licencia donde se les antojaba, afectando a nuestros pescadores y a la naturaleza.

El autor es abogado y miembro de la Fundación CONAMAR

Artículo publicado el 27 de agosto de 2004, en La Prensa de Panamá