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La opinión del Ingeniero y Ex Ministro de Obras Públicas…
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José Antonio Domínguez A. –
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En un artículo anterior dije que escribiría sobre los futuros grandes problemas que enfrentará el país con el ya anhelado –sobre todo por los que no entienden de transporte– Metro. Pero no puedo dejar de expresar la profunda frustración al ver que nuestro país cada día retrocede más en cuanto a la administración del transporte, y quienes están llamados a realizarlo solo dan excusas, presentan futuros planes y hablan y hablan y hablan, pero no resuelven nada.
Jamás había visto tanto desorden en el tránsito como el que vemos hoy. No es únicamente culpa de este gobierno, porque esto viene de atrás. Pero en este gobierno no han hecho nada, tampoco para mejorarlo. Recuerdo que durante la gestión del entonces teniente coronel Manuel José Araúz, las cosas eran muy diferentes, se ponían multas y se controlaba mucho mejor el flujo vehicular. No se permitía manejar por los hombros, muy pocos eran los osados que se robaban la luz roja, en fin, había mucho más autoridad, lo que a su vez infundía más respeto. Pero todo eso se ha perdido y hoy predomina el juega vivo ¡aún dentro de la misma autoridad!
No veo una próxima disminución de los accidentes de tránsito, menos cuando cada vez más se pierde el respeto en el manejo porque no existe autoridad alguna que le ponga el cascabel al gato. Vi en la prensa una foto de una violación enorme de tránsito, con la pregunta ¿Y el tránsito donde está? Bueno, con la intención de tratar de contestar esta pregunta, una respuesta acertada sería la siguiente: “Los mismos miembros del Tránsito se lo están preguntando todavía”. ¿Y nosotros qué estamos haciendo? ¡Nada!
Es más, una buena cantidad de los accidentes tiene un factor de negligencia por parte del Estado; un análisis serio de cada caso podría arrojar resultados muy preocupantes. En países como Estados Unidos casos similares son llevados a la Corte y el Estado es obligado a pagar indemnizaciones por su negligencia. Ojalá aquí llegue a pasar lo mismo, eso haría que el Estado se preocupara por hacer mejor su trabajo. Como experto en el campo, me gustaría ver que la Corte penalizara al Estado cuando éste haya sido negligente y, cuando eso pase, quisiera ver cuál será la acción de nuestros gobernantes en relación a los funcionarios responsables de la negligencia.
Si tuviéramos suficientes fotógrafos para documentar lo que sucede en esta materia en diferentes partes de la ciudad, puedo decir, sin miedo a equivocarme (pero me puedo quedar corto en mi estimación), que en la ciudad capital se dan entre 25 mil y 40 mil violaciones al Reglamento de Tránsito por día, de ellas el 99% no es penalizada. Entonces, ¿Cómo pretenden que se mejore la condición del flujo vehicular en el país?
Para demostrarles qué tan cierto es esto, hagamos una simple operación matemática: Un semáforo debe tener su ciclo cada dos minutos y podemos notar que en promedio tres vehículos se pasan la luz roja por cada ciclo. En un día en un semáforo, en 13 horas que son las de más flujo (de 6:00 a.m. a 7:00 p.m.) tenemos 390 ciclos y tres infracciones por cada uno de ellos nos da un total de mil 170 infracciones. Entiendo que hay 180 semáforos en la ciudad capital, así que debemos tener un estimado de 210 mil 600 violaciones y si a eso le aplicamos un factor corrector de 75% (de las que no se dan), nuestro estimado bastante preciso sería de unas 30 mil violaciones solo por el robo de luz roja. A esto hay que añadir los giros prohibidos que se hacen todos los días en lugares muy específicos; los únicos que no saben dónde están estos sitios son los miembros del Tránsito, quienes jamás aparecen por ahí.
También hay que incluir el manejo por los hombros, lo que está prohibido y se debe sancionar con multa de 80 dólares; el bloquear una intersección, también, es una infracción. Y así podría mencionar un sinnúmero de violaciones que se dan todos los días.
¿Cuál es el mensaje que se le está dando al conductor en general? La respuesta es muy clara y entendida así por la mayoría: “Tú dale, que la probabilidad de que te multen es nula”, “no te compliques y haz lo que sea más conveniente a ti”.
Una vez más, invito al agente mejor preparado de la Policía de Tránsito y al funcionario mejor preparado de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre a un debate para dialogar sobre este gran problema.
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<> Este artículo se publicó el 20 de noviembre de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
Más artículos del autor en: https://panaletras.wordpress.com/category/dominguez-a-jose-a/
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