Las ONG: Fuente de bienestar colectivo o conflicto social

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La opinión de la Ingeniera Geóloga….

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Ana  Méndez

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Las Organizaciones no gubernamentales (ONG) se pueden clasificar por su origen: nacionales, regionales o mundiales; por sus propósitos ambientalistas, sociales, culturales etc.

Por su financiamiento: de sus miembros, de fundaciones, organismos internacionales; por servicios prestados, etc.

La intervención cada vez más estridente y divisiva de algunas ONG en la vida política nacional, hace necesario que reflexionemos sobre su papel social, sus agendas y a los intereses que responden.

La mayoría de las ONG han sido creadas con fines loables. Muchas han jugado y continúan jugando un papel fundamental en nuestra sociedad. No me imagino a Panamá sin Pro Niños de Darién, Nutre-Hogar, Funda Cáncer, FANLYC, Club 20-30, Club de Leones y muchas otras más.

En cada rincón del país hay grupos de genuinos ciudadanos, entregando de sí para el bienestar colectivo. ¡Ellos son la solución y no el problema! Sin embargo está ampliamente documentado que existe un pequeño núcleo de ONG que reciben fondos del extranjero y que si constituyen una amenaza al desarrollo económico, social y político de este país.

Estas ONG “crean escenarios apocalípticos” paralizando proyectos vitales para el desarrollo del tercer mundo, con el solo fin de subsistir. Muchas se han vuelto fuentes de “empleo seguro” para extranjeros y nacionales, los que saben que para conseguir el financiamiento que requieren para sobrevivir, es necesario crear ambientes de controversia y conflicto social. Su Causa recibe así la atención mediática que atrae contribuyentes, ya sean ciudadanos o instituciones internacionales (holandesas, noruegas, suecas, canadienses, etc. ) cuyo denominador común es la ingenuidad.  Estas ONG son constante fuente de conflicto, desinformando a nuestras comunidades remotas sobre los “eminentes peligros de la inversión minera, energética, forestal e incluso turística”.

Por ello, valen unos sencillos cuestionamientos: ¿cuánto de los dineros manejados por estas ONG llevan beneficios concretos a grupos de personas o las comunidades que dicen defender?  ¿Cuántos empleos crean? ¿Cuánto dinero queda solo en jugosos salarios de sus dirigentes que viven confortablemente en la ciudad mientras condenan al subdesarrollo a los demás? ¿Cuántos de estos dineros se quedan en los viajes de los activistas que recorren el mundo con sus estridentes alegatos?

No olvidemos también que bajo el disfraz de ONG muchos resentidos sociales pretenden lograr lo que no pueden conseguir como partido político: imponer el “socialismo del siglo 21” que no es otra cosa que el del siglo 20, pero ahora con financiamiento de los petrodólares de Chávez.

Como ponerle el cascabel al gato sin afectar a las miles de ONG que trabajan en paz y contribuyen a fortalecer nuestra sociedad y democracia? Sencillo, con regulaciones para que clarifiquen sus objetivos, detallen sobre el origen de sus fondos, y cómo financiarán sus actividades.

Si para abrir una cuenta de ahorros en un banco local como persona jurídica o natural la pregunta obligada es ¿de dónde provendrán sus fondos? ¿Por qué no hacer la misma pregunta a las ONG? Después de todo el que no la debe, no la teme.

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Publicado el  3  de diciembre de 2009 en el diario El Panamá América, a  quien damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que le corresponde.

Un informe científico en duda

Las causas del  cambio climático se están conviertiendo en una controversia a nivel global con la participación creciente de expertos de primera línea que defienden los planteamientos de parte y parte.

Mientras esta controversia se acrecienta, al ciudadano común no le queda otra que tratar de  informarse  sobre la materia, estar al tanto del avance de la controversia e ir tomando las provisiones que a nivel personal o nacional  se ameriten.

Los esfuerzos que se hagan en este sentido, principalmente en la preservación del medio ambiente y la limitación de  las causas antropogénicas, aún no probadas,  del cambio climático,  no deben tener restricción alguna.

Recordemos el vasto ambiente de prevención que se estableció cuando se esperaban los efectos del virus del milenio a comienzos del siglo.  Entonces no se escatimaron recursos para prepararnos aunque al final, la catástrofe nunca  ocurrió.

Ocurrirá lo mismo en este caso?  No es mejor prevenir que lamentar?

Al leer el artículo que reseñamos a continuación, comprendemos mejor las magnitudes del problema y valoramos bien los planteamientos de la autora que descarta las causas de tipo antropogénico.  Sin embargo, nos quedamos sin expresar nuestra opinión hasta conocer  mayores elementos y tener  una mayor comprensión del tema.  Al igual que nosotros, esperamos que usted, amable lector, aproveche las ideas y planteamientos de todos los autores interesados en el tema,  vaya formando sus propias conclusiones y actuando en consecuencia.

Héctor Robles

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Un informe científico en duda


Por:  Ana Méndez

Luego del último informe del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) se han levantado objeciones a las conclusiones a que llegaron 52 científicos en 2007.   La razón: el clima varía por procesos naturales tanto internos como externos y las teorías del IPCC se basan en modelos computacionales con precisión limitada que intentan simular la física atmosférica y oceánica.

En diciembre de 2008 la comisión medioambiental del Senado de EU elaboró una lista con 650 científicos que disentían del origen antropogénico de los cambios de temperatura de la Tierra. En marzo 2009 se añadieron 59 científicos de Japón, Italia, Reino Unido, República Checa, Canadá, Países Bajos y EU afiliados a la NASA, los departamentos de Defensa y Energía, las universidades de Princeton y Tulane, entre otras.

Los científicos japoneses están a la vanguardia del rechazo a las conclusiones del IPCC. Shigenori Maruyama, geólogo del Instituto de Tecnología de Tokio, del departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias, planteó la situación en el simposium de la Unión Japonesa de Geociencias en 2008, el resultado mostró que un 90% de los participantes no cree en el último informe de evaluación del IPCC.

Por Princeton University el Dr. Robert H. Austin, físico y autor de 170 artículos científicos, lamentó el estado de miedo sobre el calentamiento global y dijo en marzo pasado, ante la Comisión de Medio Ambiente y Obras Públicas del Senado, que “Es trágico que personas bien intencionadas sean víctimas, por motivos políticos, de un frenesí mundial acerca de un fenómeno que es estadísticamente discutible”.

Las palabras de Grant Miles, miembro de Atomic Energy Authority, del Reino Unido, fueron contundentes: “No hay pruebas fidedignas del actual calentamiento global excepcional pregonado por el IPCC, que ha dejado de comportarse como una organización de investigación científica seria”.

La controversia apenas se inicia. Los geólogos al hacer docencia sobre los orígenes terrenales y cíclicos del fenómeno no desacreditamos la labor de los ambientalistas en proteger la única morada que tenemos. Los geólogos junto a otros profesionales trabajamos con metas claras: ampliar el Canal, construir el metro, formar relevo generacional para satisfacer la demanda, desarrollar los proyectos de cobre y oro que beneficiarán tangiblemente las regiones de extrema pobreza, y colaborar con las entidades públicas y privadas para prevenir o reducir pérdidas humanas y económicas por desastres naturales (deslizamientos o inundaciones), que son necesidades prioritarias de Panamá antes de que polos se derritan y el mar suba en el año 2100.

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Publicado el 28 de junio de 2009  en el diario La Prensa a quien damos todo el crédito que le corresponde.

Los profetas del «medio ambiente»

LOS PROFETAS DEL «MEDIO AMBIENTE»

Ana Méndez

El significado de profeta proviene de la palabra hebrea “nabí” que significa “uno que habla inspirado por Dios para predecir eventos futuros y así hacer su proclamación creíble”.

Muchísimos profetas en todos los siglos han descrito las calamidades para la humanidad. Actualmente los medios de difamación/comunicación, ya sea escrita o electrónica juegan un importante papel. El “miedo ambiente” es la profecía más reciente. La fama, reconocimiento y dinero en abundancia son los motores de esta pseudo-ciencia. Los exponentes de las desgracias futuras saltan a la palestra para convertirse en reconocidos profetas que consiguen revelarnos los peligros del desarrollo minero, hidroeléctrico, o urbanístico que nos exterminará irremediablemente. Los medios se dan banquetes vendiendo publicidad y ganando minutos de audiencia con retorcidos programas y documentales, donde los conductores desvelan los más catastróficos escenarios ambientales.

No faltan los escritores trasnochados que dedican columnas enteras a la descripción de las repercusiones funestas que tendrá la minería. De haber existido en 1904 hubieran vaticinado un futuro desolador para el río Chagres y un devenir catastrófico para el istmo de permitirse la construcción del Canal interoceánico.

La estrategia de manipulación con que se propagan las hecatombes minero-ambientales futuras recuerdan la novela 1984, de George Orwell, donde con una mezcla de lavado de cerebros, y control mental todo el sistema no solo trabaja para impedir que la verdad se conozca, sino que se esfuerza para que toda la colectividad participe de la farsa de forma entusiasta.

Conociendo el guión no extraña que nunca se le dio acogida a la solicitud de moratoria minera realizada en 2007 por los ambientalistas. Más aún cuando Costa Rica enmendó su error derogando la moratoria minera en 2008. La otra letanía “la minería no es sostenible, pero el turismo sí” se vino también abajo, por la crisis el turismo en Costa Rica ha caído 13% y 71.2% de los empresarios turísticos manifestaron tener pérdidas según la Canatur.

Volviendo a los profetas, sus vaticinios están cayendo en descrédito. El cierre de la carretera a Petaquilla, la semana pasada involucró a 13 personas de las comunidades y tres anti-mineros profesionales importados… ¿Será por eso que no fue publicitado? Es evidente que los esfuerzos por esclarecer las informaciones no son bien recibidos, pero la manipulación de los hechos y la especulación son el plato fuerte de cada día. Reiteradamente aquellos que hacen el primer y sensacional anuncio, reciben mucha más atención y se les brinda mayor credibilidad que aquellos que vienen más tarde con hechos calmos, técnicos y científicos. “La carreta vacía es la que hace más ruido”.

Entonces, hasta que las voces de la coherencia se dejen escuchar, seguiremos bombardeados por los falsos profetas, que entretejen sus discursos biliares con el desprecio por la ciencia y la tecnología en cuanto lucran con las profecías del “miedo ambiente” haciéndonos prisioneros del oscurantismo ambiental.

Articulo publicado el 20 de mayo de 2009 en el diario La Prensa.