Luxemburgo, modelo a imitar

La opinión de….

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Lourdes S. de García de Paredes

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Luxemburgo, modelo a imitar

Con el nuevo gobierno existe la oportunidad de oro para el país de eliminar tantísimos patrones conductuales mezquinos que por años se han practicado impunemente; cambiar y mejorar, es sólo cuestión de actitud.

Luxemburgo, enorme jardín de escaso medio millón de habitantes, 40% de los cuales son extranjeros, es uno de los países más ricos del mundo, pero no era así 30 años atrás. No tiene recursos naturales, no tiene costas, no hay pobreza ni delincuencia; sólo producen dinero. Sí, dinero bien utilizado para todos los ciudadanos y residentes; sin embargo, es un país donde no se puede comprar la justicia con toda la plata del mundo.

Bondades que encontramos: los buses Mercedes-Benz, son municipales, del tipo articulados para el uso de todos; impecables, ultra puntuales, de conductor encorbatado y camisa blanca. Traen los periódicos del día para que el usuario lo lea y lo deje para el próximo lector. Usted puede ir sentado junto a un banquero millonario y ni se entera. Estos buses recorren la ciudad entera, llevan estudiantes por la suma de 55 euros o B/.78 al año. Al final del año escolar, le devuelven los 55 euros a los padres por cada hijo. No existen los tranques.

El ciudadano promedio habla cinco idiomas mínimo. Los baños públicos están más limpios que en mi casa (y soy compulsiva); se encuentran en perfecto estado, con papel, jabón, papel toalla, incluso un área especial para cambiar bebés con colchoncito habilitado. Esto se da desde el aeropuerto que lo recibe hasta el más recóndito lugar que usted visite.

Los camiones no pueden transitar los domingos por las calles ni las autopistas, porque ese día se reserva para el paseo familiar.

Si un anciano necesita asistir a una cita médica, lo busca y lo trae un busito especial, por un euro solamente, igual si lo que quiere es visitar algún amigo. El bus al aeropuerto cuesta un euro por pasajero con todas sus maletas. Si los jóvenes quieren ir a parrandear, existe un bus especial que lo recogerá a la hora estipulada donde quiera y lo dejará frente a su casa o su barrio, sano y salvo. Esto me pareció envidiable, podría dormir plácidamente toda la noche. Quieren evitar que los adolescentes manejen, minimizando el riesgo de accidentes con sus consecuentes elevadísimos costos asociados, amén de minimizar la contaminación de la ciudad.

¿Cuál es el secreto? Los políticos no roban y la deshonestidad es un bochorno, una deshonra. La corrupción gubernamental no existe. En Panamá se ha robado por más de un siglo. Luxemburgo tiene gobernantes preocupados por el bienestar de todos los ciudadanos, no de ver cuánto dinero pueden amasar durante su período. Está visto que no se tiene que ser grande para ser civilizado, apreciado, envidiado ni imitado. Panamá es maravilloso, ¡saquémoslo del abismo! Invito al nuevo gobierno a trabajar en pro del bien del país entero; tal vez no se logre en cinco años pero a un gobierno de respuestas concretas y beneficios públicos, cualquiera lo reelige.

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Publicado el 8 de septiembre de 2009 en el diario La Prensa; a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.