Graduación Tecnológica

La opinión del Comisionado (Retirado) de Policía….

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Irving Muñoz

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Graduación Tecnológica

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La pasada noche del 25 de septiembre, por razones personales participé de la última graduación organizada por la Universidad Tecnológica de Panamá.  Tan emblemático acto se realizó en el Teatro Anayansi, que ha sido escenario de múltiples actividades relevantes para nuestro país.   El total de los graduandos de este año ascendía a más de mil, pero en esta ceremonia se hacían presentes 483 nuevos profesionales de diferentes ramas, destacaban Ingenieros Civiles, Industriales, Informáticos, Licenciados en Administración Marítima y Logística, Licenciados en Ciencias y Tecnología, en fin un variado y nutrido nuevo grupo de profesionales que esa noche veían alcanzado un nuevo escaño en su vida.

Acompañando el acto, familiares y amigos que orgullosos compartían tan loable logro de cada uno de estos jóvenes profesionales. Se veía en el rostro de cada uno, expresado de diferentes formas, la alegría y complacencia que se siente al compartir la consecución de una meta: hubo risas, gritos, cantos, toques de cornetas, todo cuanto pudiéramos imaginar para darle a tal acto, el sabor a pueblo, el sabor a alegría, sabor a oportunidad.

De los graduandos ni hablar, todos manifestaban su regocijo por haber alcanzado por fin una victoria más en la guerra de la vida y ver llegar a sus manos ese documento que tantos sueños costó, pero que a partir de ese momento les gira el rumbo hacia la oportunidad.   En la mesa principal, entre todas las autoridades universitarias de la Tecnológica, se encontraba muy togada Lucinda Molinar, la popular Lucy, hoy Ministra de Educación, quien en su semblante manifestaba la alegría y el agradecimiento por permitir su participación en tan prestigioso acto.

Su mensaje, como ella lo sabe hacer, como es ella, sin tanto protocolo y muy particular, no llevó un discurso elaborado por algún asesor que escribe sin sentir, sin valorar la ocasión; las palabras fluyeron de ella, salieron de su corazón.   Invitó a nuestros nuevos profesionales a que se atrevieran a poner en práctica todo lo aprendido en beneficio de nuestro país, a no desmayar y no convertirse en simples observadores del devenir nacional, que participaran y que hicieran su aporte para poder generar el cambio que nuestro país requiere.

Ahora yo le digo, Ministra Molinar, sin ser Usted una especialista en la materia, como usted señaló, y si la vida le ha dado la oportunidad hoy día de encontrarse en la posición que regenta el verdadero cambio de todo país: la Educación y el haber estado Usted en este solemne acto de una casa de Estudios del Pueblo, ¿piensa Ud. que es coincidencia? Pues yo creo que no.

Usted fue llevada allí para que entendiera que se requiere de su mejor esfuerzo y un poquito más para que por medio del ministerio que usted dirige, haya muchos actos como este, haya muchas madres, padres, abuelos, hermanos, primos, vecinos, amigos, en fin mucha gente feliz porque ven la luz de la oportunidad de poder salir adelante.   Analice lo que ocurrió allí, en esa noche, con esa gente, con ese pueblo y recuerde Honorable Ministra de Educación Lucy Molinar, que para poder estar allí, primero hay que comenzar, y ese gran paso está hoy en sus manos.

A todos los graduandos de la Promoción 28 de la Universidad Tecnológica de Panamá y en especial a mi hijo Irving ¡felicitaciones por el nuevo logro alcanzado!

Para finalizar, les recuerdo este pensamiento de autor desconocido: “La vida es nuestra Universidad, esperemos, luchemos y oremos por graduarnos…con honores”.

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Publicado el 6 de octubre de 2009 en el diario El Panamá América, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

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Violencia versus Seguridad ciudadana

La opinión del Ex Comisionado de Policía…

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Irving G. Muñoz A.
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Violencia versus Seguridad ciudadana

Nuestro país ha sido sacudido por una ola creciente de hechos delictivos con características de horrendos y violentos. En el caso de los delitos de homicidio se ha hecho cotidiano la saña con la cual el victimario ejecuta a su víctima.   Esta realidad hace necesario que nuestras autoridades asuman su rol como garantes de la vida y honra de quienes vivimos en este país.

De acuerdos a estudios realizados, se ha logrado concluir que la fuente de esta vorágine de violencia esta íntimamente relacionada con actividades del narcotráfico que en nuestro nación se ha convertido en el modus vivendi de las pandillas por medio de tres actividades que son: el tráfico de narcóticos, tumbe de drogas y el lavado de activos un delito en donde participan el delincuente de cuello blanco.

Si analizamos esta reflexión podemos concluir que es una responsabilidad colectiva hacerle frente a este problema, por lo que en primer lugar debemos de despolitizar el tema y mirarlo como un problema de Estado, no verlo así ha sido nuestro mayor error y por ello, no hemos podido hacer frente a este problema que esta carcomiendo los cimientos de la sociedad panameña.

Debemos partir de la base que si conocemos el origen de la ola delictiva que azota a la nación panameña podemos elaborar políticas criminales encaminadas inicialmente a la prevención sin dejar de lado la certeza del castigo para quienes decidan violar las leyes

Como forma de reducir los índices delictivos y estableciendo las políticas criminales adecuadas, señalaría que fueran a largo plazo, sostenibles en el tiempo y cuantificables sus objetivos.   Estas políticas deben ser integrales, abarcando desde el fortalecimiento de los valores en los hogares, en los barrios, las escuelas, fomentando las actividades deportivas, culturales y sociales.   También es indispensable brindar mayores oportunidades a los jóvenes para que puedan salir adelante y romper el círculo de la pobreza.

Estas medidas de desarrollo social deben ir aparejadas a un fortalecimiento y la profesionalización de los estamentos de Seguridad tanto en conocimiento como en la aplicación de tecnologías para prevenir el delito y reprimir al delincuente.

Somos del criterio que esta iniciativa debe buscar unificar todos los esfuerzos que se realizan de manera individual, lo que dificulta una efectiva acción contra la criminalidad organizada y común.

A mi juicio quien dirija estas políticas de Estado deberá depender directamente del Órgano Ejecutivo de manera que todos los objetivos planteados puedan ser alcanzados y que permitan se pueda producir un punto de relevo para poder garantizar el seguimiento de la Política Criminal del Estado panameño.

Es necesario que ante este tipo de iniciativa se incorporen representantes de la comunidad civil, la Iglesia, Clubes Cívicos, Instituciones Estatales organismos no gubernamentales relacionados al tema y ciudadanos independientes que quieran aportar su granito de arena para lograr una solución a este problema.

Antes de concluir, quiero manifestar que Panamá cuenta con múltiples estudios sobre el tema de la criminalidad y numerosos profesionales de todas las ramas que pueden aportar y echar a rodar esta rueda de cambio.

Por ello, no se hace necesario el gasto en contratación de supuestos expertos extranjeros que nos vienen a decir como hacerlo y la realidad siempre me ha demostrado que primero no conocen ni la realidad, ni la idiosincrasia panameña y al final terminan preguntándonos lo que supuestamente deben saber para luego decirnos lo que sabemos y sobre todo cuánto le debemos.

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Publicado el 12 de septiembre de 2009 en el diario El Panamá América; a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.