Ley del «carcelazo» y también del «chorizo»

La opinión de…..

ABEL SANTAMARÍA

Se me hace difícil, casi imposible, entender el comportamiento de nuestros gobernantes. En campaña política, con las consignas del «cambio», rechazaban: el uso de recursos del Estado en propaganda gubernamental, las contrataciones directas, los despidos de servidores públicos, el avión presidencial, los viajes al exterior de los presidentes, entre otros temas.

Hoy en el gobierno, su cambio es cambio:   Primero, con los servidores públicos, reformaron la carrera administrativa para despedir a más de 20 mil trabajadores hasta la fecha. Luego con los periodistas, denigrando su trabajo, que hacían noticieros de «pacotilla». Han invertido millones de dólares en propaganda a favor del gobierno y queriendo así, manipular y acallar la libertad de expresión. El presidente ha realizado viajes al exterior, y ahora dice que los viajes son buenos y necesarios. Acaban de aprobar una partida millonaria para compras de boletos aéreos, que le permitirán «seguir volando». Igualmente, se aprobó la compra de celulares para las secretarias y escoltas de los ministros.

No puedo obviar opinar sobre la sociedad civil quienes responsablemente y con gran sentido de patria organizaron la «Marcha por la Paz». Felicitaciones a estos panameños; lamentablemente, creo que este gobierno el único interés que tiene para con ellos es acallarlos.

Con la imposición de la «ley del carcelazo» y la «ley chorizo» es evidente que no les importa la opinión de los trabajadores, de la sociedad civil ni de la iglesia.

Dar a la policía «licencia para matar» demuestra hasta dónde están dispuesto a llegar. En su proyecto político es de prioridad exterminar a los sindicatos y todos aquellos que opinen en contra.

En menos de un año, este gobierno ha tramitado millones de dólares a través de contrataciones directas y actualmente con la creación del Ministerio de Seguridad se solicita no aplicar el control previo en sus nuevos proyectos. Como vemos, la doble moral y la mentira prevalecen en sus actuaciones. Las comparecencias públicas de los ministros más cercanos al presidente evidencian el odio visceral y su interés de satanizar a los sindicatos y a la sociedad civil.    Si desean respetar los convenios internacionales de la OIT, permitan a los servidores públicos el derecho a la sindicalización y a la negociación colectiva como lo establecen los convenios 87, 98, y el 151 de la Organización Internacional del Trabajo. Termino reiterando al señor presidente que haga efectivo el pago de las seis partidas de los decimotercer mes que se adeudan a los servidores públicos.

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Artículo publicado el  2  de junio de 2010 en el Diario El Siglo, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Señor Presidente, ¿y los servidores públicos qué?

La opinión de……

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ABEL SANTAMARÍA

El Consejo de Gabinete que dirige el presidente Ricardo Martinelli aprobó el Proyecto de Reformas Fiscales.   Este fue presentado a la Asamblea de Diputados. Igual que sucedió con los nuevos magistrados, el director de la Caja de Seguro Social, el procurador suplente, la desacreditación de miles de servidores públicos, entre otros, así mismo esta Asamblea de Diputados ya tiene la línea para aprobarlas a como de lugar.

Solicitamos que así como en el sector privado se le ajustó a las grandes empresas un salario mínimo de B/. 416.00 balboas, igualmente sean tratados los trabajadores del Estado. Señores del gobierno, el Estado es una megaempresa, por consiguiente no puede tratarse como una mediana empresa en la que se ha estado pagando solo B/. 375.00 balboas.   A los servidores públicos también se nos cobrará el 7% del ITBMS.   Recuerden cuando inició el aumento del combustible y los derivados del petróleo, todos los productos subieron, aumentando así el costo de la canasta básica.

Sr. Presidente ¡ojo!, a nadie se le engaña, el aumento del 5% al 7% será trasladado al consumidor, o sea, que los más pobres seguiremos siendo golpeados con estas reformas tributarias, ya que nos sacarán del bolsillo la plata para pagar todo lo que se prometió en la campaña política.

Además a los trabajadores del Estado se les debe las seis partidas del XIII mes que no se cancelaron desde diciembre de 1989 hasta agosto de 1991. Reiteramos nuestra petición en el sentido de que se apruebe la partida extraordinaria, haciendo de esta manera justicia con los miles de servidores públicos.

Como vemos, los trabajadores del Estado están siendo golpeados duramente por el alto costo de la canasta básica, el alto índice de delincuencia y el alza de la gasolina, entre otros problemas que afectan además a todos los panameños en común.   Usted Presidente, atacó al gobierno anterior por no ser capaz de solucionar estos problemas, y se comprometió a resolverlos cuando se sentara en la silla presidencial; y ahora no hay cambio.

Quiero terminar con el tema de la autorregulación y la censura en los medios de comunicación, no olvidemos que estos temas surgieron cuando los altos dirigentes del Ejecutivo se molestaron con los periodistas porque le expresaban e interrogaban sobre los problemas que más afectan a los panameños. A partir de allí, surgen los cuestionamientos e insultos contra los medios. El argumento de las telenovelas sale para encubrir la verdad del tema. Aquí lo que menos les importa es cuándo y dónde van a pasar las novelas. La realidad es lo que está subliminalmente detrás.

Y.. aunque en campaña el Presidente y vicepresidente cuestionaron los viajes y la propaganda del gobierno de Martín Torrijos, hoy se arrepienten ya que reconocen que es necesario viajar y, ¿por qué estamos baaaaaa… jando?

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Artículo publicado el 10 de Marzo de 2010 en el Diario El Siglo, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

¿Autorregulación o silencio cómplice?

La opinión de…..

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Abel Santamaría

Transcurridos ocho meses del actual gobierno, se evidencia la falta en el cumplimiento de las promesas electorales, las cuales prometían resolver inmediatamente se sentaran en la silla presidencial.  Tanto se cuestionó la “incapacidad” del gobierno anterior, para atender, el alto costo de la canasta básica familiar, el alto índice de delincuencia y el costo de la gasolina, entre otros problemas, que afectan a los panameños.

Consideramos que los miembros del Ejecutivo se han enterado ahora de que hay una gran diferencia entre administrar supermercados y empresas licoreras y dirigir el Estado.

Las acusaciones que ellos en campaña vociferaron contra el gobierno de Martín Torrijos, ahora les molesta que los medios y organizaciones civiles se las señalen. Es evidente que estos problemas van en aumento, afectando el bolsillo y la seguridad de este pueblo.

Los medios tienen que hacerse eco de esta realidad. No pueden ni deben comunicar otra cosa. Al expresar esta verdad, los medios no están poniendo en peligro ni la seguridad ni la imagen del país; que no se utilicen algunos de estos argumentos para esconder el verdadero objetivo.

Con autorregulación (censura impuesta) no se puede callar ni, mucho menos, manipular la libertad de expresión. Tampoco se puede chantajear, por pagarle un millón de dólares para propaganda gubernamental.

Ellos en su campaña cuestionaron al gobierno anterior, diciendo que no se debía gastar la plata en propagandas, porque todas las obras se hacen con la plata del Estado, no de los que gobiernan.

Como vemos, lo que antes era malo, ahora con los locos sí es bueno. ¿Y si hablamos de las camisillas bordadas que confecciona la empresa de la hermana del señor Presidente? …

Para el zar anti-PRD… perdón…. anticorrupción, no hay nada inmoral, porque no lo hizo nadie del gobierno anterior. ¿Y qué hablar de las multimillonarias compras y contrataciones de urgencia notoria, saltando los procedimientos y normas establecidas?

¿Qué decir del caso de la procuradora? Como no soy abogado, solo les recuerdo que el procurador suplente designado por la plancha del Ejecutivo y el Legislativo fue, en la campaña, un activista de primera línea a favor de la candidatura de Ricardo Martinelli. O sea, que está demostrado ya que tiene los méritos para “hacer el trabajo” que se le asignó.

Y para terminar, le pedimos respetuosamente señor presidente, Ricardo Matinelli, que apruebe un crédito extraordinario y pague las seis partidas del decimotercer mes de los años 1989, 1990 y 1991 que se le adeuda a los servidores públicos.

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Artículo publicado el 13 de febrero de 2009 en el Diario La Prensa, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

Derechos adquiridos son nuestros décimos tercer mes

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La opinión del Ex Secretario General de FENASEP -ASEUPA…..
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ABEL  SANTAMARÍA

En diciembre de 1989, se decreta la suspensión del pago del Décimo Tercer Mes a todos los servidores públicos. Esta medida continua aplicándose a través de todo el año 1990 hasta la segunda partida (agosto) de 1991.

No es, sino hasta el mes de diciembre de 1991 cuando el Gobierno de ese entonces, reinicia el pago de este derecho adquirido por los servidores públicos.

Los trabajadores del Estado comprendimos, en ese momento la dimensión de la inestabilidad que en todos los órdenes se vivía en esa época, (antes y después de la invasión norteamericana).

Han transcurrido desde entonces 18 años y la deuda aún está pendiente. La Asamblea Nacional, mediante la Ley de 19 de Marzo de 2009, decretó que, «Se declara como derecho adquirido las partidas del Décimo Tercer Mes correspondiente a diciembre de 1989; abril, agosto y diciembre de 1990; y abril y agosto de 1991″… y «El Órgano Ejecutivo liquidará las partidas referidas en el artículo anterior cuando las finanzas públicas así lo permitan».

Por lo antes señalado consideramos que, en virtud de las actuales condiciones financieras que presentan las finanzas públicas, el Gobierno, tiene las condiciones económicas y debe tener la voluntad política para afrontar el pago correspondiente a esta deuda, honrando así un compromiso económico y, además moral, para con los servidores públicos de nuestro país. No hay que olvidar que esta deuda se adquiere en momentos sumamente difíciles, y los trabajadores aportamos nuestra cuota de sacrificio, ya que dejamos de percibir ingresos que por ley nos correspondía.

Respetuosamente, hacemos un llamado en nombre de estos servidores del Estado, al Excelentísimo Señor Presidente de la República, Ricardo Martinelli, para que se contemple la correspondiente partida presupuestaria y así honrar este derecho adquirido y hacer justicia a los servidores públicos panameños.

Señor Presidente, usted tiene la palabra. Los Servidores Públicos, esperamos su respuesta.

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Publicado el  4  de diciembre de 2009 en el diario El Panamá América, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.