Testimonio para salvar vidas

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La opinión de la Jueza Undécima de Circuito de lo Civil del Primer Circuito Judicial de Panamá…..

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MARÍA LETICIA CEDEÑO SUIRA

Hace cinco años, Dios me dio la oportunidad de reiniciar mi vida. Una mañana palpé en mi busto una bolita de la cual no me había percatado anteriormente. Sin pensarlo, me comuniqué con mi médico de cabecera a quien le informé de mi hallazgo. Esa misma noche me examinó y tomó una muestra, recomendándome ir con un especialista. Allí comienza mi caminar con esta enfermedad. Luego de conocer el resultado positivo, pasé a cirugía para remover el tumor y someterme a los tratamientos, uno de los cuales aún continúa.

Demás está decir que para ese momento pasaba por la peor crisis de mi vida;  hacían escasos tres meses de la separación de quien fue mi esposo por más de 17 años. Encontrarme con un diagnóstico de cáncer fue devastador, pero, considero que, aún con los malestares y temores propios de la enfermedad, mi vida cambió para bien.

No niego que al principio fue muy difícil, especialmente en buscar la forma más sencilla de informarle a mis hijos. Dios me dio la fuerza necesaria para hacerlo;  Él siempre ha estado y estará a mi lado.

Han sido años llenos de días difíciles, de incertidumbre, malestares, tanto físicos como emocionales, pero también muy hermosos; con grandes enseñanzas. Éstas me han enriquecido, han hecho que aprenda a ver la vida y a las personas de otra forma, a no preocuparme innecesariamente por cualquier cosa o lo que sucederá mañana.

En ese camino me he topado con una gran cantidad de ángeles que, sin interés, se sumaron al nuevo recorrido de mi vida; muchos de ellos cumplieron su misión y siguieron adelante, otros, aún permanecen cerca de mí, siempre atentos a apoyarme en mis momentos de debilidad.

Cierto es que cuando te notifican que tienes cáncer todo tu mundo se vuelve oscuro y piensas que no podrás continuar adelante; surgen interrogantes, en especial, si tienes hijos. “ ¿Qué pasará con ellos si muero? ”, “ ¿cómo haré para afrontar esta enfermedad? ”, y muchas más, sin embargo, en mi caso, así como el Todopoderoso me dio la oportunidad de darme cuenta a tiempo de que tenía cáncer, así mismo me dio valor para realizar todas aquellas acciones necesarias para atacarlo con rapidez y la fuerza necesaria para asumir cada paso y mantenerme optimista.

Él me brinda las ganas de vivir cada día como si fuese el último, rodeada de mis seres queridos entrañables que siempre me han apoyado, expresando que me siento sumamente feliz y realizada como mujer profesional, llena de fuerzas y positivismo para seguir adelante con la tarea que me ha encomendado al darme esta segunda oportunidad.

Exhorto a mis compañeras y compañeros de trabajo, y a cualquier persona que lea estas cortas líneas, a que tomen las medidas necesarias para prevenir el desarrollo de esta enfermedad; un diagnóstico temprano da la oportunidad de atacarlo a tiempo, lo que brindará la enorme posibilidad de recuperarse como lo he hecho yo a lo largo de estos cinco años, llevando una vida plena y productiva al lado de mis familiares, amigos y compañeros de muchos años.

Por último, me gustaría que cualquiera que se encuentre en una situación similar y sienta la necesidad de conversar o ser escuchada, no dude en comunicarse conmigo.   Siempre es reconfortante sentir el apoyo de otras personas que han pasado por igual situación o que estén dispuestas a escucharles y brindarles una voz de aliento en momentos difíciles.  Gracias y bendiciones para todos.

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Publicado en  1 de enero  de 2010 en el diario La Estrella de Panamá y el 7 de enero en el Diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que le corresponde.