¿Dónde queda nuestro derecho al agua? …

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La opinión de…

Andrés Barrios López

Según las Naciones Unidas, «Ningún recurso es más básico que el agua. El agua es esencial para la vida, crucial para aliviar la pobreza, el hambre, y la enfermedad, y crítica para el desarrollo económico. Centenares de millones de hombres, mujeres y niños aún no tienen acceso al agua potable y sanitaria. Muchos permanecen desempleados porque los recursos hídricos no son suficientes para el crecimiento industrial y agrícola. Los problemas del agua en definitiva terminan siendo problemas de personas» (CEDHA: Centro de Derechos Humanos y Ambiente).

Panamá, no estaba exento del problema de garantizar el derecho al agua a toda su población. En el 2002, “(…) el 92,5 % de los hogares del país disponían de agua potable y (…) en el área rural sólo el 80,2% (…)”, lo cual incluía hogares de comunidades indígenas (OPS/OMS). Esa ocasión, se mencionó que el MINSA realizaba las gestiones necesarias para garantizar el derecho al agua en las áreas rurales.

Actualmente estamos pasando por la crisis del agua, es decir; ante el problema de garantizar el derecho al agua. El 8 de diciembre del 2010, inicio el problema de no garantizar nuestro derecho al agua. Al principio se justificó el problema y la solución que el Estado y sus entidades públicas estaban brindado (que se pensó sería transitoria). Pero, ¿Qué esta sucediendo? El problema no ha sido resuelto (se prolonga), empeorando la situación de necesidades básicas y condiciones de vida de nuestra población. Estamos ante un doble problema que se relaciona con el vital líquido.

El primer problema, es la escasez del agua que todavía el gobierno no ha dado la solución concreta, la cual debe ser una distribución constante que conlleve la posibilidad de beberse de manera satisfactoria este valioso líquido. El segundo, se relaciona con el primero; es decir, ante la imposibilidad de beber el agua, lo cual el gobierno y sus entidades públicas manifiestan que todavía se encuentra contaminada. Esto ha obligado a la población a realizar gastos económicos para comprar aguas embotelladas; favoreciendo a las empresas privadas que se dedican a la producción de ese lucrativo producto.

Es indiscutible la necesidad de nuestra población de garantizar este derecho, lo cual la ausencia de poder beberla a través de un servicio público de distribución; obliga a la población panameña a recurrir a su ingreso económico. Un ingreso económico que la mayoría de las personas y familias panameñas no cuentan actualmente. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo, la población urbana desempleada es de 7.7% para el año 2010. Esa cifra correspondería a la población que no logra garantizar actualmente su derecho al agua.

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<>Artículo publicado el 8  de enero de 2011    en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Una verdadera crisis se aproxima…

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La opinión de…

Andrés Barrios López

En esta administración del Estado han ocurrido hechos, donde el gobierno ha participado intelectualmente. Gobierno que ganó las elecciones con campañas políticas y frases populistas (¡Caminando en los zapatos del pueblo! y ¡Ahora le toca al pueblo!) que captaron la atención y apoyo del pueblo panameño.

El pueblo que siempre en la supuesta democracia impuesta a raíz de la invasión norteamericana de 1989, es el marginado y excluido por los gobiernos electos ¡democráticamente! El pueblo, el verdadero elector (votante medio), y que su interés es participar y elegir a candidatos de su preferencia; según las atractivas propuestas políticas (engañosas) que esos ofrezcan en su campaña política.

El problema actual, son las acciones sistemáticas del gobierno, el cual provoca consecuencias nefastas. Acciones buscando favorecer intereses personales y complacientes a la economía global que afectan a países como Panamá. Panamá esta pasando por una crisis económica, reflejada también en el desempleo. Situación que solo afecta a los sectores sociales más vulnerables. Un estudio realizado por la OIT (2009); muestra que Panamá en los años 2000-2006, estaba con un promedio de desempleo urbano de 14.5% por encima de otros países centroamericanos (Nicaragua, El Salvador, Honduras y Costa Rica). En el 2007 y 2008, disminuyó a 7.2% ubicándose como uno de los países con bajo porcentaje de desempleo a nivel Latinoamericano, pero no a nivel Centroamericano. Situación que varió en el 2009, cuando el desempleo aumentó a 7.9% ubicando a Panamá no entre los más altos, pero tampoco entre los más bajos de la región. Ejemplo para demostrar el colapso que sufrirá el pueblo gracias a las políticas neoliberales de este gobierno.

El gobierno, obstaculizador de los derechos humanos del pueblo vulnerable, donde los únicos que no tendrán sus derechos limitados, son los empresarios ricos y aliados de la economía global despiadada.

Entre las acciones sistemáticas o imposiciones políticas del gobierno; están: Ley 30; cambio curricular del sistema educativo; aumento del ITBM; cambio de la Ley 10 de la Comarca Ngäbe-Buglé; mal abastecimiento de agua potable en la ciudad de Panamá; mal cambio del servicio de transporte colectivo público; y mala recolección de la basura.

Esto demuestra el interés del gobierno de desarrollar políticas (neoliberales) que no favorecen a los sectores desprotegidos. Este favorece el crecimiento de la economía ligada a los empresarios nacionales y extranjeros relacionados con la economía global. Ejecutó políticas concretas, evidenciando el desinterés en los aspectos sociales, económicos y culturales que benefician al pueblo necesitado. Es un plan político muy sistemático, que no contemplo al pueblo como beneficiario; sino como instrumento para llegar al poder administrativo y ejecutar proyectos personales. Eso está repercutiendo en una crisis que solo está afectando al pueblo.

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<>Artículo publicado el  1  de enero de 2011   en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.