«Ante la masacre de Bocas del Toro: ni olvido, ni silencio, ni perdón».

La opinión de….

NELVA REYES 

El Espacio de Encuentro de Mujeres, durante todo el año 2010, realiza la Campaña «Alto al femicidio, la impunidad y la violencia de género», con el propósito de hacer conciencia en las autoridades y en la sociedad sobre estos asesinatos y la situación de violencia que afecta a las mujeres.

Este 26 de agosto se realizó un piqueteo frente a la Corte Suprema de Justicia, con el objetivo de rechazar el mensaje que se le envía a la sociedad panameña al proferirse fallos o sentencias que dejan en la impunidad los femicidios, nos solidarizamos con los familiares de las víctimas, quienes no encuentran justicia en estos procesos legales.

Esta situación de injusticia se manifiesta en los fallos, en los cuales se declara no culpables a los imputados dentro de procesos penales por asesinatos de mujeres. El sistema de justicia y todo el andamiaje debe garantizar la vida y el bienestar de las personas.

Las muertes violentas de mujeres en condiciones totalmente previsibles, como son los femicidios íntimos revela la urgencia de la entrada en vigencia del sistema acusatorio, la implementación de las medidas de protección, el nombramiento de jueces (zas) de garantías y de los juzgados de ejecución de sentencias.

La violencia contra las mujeres es un tema de seguridad nacional y de salud pública, por lo que la protección de las víctimas, la emisión de sentencias justas y el castigo ejemplar sin derecho a libertad por indulto de los femicidas, compromete directamente al Órgano Judicial, al Ministerio Público y al Ejecutivo.

El Observatorio Panameño contra la Violencia de Género (OPVG), adscrito a la Defensoría del Pueblo, los primeros seis meses del 2010, y parte de agosto, registra 46 mujeres muertas de forma violenta, de las cuales 31 son femicidio.

Rechazamos la criminal represión que se ha dado contra las y los trabajadores bananeros y la población indígena de Bocas del Toro.

Cada vida cegada es responsabilidad de quienes gobiernan y de todas las instituciones que tienen la misión de ejercer justicia y no lo hacen. ¡Ni una muerta más!

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Artículo publicado el  7 de agosto de 2010 en el Diario El Siglo, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Alto a la violencia contra la mujer

La opinión de….

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Nelva Reyes

El pasado 25 de noviembre, Día de la No Violencia Contra la Mujer, asumimos el compromiso de denunciar y exigir a las autoridades un alto a la violencia machista.

Durante el 2009, más de 70 mujeres fueron asesinadas. Lamentablemente, el primero de enero de 2010 iniciamos el año con el asesinato de Nelly Miranda, de 24 años, a manos de su cónyuge, Aurelio Lin Pérez, en la comunidad de la Higuera, en Chepo. Nelly deja cuatro hijos.

El 8 de enero, en la ciudad de Colón, fue asesinada por su ex pareja Jennifer Catherine Catuy, joven de 22 años. Jennifer había conseguido varias boletas de alejamiento por agresión y acoso. Deja tres niños.

El 20 de enero, acabaron con la vida de Juana Pérez Calles, de 28 años, residente en Las Huacas de Río de Jesús, en la provincia de Veraguas. Recibió varias puñaladas que le propinó su cónyuge.

El 23 de enero, Graciela Cabrera, de 32 años de edad, que vivía en Río Saíno, en la provincia de Colón, fue asesinada a machetazos por su ex pareja, Esmeraldo Domínguez.

Otros asesinatos de mujeres fueron los casos de María Camaño, de 70 años, en Puerto Vidal, Las Palmas de Veraguas; el de Anabel Lewis, en Almirante, Bocas del Toro; y por último, el de Joylis Pinilla González, en Colón.

Estos datos ponen de manifiesto la indolencia con que se trata la violencia doméstica y los «femicidios», y muestran la frialdad con que actúan los agresores, así como la complicidad de nuestro sistema de justicia con el patriarcado reinante en nuestra sociedad actual.

El hecho de que haya jóvenes que han sido asesinadas con varias boletas de protección en la mano -como es el caso de Jennifer- nos llevan a preguntarnos: ¿Dónde estaban las autoridades? Todas y todos sabemos que un pedazo de papel no detiene una bala, un cuchillo o un machete. Para ello se requieren políticas enérgicas que protejan la vida de las mujeres.

El Estado panameño tiene una deuda con las mujeres víctimas de la violencia, a quienes le sobreviven más de un centenar de niñas y niños, hoy huérfanos de madre.

Para estas niñas y niños exigimos becas, atención profesional, la creación de programas informativos de orientación, así como de lugares de protección. Cada vida segada es responsabilidad de quienes gobiernan y de todas las instituciones que tienen la misión de ejercer la justicia y no lo hacen.

¡No a la violencia doméstica! ¡Basta ya de femicidios!

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Publicado el 27 de febrero de 2010 en el Diario El Siglo a quienes damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que les corresponde.