Transportistas, metro y ATTT
Rodrigo Mejía-Andrión
Se calienta el sector transporte. Habrá medición de fuerzas. Las primeras batallas las ganarán los transportistas, pero al final vencerá el Gobierno si sabe aguantar, y si la ciudadanía, verdaderamente cansada del actual servicio público, decide jugarse el todo por el todo. Es ahora o nunca.
Cuando era niño se decía en Panamá que había que aspirar a Presidente para quedar en policía. Años más tarde la frase se invirtió. Había que aspirar a policía para quedar en Presidente.
Hoy nosotros aspiramos a un metro. Aspiración alta y ojalá podamos alcanzarla. En la charla de los expertos españoles en la Cámara de Comercio de hace varias semanas, el director general de Transporte de la Comunidad de Madrid, después de alabar al metro de Madrid, preguntó: “¿Será que Panamá necesita un metro? ¿No querremos matar moscas con cañones?”.
Hace casi tres décadas el recién electo alcalde de Curitiva, arquitecto Jaime Lerner, tenía aprobada una considerable partida para la construcción de un metro, pero dudó si debería invertir tanto dinero en solo unos cuantos kilómetros, y decidió analizar otros sistemas y llegó a la conclusión de que podría construir un transporte masivo tan efectivo como el metro, sin la necesidad de tener que encerrar al sistema y a sus usuarios.
Los números pronto le convencieron de que podía aplicar un sistema de transporte público al aire libre e incluir el servicio a los barrios alejados, por un valor total menor del que se pagaría por solo el tramo del metro.
Nació así un formidable ejemplo de transporte de superficie, organizado igual que el del metro, pero disfrutando de la ciudad y sus vistas.
Con las platas ahorradas construyó hermosas avenidas y parques, y con base a ellos diseñó una zonificación que aprovechara el nuevo y efectivo servicio.
Los colombianos siempre esperanzados en el prometido metro de los políticos durante décadas, corrieron a observar el exitoso experimento brasileño y decidieron utilizarlo, con cambios favorables. Este modelo bogotano ha llamado la atención mundial, ya que según informan los especialistas internacionales, es más eficiente que la gran mayoría de los metros del mundo. Otras ciudades como Quito, Sao Paulo, México, Guayaquil y otras seis ciudades colombianas han aplicado el sistema o lo construyen. En Pereira, por ejemplo, lo bautizaron como Metrobús.
En Panamá se dice que no tenemos la servidumbre para establecer un sistema de autobuses articulados, pero el arquitecto planificador Alberto W. Osorio, contratado por la Autoridad del Tránsito, diseñó los espacios para la habilitación de dos carriles exclusivos para autobuses, más dos carriles a cada lado para vehículos. Significaba eliminar estacionamientos de negocios que habían invadido la servidumbre, menos necesarios que contar con un transporte eficiente y confiable.
Conozco que el ingeniero Roberto Roy está analizando con técnicos especializados el problema planteado y confío en que su buen criterio permitirá tomar las medidas apropiadas entre las diferentes opciones en el tapete.
Los transportistas del Movimiento de Bases de Transportistas y Usuarios, temen resultar excluidos, aduciendo que no ven claras las condiciones para competir con grupos más pudientes, pero confío en que no se adhieran al paro anunciado, ya que también la ATTT tiene profesionales capacitados que sabrán incluir a los grupos interesados en mantener el servicio, ajustándose a los favorables modelos empresariales. Aprovecho la ocasión para invitar a quienes queremos defender el Casco Antiguo, para que el martes próximo a las 4:00 p.m. nos manifestemos en parque catedral y entrelacemos las manos para envolver toda la manzana donde se encuentra el P. H. Plaza Independencia que viola convenios internacionales que priman sobre las leyes nuestras.
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Publicado el 8 de agosto de 2009 en el diario La Prensa, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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