Las navidades y fiestas de fin de año de nuestros vecinos latinoamericanos

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La opinión de la Abogada…..
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Karla Hall

Comiendo el recalentado de navidad (dícese de la comida que logra sobrevivir a la noche buena y que por supuesto se aprovecha y se come al día siguiente) que en buen panameño es un plato de arroz con guandú, ensalada de papas, pierna, jamón o pavo, rosca de navidad, tamales y un buen vaso de ron ponche, para rematar, como si el contenido calórico no fuera suficiente!!!… me pregunté, después de semejante llenura propia de estas fechas, ¿Qué se acostumbrará comer en otros países de Latinoamérica para las fiestas de navidad y fin de año? ¿Qué costumbres o tradiciones tendrán el resto de personas para estas fiestas? ¿Comerán uvas, saldrán con las maletas o vestirán un panty amarillo en el año nuevo?…

Si nos remontamos a los inicios, la celebración de la navidad viene de la mano de nuestra herencia española siendo los ibéricos quienes nos trasladaron conjuntamente con su fe, su gastronomía que se fue mezclando con nuestra gastronomía autóctona, enriquecida a su vez por los aportes de la costumbres y comidas africanas de los esclavos durante la colonización… Estas costumbres y gastronomía resultante, se han venido acrecentando con los aportes de los inmigrantes de grupos europeos, asiáticos entre otros, quienes han encontrado en América Latina una segunda casa…

Siendo este el panorama, y en medio de semejante mescolanza, el banquete navideño en América Latina se compone de platos fuertes, servidos calientes, donde el pavo, como decía un amigo chileno “es el rey indiscutido”, pero no el único ganador, siendo que en muchos países también se sucumbe frente al puerquito como en Panamá.

Cada uno de nuestros países latinoamericanos tiene una forma especial y pintoresca de celebrar la navidad y las fiestas de fin de año, aquí les dejo algunos de los menús que logré que me enviaran mis vecinos amigos de dichos países:

Chile: El pavo es el rey indiscutido, puede ser relleno o simplemente asado acompañado con papas duquesas y ensaladas, también se come mucha carne de vacuno a la parrilla o bien a la cacerola, se bebe «cola de mono» que es una preparación parecida al baileys pero en vez de ser a base de whisky es con aguardiente de uva.

Costa Rica: pierna de cerdo…. el pavo todavía no es tan tradicional, pero en ocasiones se suele cenar pierna de cerdo para Navidad y pavo para fin de año… pero definitivamente, el cerdo sigue ganando!   Además, se hacen tamales y se brinda con rompope.

Salvador: lo más tradicional que comemos para estas fechas es pavo y los tamales.

Guatemala: En la capital suelen mucho comer pavo o pierna de cerdo y en el interior de la República, la cena tradicional, se acompaña con los deliciosos tamales.

Paraguay se cena con algún platillo típico como pato, cordero o pavo que se acompaña de calabaza o sopa espesa.

Puerto Rico cena de navidad comienza con un asopado de pollo, arroz con gandules o guineos en escabeche; de postre pastel de plátano verde relleno de carne que acompañan con pitorro, que es una bebida típica del lugar. Otros platos se sirven guineos (plátanos) cocidos, lechón asado, puerco a la varita, con morcillas y chicharrones, como postre el arroz con leche y el tembleque son especiales y para beber “el coquito”, compuesta con leche de coco y licor.

Colombia: lechón que se diferencia de otros que preparan en la cocina latina porque está relleno de arroz. También son muy típicos de la cena navideña los buñuelos y las natillas, que se hacen con leche y azúcar, las galletas y el manjar blanco con dulce en caldo, un dulce desamargado con azúcar, clavo de olor, cáscara de limón, brevas y mamey.

Venezuela: Hallaca (equivalente a nuestro tamal), pan de jamón.

Si bien es cierto nuestras tierras latinoamericanas tienen cada una a su manera una marca particular y costumbres diversas, todos compartimos y disfrutamos de la cena de navidad y de fin de año, rodeados de nuestros familiares y allegados, llenos de alegría y felicidad, inundados del espíritu de la navidad!

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Publicado en 30 de diciembre de 2009 en el diario El Panamá America, a quien damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que le corresponde.