Los kunas y la separación de Panamá de Colombia

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La opinión del Educador Kuna…

Rodelick Valdes R.  

Durante este mes, el país repasa los hechos acaecidos en los primeros días de noviembre de 1903, se resaltan los personajes que tejieron muestra historia patria. Sin embargo poco se habla de dirigentes indígenas de la etnia kuna que tomaron partido en los eventos posteriores a la gesta istmeña y en la consolidación de la soberanía. Tal vez no es común escuchar nombres como Inanaginya, Inabaginya, Nele Kantule, Colman, Carlos Robinson, Inadoiginya e Igwanabdiler.

Cuando Panamá se separó de Colombia, el pueblo kuna debía decidir si apoyaba a la nueva república o seguían al lado de Colombia.   Carlos Robinson de Nargana fue uno de los primeros en reconocer a Panamá.    Después, se dieron cita la gran mayoría de las comunidades en un magno congreso general para analizar el tema, donde el Saila Inanaginya (máximo jefe de la comarca) y su consejero Inabaginya optaron en seguir con el país sureño siendo respaldado por un grupo de comunidades. Colman, Nele Kantule y otros prefirieron unirse a la nueva república, facción que también tuvo sus seguidores.   Esa división interna de los kunas, se agravó más cuando el cacique principal muere y sus sucesores no llegaron a un consenso.

Entre tanto, Los primeros gobiernos de Panamá le prestaron más atención a los pueblos que habían aceptado su soberanía desde el inicio, mientras que las islas rebeldes fueron objetos de medidas coercitivas y desconocían a sus autoridades para intimidarlos. Los propios presidentes Carlos A. Mendoza (1910) y Belisario Porras (1915) llevaron la desagradable experiencia de ver ondeando banderas colombianas en algunas islas durante su visita a la región. Entonces, los Intendentes, representantes del gobierno en la zona, iniciaron una política conciliadora y recomendaron a sus superiores mejorar el trato hacia los indígenas rebeldes para atraerlos.   Tras varios intentos de acercamiento, el Intendente Humberto Vaglio negoció con el cacique Inabaginya para que finalmente reconociera a Panamá.   Así los últimos pueblos izaron la bandera panameña a partir de 1919.

¿Pero por qué una confederación de pueblos se negaba a reconocer a Panamá? Las causas eran históricas y económicas. Desde el siglo XIX los kunas habían entablado una buena relación política con Colombia, a pesar de sus limitaciones. Además los vínculos comerciales entre ambos pueblos era satisfactorio y se pensaba que los panameños no tendrían el mismo trato para con ellos. De hecho, desde esos años sea mantenido esas relaciones comerciales hasta la actualidad y aún quedan pendientes en desarrollar y ejecutar programas sociales con su pueblo. Por lo tanto, recordar la ideología de estos caciques indígenas también hacemos patria.

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<>Artículo publicado el  15  de noviembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.
Más artículos del autor en: https://panaletras.wordpress.com/category/valdes-rodelick/

¡Loor a la Patria!

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La opinión del Educador ...

Rodelick Valdes R. 

Cuando llega noviembre nuestro tricolor, de diferentes tamaños, se toma las calles, avenidas y balcones; las tonadas patrióticas resuenan con más frecuencias en campos y ciudades; retazos de historia panameña son citados o recordados por los medios de comunicación y decenas de familias y conciudadanos se vuelcan a ver los desfiles.

Estas manifestaciones patrióticas no están mal, lo que no se quiere es que sea como una fiebre del momento, pues pasado los días, nos montamos en otra ola llamada Navidad, tiempo del consumismo y posteriormente los Carnavales donde todo es permitido.

Es oportuno reflexionar que el amor a la patria no se circunscribe a las manifestaciones descritas, pues los mismos deben de recordarnos el compromisos y responsabilidad que tenemos todos los panameños para echar adelante esta bella tierra para todos vivamos en paz y prosperidad.

Nuestro amor por esta patria realmente empieza desde nuestro hogar, lugar donde educamos a nuestros hijos con principios y valores positivos para que sean jóvenes respetuosos de las propiedades públicas y privadas en la calle y que sean responsables en su trabajo al ser adultos. Con la labor diaria de los ciudadanos sin actos de deshonestidad ni de corrupción, así hacemos patria.

Por su parte nuestros gobernantes deben recordar siempre que sus acciones, obras, decisiones y leyes deben ir en pro y beneficios de la mayoría y no deben afectar sus derechos ni muchos menos ser causante de descontentos populares.

Si ellos como administradores del Estado ignoran el clamor del pueblo y dan pie a enfrentamientos previsibles y tiñen de sangre a la patria, entonces su patriotismo se engaveta el resto del año, y se desempolvan cuando llega la ola de noviembre.

Además nos sentiremos regocijados si nuestra patria imparte una verdadera justicia, que sus recursos lleguen a los más desposeídos, que su educación e instrucción sean de calidad, que las leyes se cumplan, que no exista discriminación entre nosotros y que los niños tengan un horizonte promisorio.

Si todos juntos, desde nuestro lugar y trabajo cumplimos con nuestro deber sin distinción de sexo, etnia, religión ni ideologías, como lo establece nuestra Constitución, estaremos haciendo patria no solo hoy sino todos los días.

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<>Artículo publicado el  1  de noviembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.
Más artículos del autor en: https://panaletras.wordpress.com/category/valdes-rodelick/
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Los gobernadores en las comarcas

La opinión del Educador Kuna….

Rodelick Valdés R. 

Desde inicios de la vida República, el Gobierno panameño buscó su representación en los territorios ocupados por los indígenas.   En 1907, el designado José Domingo de Obaldía nombró al sáhila Carlos Robinson como gobernador de los kunas. A partir de la década de 1930 se crearon reservas en Kuna Yala, Darién, Kusapin y Tabasará, que constituyeron la base de las comarcas indígenas en esas regiones, al frente quedaron los Intendentes en representación de los gobiernos.

Desde 1953 la figura del Intendente se iguala a la de un gobernador en la comarca kuna Yala. A pesar que las funciones de los gobernadores comarcales se establecieron en las respectivas leyes que crearon esas divisiones políticas especiales, por medio de la Ley 2 de 2 de junio de 1987, se reglamenta el artículo 249 de la Constitución Política sobre las funciones de los gobernadores de las provincias. Esta norma determinó que en las comarcas indígenas se aplicará el mismo régimen jurídico establecido con respecto a sus atribuciones. Más tarde se expidió la Ley 19 de 1992 para revisar y modificar las funciones de los gobernadores, que no introdujo mayores cambios.

Con estos antecedentes podemos analizar y comparar las funciones y atribuciones de los gobernadores en las comarcas con las de sus compañeros de las provincias, para luego valorar su efectividad.

Desde nuestro punto de vista, la Ministra Roxana Méndez, debe aprovechar el momento de la reciente reestructuración de su nuevo Ministerio, para revisar, actualizar y contextualizar más las atribuciones de los gobernadores para que tengan más proyección social y cultural, pero sobretodo efectividad en sus comarcas, con el propósito de que la posición deje de ser un ente netamente administrativo y convertirlo en un verdadero representante del Presidente.

Para ello se debe dotar a la institución de más recursos humanos y económicos para asistir a los habitantes de la región en sus necesidades, crear un consejo de gobernadores indígenas con la participación del ministro (a) con la finalidad de intercambiar experiencias en la ejecución de planes y programas en sus territorios y para darle un seguimiento permanente del avance y marcha de las obras del gobierno en las comarcas.

De no darse ajustes administrativos en el ramo por este u otros gobiernos, tal vez seguiremos con los mismos problemas e indicadores en la región. Actualmente, de las cinco comarcas existentes en el país, tres tienen gobernadores.

<> Artículo publicado el 24  de septiembre de 2010 en el diario El Panamá América, a quienes damos,    lo mismo que al autor,   todo el crédito que les corresponde.

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Proceso y Evaluación en la Educación

La opinión del Educador Kuna….

Rodelick Valdes R. 

El sistema de evaluación en nuestra educación se basa más en medición que formación y es más cuantitativo que cualitativo, y es el sistema como está operando que hace que los resultados sean numéricas más que una formación integral. El periodo de evaluación para observar el avance o promoción de los niños y jóvenes es bimestral, regulado por el decreto 123 de 1958, modificado por los decretos 128 de 1965 y 399 de 1985, y restablecido por el decreto 114 del 2 de junio del 2000. Ahora el MEDUCA piensa reestructurar el calendario en trimestres.

De implementarse el sistema de trimestres los docentes emplearían más tiempo de ese periodo para evaluar a los estudiantes. Entre tanto, ellos tendrían menos posibilidad para recuperar o reponer las materias reprobadas en periodos anteriores. Las asignaturas con 4 o 5 horas de clases a la semana tendrían que hacer exámenes mensuales y no trimestrales por el extenso material del contenido que abarcarían. En todo caso el trimestre se circunscribe a la simple medición y no resolverá el problema de fondo por que nuestro sistema de evaluación está por mejorar.

Si ya está en ejecución este sistema de trimestres en algunos planteles seria conveniente divulgar y analizar los porcentajes de los indicadores de reprobados por trimestre, repitencia anual y deserción escolar. En caso que los resultados sean positivos y haya disminuido los índices de los indicadores mencionados, entonces, seria bueno implementarlos en las demás escuelas.

Para una real evaluación de nuestros estudiantes es importante prestar atención y evaluar al proceso de educación que ellos reciben y no una calificación de su instrucción y enseñanza. Primero, comenzaríamos evaluando las condiciones de los salones y escuelas donde estudian nuestros hijos. Segundo, los padres realmente cooperan en sus deberes con la formación integral de sus hijos en sus hogares (Decreto 245 de 16 de julio de 1985). Aunque recomendaría que los padres lleven un registro de la efectividad de la educación de los alumnos. Si no hay ningún tipo de cambio en su formación en su hogar ni en su comunidad, habría que revaluar al estudiante. Tercero, el ejemplo de los educadores con sus estudiantes es indiscutible y su influencia en su proceso es determinante. Cuarto, la revisión de los mecanismos e instrumentos de medición y evaluación a los estudiantes de manera integral en base a principios, hábitos y valores que sea a tono con su sociedad. Quinto, que el nivel de participación de las empresas privadas en el proceso de educación sea tangible y permanente. Con respecto a este punto, el pasado 15 de agosto se cumplió un año del programa “volvamos a la aula”, en la cual las empresas serian los padrinos de los colegios. Pareciera que para el MEDUCA el mismo fue simplemente un marketing pues desde ese día muchas empresas se olvidaron de sus colegios y el Ministerio de Educación tampoco le ha dado seguimiento al tema, ni se ha evaluado. Esto indica que poco le interesa el proceso, pero sí critican los resultados.

Mientras sigamos con la idea de que los estudiantes solo aprenden, se educan y se evalúan en las escuelas, y nosotros como padres, como autoridades y como sociedad no tenemos nada que ver en su proceso, seguiremos teniendo buenos profesionales en diferentes especialidades pero carentes de valores positivos hasta irrespetuosos con los demás, y la culpa es el sistema que da prioridad a las puntajes y no al ser como persona.

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Artículo publicado el 31  de agosto  de 2010 en el Diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que a la  autora,   todo el crédito  que les corresponde.

La primera visita presidencial a Kuna Yala

Dentro de esos 100 años que han pasado son contados los presidentes en ejercicio de sus funciones que han ido a visitar Kuna Yala y otras comarcas indígenas; la mayoría lo hace en su campaña política o cuando haya ocurrido un desastre natural, para sofocar alguna rebelión o simplemente para calmar los ánimos de los siempre marginados. Leamos completo el artículo de opinión de…

Rodelick Valdés R. 


En este mes de agosto se cumplen 100 años desde que el Gobierno panameño hiciera la primera visita oficial a Kuna Yala desde su separación de Colombia. Por ser un hecho parte de la memoria histórica de nuestra nación es oportuno darlo a conocer a las presentes generaciones.

El 12 de agosto de 1910 partió desde Colón en dirección a las islas de Kuna Yala el remolcador “Empires”, a bordo iba la comitiva gubernamental. La delegación la encabezaba el propio presidente de la República, Carlos Antonio Mendoza. Lo acompañaban en el viaje el secretario de Gobierno y Justicia, Ramón M. Valdés; el secretario de Obras Públicas, José E. Lefevre; el gobernador de la provincia de Colón, Rafael Neira; Mr. Morgan, un representante de los norteamericanos con fuertes intereses económicos en la región, y un reportero de un diario de la localidad. La misión era conocer la realidad del lugar de primera mano al más alto nivel, para la implementación de planes y proyectos en el ámbito, social, económico y militar con el propósito de desarrollar actividades y de promover la “inclusión de los indígenas a la vida nacional”.

Durante el recorrido, el presidente Mendoza quedó sorprendido y perplejo al ver que en algunas islas aún ondeaban banderas colombianas; sus dirigentes y sus habitantes se mostraron reacios a los visitantes e incluso algunos le daban poca importancia a la llegada del mandatario a su circunscripción.   Estos pueblos eran de la facción del cacique Inabaginya, que todavía no reconocía la soberanía del istmo. También visitó a las comunidades que ya habían aceptado y reconocido al Gobierno panameño, entre ellas Puerto Obaldía, Cartí y Narganá. En esta última isla el Presidente vio el avance de la tarea “evangelizadora” del padre Leonardo Gassó, y la predisposición del líder local Carlos Robinson para con los planes del Gobierno.

El 16 de agosto, los dignatarios oficiales llegaron a la ciudad y afirmaron que el viaje a la tierra de los kunas había sido un éxito.  Era la primera vez que un Presidente de Panamá recorría esa región. Posteriormente, los gobiernos subsiguientes pusieron en práctica una serie de planes entre los kunas.

Dentro de esos 100 años que han pasado son contados los presidentes en ejercicio de sus funciones que han ido a visitar Kuna Yala y otras comarcas indígenas; la mayoría lo hace en su campaña política o cuando haya ocurrido un desastre natural, para sofocar alguna represión o simplemente para calmar los ánimos de los siempre marginados.

Tal vez, para el Presidente de turno pase inadvertida la fecha, pero para nosotros es un momento de reflexión y se espera que los mandatarios visiten las zonas indígenas durante su gestión para ver las necesidades reales de sus pobladores.

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Este artículo se publicó el 5 de agosto de 2010  en el diario La Prensa,  a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Ley que recuerda al cacique Inabaginya

La opinión del Educador Kuna….

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Rodelick Valdés

El pasado 26 de abril, la Asamblea Nacional de Diputados aprobó por unanimidad la Ley Nº 107 por medio del cual se declaró el 13 de junio de cada año, Día del Cacique Kuna Inabaginya. Con esta Ley, el Estado panameño por medio del Órgano Legislativo honra y reconoce la trayectoria y contribución al fortalecimiento de nuestra nacionalidad del cacique Inabaginya.

El saila nació alrededor de 1860 en la aldea de Ginya. Posteriormente su población llegó a la costa caribeña y fundaron el pueblo de Sasardi, en la época en que los franceses realizaban exploraciones en la región para ubicar una de las posibles rutas de un canal interoceánico.

Desde muy joven Inabaginya recibió una formación cultural de su maestro el saila Inanaginya. Tras la muerte de este, Inabaginya lo reemplazo como líder regional. Su fama como defensor de los recursos naturales y marinos llegó a oídos de los gobernantes tanto de Panamá como de Colombia por sus constantes denuncias de la explotación de los recursos por los inescrupulosos cazadores.

Viajó y se entrevistó con los gobernantes de ambos países para tratar temas políticos, de soberanía y de explotación de los recursos naturales. El gobierno colombiano le dijo que ya no tenía jurisdicción de esos territorios, mientras que Panamá empleaba y ejecutaba algunas medidas para acercarse a la facción de Inabaginya, que al principio no aceptó las propuestas de Belisario Porras.

Formalmente, en el año de 1919, Inabaginya reconoce la soberanía de Panamá. En el año de 1932 las islas de la confederación de Inabaginya participaron en las elecciones de ese año. El Cacique murió el 13 de junio de 1938 en su pueblo de Muladup.

Con la Ley Nº 107 se retrotrae la figura de Inabaginya al ámbito social y cultural actual de los pueblos indígenas de nuestro país, en medio de las concesiones mineras en otras áreas comarcales, construcción de hidroeléctricas, explotación de árboles madereros en zonas protegidas del Darién y desalojos de comunidades Nasos violando todo tipo de derechos humanos. La defensa de los recursos e intereses sociales de los pueblos indígenas debe partir de organismos o instituciones democráticas de nuestra nación que tanto pregonan derechos.

Así como se debatió en torno a la vida, trayectoria y aporte de Inabaginya en el pleno legislativo, se requiera que los diputados indígenas y no indígenas asuman su función de ser los fiscalizadores de los atropellos e irregularidades que las autoridades del Órgano Ejecutivo cometan con los hermanos indígenas y de denunciarlos ante la faz del país.

Inabaginya es el tercer cacique kuna que se le aprueba una Ley para la conmemoración de su día. Los otros son Nele Kantule y Simral Colman. Finalmente esperamos que la proyección de la Ley no solo sea en pueblos indígenas sino en el resto de la sociedad panameña para que se reescriba la historia patria y que las presentes y futuras generaciones panameñas sepan, conozcan y valoren la participación de los caciques indígenas en los albores de nuestra república.

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Este artículo se publicó el  9  de junio de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Cambios curriculares

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La opinión de…..

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Rodelick Valdés R.


El Ministerio de Educación desarrolla la tarea de revisar, analizar y modificar el currículo para una nueva propuesta educativa. Es fundamental presentar algunos planteamientos relacionados con el proceso y aplicación de los mismos; de ignorarse o desvirtuarse, por razones políticas y ajenas a la voluntad de los sectores involucrados, limitará el cumplimiento de los objetivos.

Los cambios curriculares deben ser integrales, concentrando esfuerzos en la media y atendiendo elementos del entorno social, cultural, lingüístico, económico y tecnológico de los estudiantes para facilitarles las herramientas. Para alcanzar estos fines en un tiempo perentorio, no bastará con cambiar materias ni ofrecer solo seis bachilleratos.

Un nuevo currículo debe planificarse en cuatro pilares, que son: eficiencia del recurso económico, optimización en la administración del sistema, actualización del pensum académico e integración de los padres de familia al proceso educativo.

Para la eficiencia del recurso económico, los fondos del Fece y el presupuesto de inversión de la institución deben reorientarse para atender a los centros escolares y reacondicionar los salones del siglo XXI, para los proyectos tecnológicos y culturales de los alumnos, los programas de asistencia de los estudiantes con talento, pero con escasos recursos, para la remodelación de las estructuras y para capacitar a los educadores, pero bajo la anuencia, aprobación y supervisión de la comunidad educativa. Podrán cambiar las ofertas académicas, pero si se siguengastando millones en consultorías, ensalarios de los tecnócratas, siempre existirán limitaciones financieras en las aulas escolares.

Integración de los padres de familia al proceso educativo: De todas las células activas de la sociedad, la familia, es la más determinante en la educación de los niños y jóvenes. Cuando entran al sistema, llegan con una formación de su hogar y muchas veces se refleja en la conducta con la interacción con el grupo. De allí se dan casos de estudiantes que destrozan mobiliario en las manifestaciones, desarman las bancas, rayan las paredes y los aparatos tecnológicos, con la mentalidad de que esos materiales los va a reponer el Estado.

Si los padres no inculcan a sus hijos el cuidado de los bienes de la escuela, ni cooperan con el proceso de formación de buenos hábitos y valores, los recursos se perderán innecesariamente año tras año. Dentro de esa concepción se requiere una integración de la familia, más que una limitante participación en las asambleas de padres de familia o en las reuniones de entrega de boletines.

Ese currículo adjunto, de formar y educar a los niños y jóvenes desdela casa, sería la base de una educación cimentada en principios de un ciudadano íntegro.

Optimización de la administración del sistema. Dentro de este pilar se encuentra el recurso humano que lleva adelante los hilos de la políticaeducativa desde un aula hasta el despacho de un ministro. Optimización del sistema significa mejores condiciones de trabajo de los educadores, directores líderes y dispuestos a cambiar su centro, supervisores capacitados en su labor, directores comprometidos con su comunidad, ministro competente, sensible y estadista. Cada uno debe ser un eslabón de esa cadena a la cual otros se sumarán, si no habrá un divorcio entre los niveles.

Actualización del pensum académico. La revisión, actualización y reorientación de algunas materias es necesario, mas no su eliminación. Las mismas deben ceñirse a la sociedad en que vivimos, con valores morales para reforzar la honestidad y el respeto. El uso de la tecnología en un mundo digitalizado es una herramienta ineludible actualmente, y la práctica de un deporte o el toque de uninstrumento llevará a los jóvenes a una vida sana y llena de cultura.

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Publicado el 4  de enero de 2010 en el Diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Políticas indígenas y el Estado panameño

La opinión del educador indígena…..
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Rodelick Valdes

Políticas indígenas y el Estado panameño
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En los últimos meses los grupos indígenas de Panamá han reforzado sus protestas ante un nuevo gobierno, que en campaña prometió calzar los zapatos del pueblo, de escuchar a los más olvidados y de poner el interés de los más necesitados por encima de los partidos políticos.

No obstante, los nativos han abierto varios frentes como antesala al mes de octubre.  El 30 de marzo del año en curso los Nazos fueron desalojados de las tierras, donde habían vivido por décadas.   El gobierno saliente de Martín Torrijos ignoró las peticiones de los afectados, dejando el tema a la administración entrante.   Los Nazos continuaron pidiendo la mediación del nuevo gobierno, para ello decidieron trasladarse a la capital en busca de respuestas concretas, así el 2 de septiembre levantaron campamento improvisados en la Plaza Catedral, mas sus solicitudes cayeron en sacos rotos.

El grupo fue desalojado el jueves 24, sin llegar a ningún tipo de acuerdo, mientras el Presidente Martinelli discursaba sobre sus planes para atender a los marginados socialmente y sus subalternos hacían todo lo contrario. ¿Los Nazos continúan errantes en medio de promesas de gobierno?

El 16 de septiembre se abrió un nuevo frente, cuando otro grupo de indígenas iniciaron una caminata desde Quebrada Guabo, comarca Ngöbe-Buglé y terminaron en la ciudad de Panamá para hacer entrega de un pliego de peticiones al gobierno central.

Entre los reclamos está la ratificación del Convenio 169 de la OIT, que data desde 1989, y de la resolución de los Derechos de los Pueblos Indígenas promovida desde 1994 y aprobado por la ONU en 2007 y pendiente de la adopción por la Asamblea Nacional de Diputados. Además piden al gobierno cancelación de las concesiones mineras que está afectando su medio ambiente.

La movilización llegó a la Presidencia el 12 de octubre, día fatídico para todos los pueblos nativos de este continente.

A pesar de que han pasado 517 años, los indígenas siguen luchando contra un sistema político, económico, social, educativo y cultural impuesto por los dominantes que nunca han podido entender la filosofía, religión y cosmovisión de los autóctonos.

Para los indígenas esos días son de reflexión histórica y toma de conciencia por las imperantes necesidades de sus pueblos, les da el aliento para renovar sus convicciones ideológicas con la esperanza de alcanzar sus propósitos, que un día soñaron los líderes de su etnia que los antecedieron.

Otro frente a considerar está en la comarca Kuna Yala. El conflicto limítrofe en la reserva, ha salido a la luz pública por la intromisión de colonos inescrupulosos que urge la mediación de autoridades gubernamentales para dilucidar este asunto y evitar consecuencias nefastas.

El Estado panameño no tiene una política estructurada y definida hacia los pueblos indígenas (como lo ha demostrado los últimos tres gobiernos) para hacer frente a las solicitudes y carencias de manera consistente e integral, sino que actúan y atienden improvisadamente, cancelando programas y proyectos sociales, culturales y educativas o postergando obras prioritarias o sino trabajan poniendo parches o apagando fuegos a las demandas de los indígenas.

Hoy por hoy los pueblos indígenas de nuestro país están organizados con sus respectivos Congresos Generales y Regionales, con los cuales se puede trazar una hoja de ruta para impulsar una verdadera participación e integración de estos grupos en nuestra sociedad.

Quedan deudas históricas pendientes por cumplir por parte del Estado panameño, y mientras existan poblaciones indígenas, seguirán sus luchas.

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Publicado el 20  de octubre de 2009 en el diario El Panamá América, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

Salud pública e integral en áreas indígenas

La oponión del educador indígena….

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Rodelick Valdes

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Salud pública e integral en áreas indígenas

Hace poco leí la noticia que decía ”MINSA identifica lesión por 2.3 millones”. Por muchos años las áreas indígenas han sido parte de los discursos de los políticos, de las autoridades de turno, de los organismos no gubernamentales locales y de los organismos internacionales.  Los millones que destinan las diferentes entidades financieras internacionales a esos grupos en materia de salud, al final del proceso los resultados no llegan ni se concretan por malversación de fondos y desvíos de recursos a otras instancias o proyectos o quedan inconclusas por materiales de mala calidad o por falta de una supervisión o monitoreo constante.

Desde mi punto de vista, el sector salud de las áreas indígenas ha estado en desgreño por los últimos gobiernos, solo basta visitar algunos centros médicos de esas apartadas zonas.

El año pasado tuve la oportunidad de visitar la comarca Kuna Yala con voluntarios de la Fundación Norteamericana VIDA y pude percatarme de la realidad de estos centros médicos.   El puesto de Usdup atiende a más de 2,000 habitantes con una infraestructura que necesita urgentemente un anexo, no tenían insumos médicos, “farmacia” desabastecida de medicamentos básicos, mobiliarios destruidos, falta de equipos técnicos para casos urgentes y remodelación de sus techos.

A dos horas en bote se localiza otro centro de salud en la isla de Muladup, cuyas instalaciones datan desde inicios de 1970, construido por los religiosos españoles y diseñado para que en el futuro se levantara un segundo piso. Sólo el gobierno de la época nombró personal de planta, pero la anhelada ampliación sigue en espera y sufriendo las mismas necesidades de Usdup.

Así podemos ir describiendo las carencias del sector salud en esa área indígena que es igual en las demás comarcas; promesas vienen y promesas van.   Qué bien hubiera sido si esos 2.3 millones se hubiesen invertido en los centros médicos y para atender la salud en zonas indígenas. Por las condiciones geográficas de las áreas indígenas es necesario una ambulancia acuática para trasladar a los pacientes en casos de urgencia desde su poblado al hospital más cercano.

De seguro nadie quedara detenido ni mucho menos condenado por esta lesión patrimonial, sin embargo, los pacientes continuarán esperando sus medicinas, los enfermos seguirán padeciendo y muriendo por falta de equipos adecuados, los médicos y enfermeras proseguirán trabajando en medio de la falta de insumos y las comunidades más remotas continuarán soñando con una ambulancia acuática para trasladar a sus enfermos a otro centro médico.

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Publicado el 11 de septiembre de 2009 en el diario El Panamá América; a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Día de los pueblos indígenas y sus necesidades

Día de los pueblos indígenas y sus necesidades

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Rodelick Valdés
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La Asamblea General de las Naciones Unidas en pleno aprobó la Resolución 49/214 el 23 de diciembre de 1994. El 9 de agosto de cada año sería el “Día Internacional de las Poblaciones Indígenas”, tras una larga carrera y de obstáculos en la consecución de tal distinción mundial.

La fecha hace referencia a la primera reunión que realizó el grupo de trabajo sobre los Pueblos Indígenas de la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos en 1982. En Panamá, los pueblos indígenas están integrados por siete grupos (ngäbe, kuna, buglé, emberá, wounaan, naso y bri bri). Nuestro país ha dado muestras significativas de avance en materia de la territorialidad de los aborígenes con la creación de comarcas desde 1938 (la de Kuna Yala) hasta 2000 (la de Wargandí), la aprobación de una ley por la cual se aplica la justicia indígena en sus territorios, así como la creación de la unidad u oficina de acceso de la justicia ordinaria dentro de la Corte Suprema de Justicia, la implementación de la educación bilingüe intercultural, sobre todo en territorios kunas para que los niños puedan aprender en su propia lengua en los primeros grados; sin embargo, aún quedan en el tintero aspectos a considerar para la continuidad del procesos de desarrollo humano de sus poblaciones con la finalidad de cumplir o alcanzar las metas del milenio en materia de derechos indígenas, entre los cuales están:

1. La falta de políticas sociales y culturales. En la mayoría de los casos las instituciones no tienen definidas las políticas sociales para los pueblos indígenas, por lo tanto, no conocen las prioridades o diferencias de cada pueblo.

2. La poca inversión social. Como no se tiene clara la política social, trae como consecuencia poca inversión en el sector de salud (falta de medicamentos, infraestructura, falta de camillas y equipos técnicos en mal estado), de educación (escuelas por remodelar, falta de docentes, limitados recursos económicos y programas descontextualizados).

3. Poca participación en la vida social. Desde inicios de la vida republicana la población indígena fue marginada. A pesar de poseer algunas instancias democráticas, la sociedad debe dar más espacios para los indígenas en temas de interés nacional, pues existen profesionales de diversas disciplinas dispuestos a opinar o aportar.

La creación de las comarcas indígenas solo fue un paso dentro de un proceso de desarrollo integral valorando su lengua, su economía, su filosofía, su cosmovisión, su educación, su gobierno, su medicina y su autodeterminación para seguir con la planificación de políticas indígenas con carácter social y cultural, que permitirían el desarrollo humano con bases sólidas y su inserción y participación activa dentro de una sociedad multiétnica de Panamá.

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Publicado el 6 de agosto de 2009 en el diario La Prensa, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Una nueva educación

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Una nueva educación

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Rodelick Valdes
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Un nuevo gobierno asumió la administración del Estado panameño; como es natural, los diferentes estamentos de la sociedad esperan cambios que lleguen en su realidad social. Tal vez el sector educativo sea el que más expectativa ha generado, particularmente entre la población indígena y áreas rurales. Se sabe hasta la saciedad que dichos grupos son los más vulnerables social y económicamente, sin embargo, en muchos casos las leyes nacionales que tienen que ver con la materia no los beneficia.

Veamos algunos casos, la Ley No. 49 de 18 de septiembre de 2002 y la Ley No. 50 de 1 de noviembre del mismo año, rigen los fondos de equidad y calidad educativa (FECE) y su distribución. La segunda ley en su artículo 20, el artículo 204-A que dice que “El monto de este fondo, destinado a los dos primeros niveles del sistema educativo, será distribuido de acuerdo al número de estudiantes de cada plantel y…”.

Los centros educativos urbanos tienen las matrículas más altas, mientras que en las áreas comarcales su matrícula es muy baja, por consiguiente, para ellos los recursos siempre serán limitados. Igualmente la norma legal establece que el 75% del fondo será destinado para mobiliario, mantenimiento y materiales pedagógicos.

Solo el pago del transporte para trasladar los materiales a esas zonas apartadas es muy costoso en comparación con los centros urbanos. Esto conlleva que un porcentaje considerable de ese renglón se pierda en fletaje.

Los estudiantes de esas regiones van a las escuelas sin los útiles escolares completos o sin almorzar, sin embargo, los recursos que se suministran son iguales a los de sus compañeros de los centros urbanos. Además, sus padres de familia son personas que se dedican a la agricultura y a la pesca, y sus madres son amas de casa, pero los de centros urbanos trabajan y tiene ingresos mensuales para hacer frente a los gastos de sus acudidos.

Pero eso no es todo; a los supervisores regionales se les dificulta cumplir con sus funciones por la falta de una lancha y el alto costo del combustible (cinco dólares el galón) que lo traslada a una escuela que está a cuatro o hasta a ocho horas en bote, mientras que sus colegas de los centros urbanos solo abordan el carro de la institución y cumple con su trabajo.

Considero que el Estado debe replantear la asignación de los recursos del FECE atendiendo la ubicación de los colegios en las zonas rurales o indígenas, las necesidades sociales de los estudiantes, los escasos recursos económicos, el costo de los materiales de mantenimiento y subsidios de proyectos agropecuarios.

Estos criterios permitirán darles dignidad a los estudiantes, recuperar a los centros abandonados y que los directores tengan los recursos necesarios para la inversión, pero con una verdadera auditoría.

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Publicado el 27 de julio de 2009 en el diario La Prensa a quien damos, al igual que al autor, todo el crédito que les corresponde

Un cambio a medias en Kuna Yala

Un cambio a medias en Kuna Yala

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Rodelick Valdés -Educador kuna

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Hace pocas semanas, leía una noticia sobre los concursos de las Direcciones Regionales de Educación a nivel nacional, sin embargo. me lleve una sorpresa. al enterarme que las Direcciones Regionales Comarcales no irán al concurso. No comprendo ni acepto las motivaciones que llevó a la nueva ministra tomar tal decisión. ¿Será que el cambio es parcial, regional y no integral? Me pregunté.

Recordemos que a finales de la década de los 70 se hablaba de las Direcciones Provinciales y para esa época la comarca de Kuna Yala ya tenía su sede regional en la comunidad de Narganá. Posteriormente las oficinas se trasladaron al poblado de Playón Chico, donde se localiza actualmente. En planta regional laboran más de 20 personas entre directivos administrativos, supervisores, secretarias, contadores trabajadores manuales y otros. La dirección cuenta con sus propias instalaciones, no como otras Direcciones Regiones que no tienen edificio propio y representan gastos onerosos al fisco nacional en pago de alquileres. La Dirección tiene un presupuesto anual para su operación, administración y logística educativa. Dentro de ese marco de referencia, es indiscutible que la Dirección Regional de Kuna Yala y otras regiones comarcales se lleve a concurso, pues existen en el banco de datos del MEDUCA profesionales kunas con alto nivel de preparación a nivel de post-grados y maestrías. De no hacer cumplir las autoridades de Educación los artículos 43, 44 y 45 de la Ley Orgánica de Educación vigente, que rigen los requisitos, y nombramientos de los directores regionales habrán continuado con las mismas practicas de los ministros pasados que prefirieron llenar como espacios políticos con designaciones de a dedo de sus copartidarios.

Los cambios que espera la comarca en el tema educativo es amplio y urgentes, tales como la continuidad de la educación bilingüe intercultural, la ampliación de la cobertura educativa, la asistencia económica y nutricional a los niños, la contextualización del curriculum, reparación o remodelación de escuelas en toda la región, evaluación de la educación media y mejores incentivos para el personal docente.

En otro aspecto, la comarca Kuna Yala también espera cambios en la Gobernación, pero no de figuras, sino un cambio profundo, que requiera de una revisión de normas legales sobre las funciones de un(a) Gobernador(a) y que los mismos se actualicen y se contextualicen a la realidad social, cultural y geográfico para que no siga siendo una figura decorativa, espacio político o supuesto representante del ejecutivo en la zona.

Si realmente se dan ambos cambios, junto a otros directores de entidades autónomas y semi-autónomas estaremos en un buen camino, de lo contrario, simplemente habrá cambiado de gobierno.

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Publicado el 19 de julio de 2009 en el diario El Panamá América, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde