Discriminacion y androcentrismo…

La opinión de…..

Emma Mendoza A.

En un país multiétnico y, por supuesto, multicultural como el nuestro no resulta muy claro por qué el censo de 2010 se empeña en contar a los negros en general, incluidas todas las gamas que existen en el caleidoscopio nacional (descendientes de antillanos o de origen colonial), y a los indígenas, aunque sin distinción de ramas.

Ahora, una inquietud conceptual se deriva de las herramientas utilizadas por el Instituto de Estadística de la Contraloría General de la República, para determinar el grado de certeza de las autoidentificaciones étnicas de la población estudiada. ¿Cuál o cuáles fueron? ¿Qué criterio confiable les permitirá conclusiones que trasciendan el campo de las hipótesis?; pues salvo mejor criterio, fuera de una autovaloración, generalmente subjetiva, la población panameña no tiene claras las características étnicas que entran en juego a la hora de configurar un autorretrato. ¿Acaso se explicó, antes de esgrimir la pregunta que la condición de negritud abarca más que la tonalidad de la piel, los rasgos del rostro, la textura del cabello y un sinfín de características más, que nos llevarían a la elaboración individual de un árbol genealógico para identificarnos dentro de ese contexto?

¿Por qué el censo de 2010 no se ocupó de establecer cuántos de los nacidos vivos (¿y los nacidos muertos, no se cuentan?) en el istmo provienen de griegos, rusos, judíos, alemanes, chinos, italianos, nobles o plebeyos? ¿Acaso para los efectos de contarnos como pobladores no suman los pelirrojos, pelinegros o “mechiblancos”?; los que poseen el destino del país y los que son destinados al país?

Supongo, si suponer se puede, que esto gira en la dirección de aglutinar por “etnia” a los negros y a los indígenas, porque de allí se derivarán grandes programaciones sociales que reivindiquen las ingentes necesidades de las poblaciones objeto de conteo especializado; monumentales obras de beneficencia o en su defecto determinar si a los naso los eliminan de un plumazo o los convierten en miembros activos de otros partiditos políticos, para las próximas elecciones.

Realmente no encuentro mucha lógica a esta y otras preguntas del censo que por primera vez, en lo que me alcanzan los recuerdos, se queda inconcluso con la gente sorprendida y apresada en su casa; con encuestadores maltratados física y económicamente, claro porque se trata de gente joven, muchos de condición humilde, cuyo trabajo valoramos menos de lo que valoramos la opinión ciudadana.

Finalmente, no podemos dejar sin consignar la clásica y androcéntrica pregunta: ¿Quién es el jefe del hogar? Ni siquiera el jefe, la jefa o los jefes. No pudimos evitar preguntar bajo qué criterio determinaban la jefatura del hogar. La respuesta nos dejó más que apabulladas: ¡El que gana más dinero!

Hoy que las mujeres panameñas expresamos a viva voz haber alcanzado hitos significativos de reivindicaciones femeninas, todavía el diseño del cuestionario censal, olvida que la pregunta sobre jefatura familiar debe tener una o varias alternativas, porque las familias no son de un solo tipo (las hay monoparentales femeninas) y aunque se tratara de la llamada familia nuclear, los tiempos y conquistas modernas, compelen a compartir los roles de mando y administración familiar, con independencia del ingreso de los cónyuges.

Por otro lado, cosa de las dinámicas familiares, quien gana más dinero no es necesariamente quien toma las decisiones fundamentales, cuando no se resuelve paritariamente ¿Qué le pasó al censo con el enfoque de género?

<>

Este artículo se publicó el 24 de mayo de 2010 en el diario La Prensa, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Por siempre y para siempre

La opinión de la Docente Universitaria…..


.

Emma Mendoza A.

En el marco del Día Internacional de la Libertad de Prensa cobijada en la permanente convicción de logro, tras la conquista de los Derechos Humanos, vale decir Ciudadanos, como hito sin retorno en las democracias de nuestro tiempo, habremos de reconocer que las mismas a nivel mundial son un legado difícil de resguardar, pues sobre ella se cierne con harta frecuencia, la voracidad de los que enajenan la libertad individual y colectiva de los asociados, en aras de bastardos e inconfesables intereses.

De allí que en pleno siglo XXI aún se validen las demandas que remarcan las fechas de conmemoración de La Libertad de Prensa o dicho de otro modo, de la Sagrada Libertad de Expresión y ¿cómo obviarlo? cuando en el escenario de dicha conmemoración, una autoridad judicial se permite demandar al diario La Prensa por la publicación de una noticia emanada de la propia fuente que demanda.

Aunque legos en la materia, esto nos sorprende por lo irracional que nos parece, pero también es cierto que “casi no ha habido gobierno que no haya querido, de una u otra forma, reglamentar la tarea del periodista y manipular la libertad de expresión. La historia está plagada de casos de cercenamiento de esa libertad, por parte de gobiernos dictatoriales, democráticos de izquierda o de derecha” (Ricardo Troto, La Dolorosa Libertad de Prensa).

La confiscación de la Libertad de Prensa, en el fondo de la libertad de expresión y de opinión, es uno de los Jinetes del Apocalipsis que merodea muy de cerca el estatuto democrático y legal de nuestro país y de nuestras instituciones académicas, sociales y jurídicas.

No es sólo un asunto que se refleja de manera colectiva en función de las represalias a empresas periodísticas, pese , o tal vez , por el poder que se les atribuye y poseen; es una amenaza que se concretiza de manera individual a nivel de los periodistas, colaboradores columnistas o fotógrafos que, en virtud del ejercicio de su profesión, reciben amén de coacciones legales y psicológicas, palizas físicas, como el insólito caso del fotógrafo Mauricio Valenzuela.

Estos hechos suscitarán “Por siempre y para siempre” la protesta ciudadana y de organismos como el Consejo Nacional de Periodismo: …”La Junta Directiva conceptúa que tales fallos judiciales, así como los intentos de ejercer formas de control y censura o de coacción tributaria indebida a empresas periodísticas, o de ataques a organizaciones no gubernamentales y otros estamentos de la sociedad que profieran críticas al desempeño autoritario de los órganos públicos, dichos procedimientos vulneran el estado de derecho que sustentan el sistema democrático imperante en nuestro país y que tanto sacrificio nos ha costado a los panameños”

<>

Este artículo se publicó el  18  de mayo de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

De corredores y otras falacias

La opinión de la Docente Universitaria…..

.

Emma Mendoza A.

Una de las promesas de campaña del actual Presidente de la República le comprometía a rescatar los corredores norte y sur después de realizársele una auditoría clara y transparente. También se propuso disminuir los onerosos costos que representan para el usuario, pese a que los mismos carecen de las condiciones mínimas para un exitoso desahogo en los momentos en que el flujo vehicular alcanza puntos cruciales, convirtiéndose en vías de empantanamiento costeada por los sufridos ciudadanos.

Mucho tardaron para meterle el diente a este embrollo, nacido en la época del Sr. Pérez Balladares, pero los resultados proyectados a la comunidad nos llevan a suponer un aumento de la carga económica para quienes tenemos la penosa obligación de utilizarlos y la frustración de ser mayormente estafados por el precio que el estado está dispuesto a pagar para convertirse en socio oportuno de estas empresas; lo que indica que lejos de la pérdida económica que invocaban sus concesionarios se trata de un muy buen negocio.

Pero si es un buen negocio, ¿por qué el Estado va a crear una entidad privada para administrarlo? ¿Quiénes y por qué integrarán dicha entidad? que sin aportar capital se apropiara de las ganancias derivadas de los fondos del pueblo, pues el pago de los corredores por parte del Estado provendrán del Fondo Fiduciario y de Fondos millonarios de la Caja de Seguro Social, cuyos dueños; ¡los asegurados!, no han sido consultados ni tomados en cuenta.

Por otro lado, la institución no debe convertirse, una vez más, en la caja menuda del Estado, ni en sujeto de riesgo financiero como ocurrió en la época del Director Saied, con el malogrado programa colectivo de vivienda, donde mucho entraron pobres y salieron millonarios. Tampoco el Fondo Fiduciario, que también es un dinero generado por lo más granado de este pueblo, debe convertirse en la caja común de la Administración Pública,

Mientras la Caja de Seguro Social estuvo alejada de la política de las manos ajenas, se caracterizó por ser verdaderamente eficiente y efectiva ; una vez los militares y los gobiernos subsiguientes le metieron sus zarpazos, la institución comenzó a trastabillar lo que obligó a efectuarle ajustes y tratamientos urgentes que en definitiva afectaron la calidad de las prestaciones de los prestatarios.

Sabemos que los dineros de la Caja deben expandirse y generar mayor riqueza, pero esto tiene que ser el resultado de una amplia y consensuada discusión con los actores y protagonistas de la misma, pues lo que está en juego es el futuro y la seguridad de miles de accionistas, cuyo aporte debe garantizarles una salud de primer orden y una jubilación sin dudas ni sobresaltos. Los que no somos millonarios; así lo requerimos; así lo reclamamos.

<>

Este artículo se publicó el 5 de abril de 2010  en el Diario El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

La mujer en el ojo de la tormenta social

La opinión de la Docente Universitaria…..

Emma Mendoza

Pese a los significativos y crecientes avances en el camino hacia la igualdad de género en el mundo contemporáneo, es imperativo reconocer que la equidad no es uno de los atributos que acompañan los reconocidos esfuerzos en esta temática, tan significativa para el pleno desarrollo de nuestras sociedades .

Treinta y cinco años como docente del Departamento de Sociología, en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá, nos permiten atisbar ese universo cotidiano de la mujer universitaria, que empoderada de diferentes y a veces conflictivos roles, se ve obligada a desempeñarlos ”con la cruz a cuestas”, en su afán de resolver aspiraciones y/ o mitigar las demandas de una sociedad no estructurada en función de la familia, mucho menos de la mujer trabajadora, madre y estudiante, sector al que principalmente queremos referirnos

Hasta la fecha seguimos siendo nosotras, la principales víctimas de violencia de género, física, verbal, psicológica, sexual, laboral, social, estatal, criminal y hasta académica; pues con mayor frecuencia de lo imaginable, ocurren casos de “docentes” del sexo masculino (en diferentes niveles educativos) que acosan sexualmente a las alumnas, como consecuencia de sus deformaciones particulares y del poder que les confiere el cargo.

Pruebas palmarias de lo anterior podemos encontrarlas en diarios de la localidad, cuando los casos salen a la luz pública.   Pero, ¿cuántos quedan en la niebla del olvido o sumergidos en la impunidad, por el temor y/o la vergüenza de la víctima; la complicidad de superiores influyentes o sencillamente la ineficiencia de un sistema judicial que no posee las condiciones básicas para ejercer una justicia accesible y oportuna?

Claro que el acoso sexual no es una particularidad de las instancias educativas, también ocurre en niveles laborales, en Instituciones de Salud y todas aquellas en que prive una relación comandada por el hombre, tal cual lo relataron algunas mujeres y estudiantes trabajadoras, que no obstante la orientación que se les brinda, se rehusan a ponerla en práctica, por lo dificultoso del proceso y claro está, la posible pérdida del empleo.

Recordemos que un alto porcentaje de mujeres, incluidas las estudiantes universitarias, integran familias monoparentales; pero según un machista anónimo,” eso les pasa por no cerrar ciertas parte del cuerpo”;  denotando no sólo una falta de capacidad afectiva, sino también el uso del sexo como mero artículo de placer, al cual le sustrae su responsabilidad procreadora (¡la mujer sola se embaraza!)

He allí la semilla de tanta irresponsabilidad paterna en nuestro medio. He allí la actitud de supremacía masculina desenmascarada por Sor Juana Inés de la Cruz (S XVII): “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis…pues para qué te espantáis de la culpa que tenéis. Queredla cuál las hacéis o hacedla cual la buscáis.

<>

Publicado el 7 de marzo de 2010 en el Diario El Panamá América , a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Publicidad engañosa

La opinión de la Docente Universitaria…..

.

Emma Mendoza A.

Nuestros gobernantes alcanzaron el poder político, principalmente por la utilización efectiva de proyecciones mediáticas. Sin duda ello jugó un papel fundamental durante la campaña política. Los candidatos comprendieron la “evidente necesidad de cambiar de paradigma, en la forma de hacer política” Sin embargo, transcurrido nueve meses de la victoria electoral, continúan moviéndose como si la campaña no hubiese finalizado, sobre todo si se trata de imponer medidas impopulares e inoportunas como la referida al aumento del ITBMS; sin desestimar los costos, que sacarán de los bolsillos de: ”los malos empresarios (los malos panameños ?)… y los de izquierda”, tratando de satanizar, como lo hiciera un personaje de triste recordación, a quienes nos oponemos al aumento del ITBMS por considerarlo lesivo a los consumidores y a la Economía, cuyo consumo se contraerá.

Falso que no afectará a los “pobres”, pues aunque se les condene a una economía de subsistencia, se alimentan ; los insumos para cultivos se encarecerán, al igual que los útiles de aseo, ¨vestuario, combustible, carros, electrodomésticos? Y los trabajadores informales, cómo serán compensados?, con el paternalismo de  veinte balboas mensuales y una mochila de útiles baratos por hijo? O partimos de la premisa de que los pobres deben continuar sumidos en la precariedad de su existencia; sin salir a comer, al cine, a recrearse.   Sin elevar su calidad de vida.

Invocan “que aquellos que ganan más paguen por los que ganan menos”;  Ya lo hacemos con la cuota de Seguro Social y la lluvia tributaria.  Pero qué hay de las fusiones bancarias, exoneradas de impuestos millonarios, verdadero atraco al erario público y a esos ciudadanos para quienes reclaman una justicia tributaria. ¿Qué hay de los grandes emolumentos y la impresionante cantidad de “Viajeros frecuentes”? !La austeridad que entre por casa, sin publicidad engañosa!

<>

Publicado el 1 de marzo de 2010 en el diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

Asunto de autoestima

La opinión de…..

.

Emma Mendoza A.

Sin adentrarnos en nuestra hipótesis acerca del constante maltrato social e institucional del que somos objeto los panameños(as) y del porqué nos lo aguantamos, quisiéramos esbozar algunas ideas que tienen que ver con el concepto de valía que como personalidad nacional adquirimos a lo largo de nuestro desarrollo histórico y social.

Analizar la historia se impone para explicar el surgimiento de nuestra lengua, normas, tradiciones culturales e instituciones sociales y económicas. De hecho, “los factores económicos pueden cumplir un papel importante,- al regir las relaciones entre los grupos en la sociedad, es decir sobre las capacidades y los derechos de algunos grupos.” (Rupert Beown).

De esta forma se establecen instituciones y prácticas sociales tendentes a establecer y regular el acceso de los diferentes grupos sociales a los bienes y servicios, en ocasiones, con la consecuente ampliación de la brecha de la exclusión social y política que afecta innegablemente la identidad personal y nacional.

Ahora bien, cuando los factores económicos se encuentran tamizados por la discriminación de género, étnica o de clase; el perfil y la estabilidad de nuestra identidad y de la sociedad asume un equilibrio precario. Por supuesto incluida las instituciones básicas de la misma.

Si la autoestima se refiere al concepto y conciencia que tenemos sobre nosotros, de quiénes somos, según género, etnia, clase; qué expectativa podríamos tener como pueblo colonizado, sojuzgado por los imperios, las oligarquías criollas, dictadura militar y las nuevas formas “democráticas” de corte autoritario..?

Si al margen de nuestras disidencias, aceptamos resignadamente lo que nuestros gobernantes o directivos ejecuten, a contrapelo de la razón y el derecho, convirtiéndonos en muñecos de goma para reverenciarlos junto a su corte ¿Creen que respetarán nuestros derechos?

Así las cosas, toleramos falta de seguridad; transporte mafioso; impunidades escandalosas; manglares engullidos por la voracidad de las compañías constructoras, análisis de impacto ambiental o patentes de corso: para vender recursos estatales; envenenar ríos, afluentes, playas, bosques, o para depredarlos, (Petaquilla); aumento del ITBM que (eufemísticamente ) “no afectará a los pobres”, ¡Basta de subestimaciones!

<>

Artículo publicado el 12 de febrero de 2010 en el Diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que les corresponde.

Contradicciones y enredos de los que somos víctimas

La opinión de……

Emma Mendoza A.

Aunque usualmente utilizamos el vocablo contradicción como sinónimo de enredo, contrariedad, incoherencia, paradoja, antinomia, discordancia, también es concebida como antítesis, lo que supone que en un salto cualitativo pudiera convertirse en tesis, para finalizar en una resolución del conflicto o de la discordancia.

Pero cuando las contradicciones no conllevan una dinámica transmutadora, se convierten en elementos enredadores, distorsionadores del aspecto o materia a la que están vinculadas.   Algo similar ocurre en la arena política y social de nuestro país, con el gobierno del cambio, cuyas promesas de campaña comenzó por descalificar al darles cumplimiento a medias o al negarlas completamente.

Es así que la selección de los magistrados, previamente acordada con la sociedad civil, sería el resultado de un prolijo y esmerado trabajo de una comisión nombrada a iniciativa y nominación del primer magistrado de la Nación, la misma fue desestimada, agria y ofensivamente descalificada, a título de que los aspirantes (¿todos/as ?) carecían del perfil político, perdón impoluto requerido para tal fin y ¡Dios salve a la reina!, pero los finalmente “escogidos “carecían de esa luminosidad tan apetecida.

La compra del avión presidencial fue otros de los enredos que aún dejan un sabor de desconfianza e incredulidad.   Primero se prometió no comprar aviones presidenciales, obviamente al cambiar de opinión se inclinaron por la compra de uno que según las primeras versiones oficiales, procedía de una donación del gobierno de Taiwan; donación que se distraería de las encaminadas a satisfacer necesidades sociales apremiantes de la población. El enredo fue tal que aún no tenemos claro si lo paga el Fisco, o se lo regala el gobierno amigo.

El asunto de la Educación Pública tiene también mucha tela que cortar, no bastándoles con empujar una reforma curricular a la medida de un esquema de desarrollo económico que descalifica las humanidades y la formación integral de los individuos.

Con relación al combate a la corrupción, se autorizan firmas reconocidas para áuditos independientes, pero cuando aflora la ciénaga del pantano, nos apresuramos a negar la idoneidad de los contratados, ¿con qué finalidad ?

Ciertamente, muchos programas televisivos dejan mucho que desear, en aras de la formación adecuada del ciudadano, por lo que tienen que ser objeto de la intervención estatal, pues en ellos se atenta frecuentemente contra los valores éticos y morales de la población, especialmente la de criterio no formado, la más vulnerable.   Constituye un contrasentido que el Presidente las cuestione (a las televisoras)  en un momento y después les sugiera “regularse a sí mismas”.

Otra muestra del veleidoso accionar lo constituye la decisión relativa al Carnaval capitalino; o son oficiales o no lo son; o se les asigna presupuesto o se le deja en la orfandad; pero, por favor, enderecemos el rumbo con constancia y determinación.

<>

Publicado el 29 de enero de 2010  en el Diario La Prensa, a quien damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que le corresponde.

¡Un país surrealista!

La opinión de la Docente Universitaria…..

.

Emma Mendoza A.

En broma y en serio, propios y extraños, clasifican a Panamá como un país surrealista, pues muchos de los acontecimientos que aquí tienen lugar, no embonan dentro de la más elemental lógica, al punto que un extranjero esgrimía colocaba nuestras fronteras territoriales donde terminaba la lógica. Humor negro? o verdad que incomoda? Lo cierto es que en este terruño producimos hechos que descartan posibilidades de tomarnos seriamente.

Por ejemplo, se aprueba un salario mínimo nacional para los trabajadores de las empresas privadas y “un día antes de que entrara a regir el nuevo salario mínimo, el Gobierno modificó su decisión, reduciendo el salario mínimo nacional para los trabajadores de los cañaverales.   Las modificaciones incluyen las áreas agrícolas, industriales y de comercio al por mayor en este sector al que está vinculado el presidente Ricardo Martinelli y su vicepresidente Juan Carlos Varela” (La Prensa, lunes 18 de enero del 2010). El mismo día: “Anuncian aumento para empleados públicos” con la irrisoria suma de B/7.57 mensual para miles de los que en este sector ganan salario mínimo (Panamá América, 18 de enero 2010). Juran que están contribuyendo a elevar la calidad de vida de estos humildes panameños, incluido el embromarlos como lo hicieron con el sector agrícola. ¿O se trata de una fábula para entretenerlos?

De igual manera, los ilustrados del actual gobierno, no de “la Ilustración”, infringen normas que prometieron acatar, verbigracia:  el Nepotismo, ”vicio de la administración pública de repartir los cargos no en función de valía, sino en razón del parentesco o de la afinidad de cualquier tipo… favor desmedido que un alto funcionario concede a familiares o amigos” justificándolo con respuestas tan simplistas que aluden al derecho al trabajo de los familiares del Presidente. Volvamos, entonces, a las eras monarcales y gobernemos en consecuencia.

De lo que no se percatan los que así actúan, es que violentan la ética y la transparencia que torna inadmisible el nombramiento de familiares dentro de vínculos consanguíneos cercanos o de afinidad, en puestos de poder e influencia dentro de la burocracia.

Lo anterior también ocurrió en gobiernos anteriores, lo tragicómico es que el abolir esa práctica fue enarbolada como una de las múltiples expectativas de campaña.

Ahora bien, si repasamos las promesas de campaña o le seguimos la pista al Presidente, como lo hizo el Panamá América con el gobierno de Martín Torrijos, tendríamos que buscar un diccionario que clarifique la definición de Cambio, porque mi humilde entendimiento no logra encontrarle la lógica ni la dimensión al actual. ¿Será el castellano una de mis asignaturas pendientes? ¿o quizás la palabra varió su acepción’, porque en el país del surrealismo todo es posible.

<>

Publicado el 24   de enero de 2010 en el Diario El Panamá América, a quien  damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Entre el Cemi y Lucky Games

La opinión de la Docente Universitaria….

.

Emma Mendoza A.

En Panamá, tierra del tamborito, la pollera y los eternos festejos, somos famosos porque nada nos borra la sonrisa y mucho menos las ganas de divertirnos; lo que no sería censurable si ello lo combináramos con una buena medida de responsabilidad y participación ciudadana.

Dosis que nos haga comprender que nuestro papel en la sociedad política no se limita a ejercer el sufragio, sin vigilancia del cumplimiento de las propuestas que fueran aprobadas por ese gran soberano que es de verdad “El Pueblo”, frase tan manoseada y desteñida que se torna invisible y reciclable.

Desde la administración de la Sra. Mireya Moscoso, el caso Cemi fue motivo de grandes cuestionamientos por la sociedad civil, e impidió que una provincia como Colón se beneficiara de una negociación seria y transparente; pero igual que ayer, aquí no ha pasado nada. ¿Y seguirá pasando?, porque la verdad es que en nuestro país aún no hay suficientes pruebas de que la frase preferida del Presidente: “Entran limpios y salen millonarios”, salvo algunos chivos expiatorios, precisamente no pertenecientes a los verdaderos “cocutudos”, tenga mayor profundidad que la de los “show” mediáticos a los que los grandes medios de “información y entretenimiento” nos tienen acostumbrados (as). Desde Mira quién canta, baila conmigo, la utilización indecorosa de la pobreza para el “Reality Show”, hasta los partes de guerra transmitidos día tras día por los noticieros del país.

Aunque, un nutrido grupo de connacionales se recrea con esta baraúnda de malos y hasta obscenos programas, no todos (as) nos conformamos con el manejo titiritezco que los medios, en complicidad con el poder, hacen de nosotros y de nuestras familias para adormecer nuestra conciencia.

Así entre mascaradas y bambalinas, transcurren todos los casos sonados de corrupción y enajenación de los bienes patrimoniales, sin que implique ninguna medida real de ajusticiamiento; si no, que lo digan los envenenados del jarabe de la muerte, los incinerados del autobús; los que perdieron bienes, casas y recursos debido a construcciones fraudulentas. Siguen pendientes las estatuas de bronce desaparecidas, las fundaciones que “Ex Primeras Damas” (¿cuáles, segundas y terceras, en este siglo?) valiéndose de su posición influyente captan donaciones para elaborar museos para los niños, que puedan financiar las entradas. ¡Qué lindo!

No conforme con la mora judicial con “el pueblo”, se repiten patrones de comportamiento descalificados previamente: nepotismo, contrataciones sin liquidación y/o de familiares cercanos (¿Juzgar a Balladares?), compras a escondidas (avión presidencial), aumento continuo de bienes imprescindibles para la vida como el agua.

Olvidan que la falta de transparencia y la corrupción (funcionarios con faltas graves) constituyen amenazas gravísimas a la democracia, es decir, al Gobierno del pueblo y para el pueblo.

<>

Publicado el 14 de enero de 2010 en el Diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Le sigue tocando al pueblo

.
La opinión de la Docente Universitaria…..
.

Emma Mendoza A.

“El Gobierno del Cambio” fue una de las piezas claves durante la campaña de los actuales gobernantes;  tal vez la que más sedujo a las grandes mayorías, hartas de la corrupción, demagogia, impunidad y rapiña del pastel estatal, repartido por sus antecesores.

Pero el cambio que singulariza la actual administración, se ha convertido en una frase hueca de contenido y realidad. Algunas cosas han mejorado, pero no las fundamentales, como la impunidad selectiva.

Miremos: a partir del primero de enero de 2010, la incorporación del ITBM a todas las comisiones y servicios prestados por los bancos en cumplimiento del artículo 29 de la ley 49 del 17 de septiembre del 2009, es un atraco al bolsillo de los panameños (as) que desde luego repercutirá en el deterioro de todos los usuarios, principalmente de la clase media.

Sin embargo nuestro pueblo, alienado en la compulsión mercantil, embebido en el consumismo navideño, no se percata de la contravía que nos espera.   Después vendrán los carnavales para relajarnos de cuerpo y mente, finalmente la Semana Santa para exorcizar los demonios. Cuando despertemos se habrá consumado mucho de lo que “nos toca”.

Sin ser economista, avizoramos una contracción de las transacciones de los prestatarios bancarios, pero seguramente el Ministro de Economía y Finanzas que “sí sabe cómo hacer producir dinero a los bancos”, no ha objetado esta medida draconiana que afecta mayoritariamente al pueblo, cuyo poder adquisitivo se deteriora continuamente, en cumplimiento con lo que “le toca” y temo que viene más.

“Hemos visto que el gobierno tiene una fuerte tendencia a privilegiar sus intereses, no demuestra tener una ¡mirada de sociedad! impone su lógica sobre qué éticamente debería predominar…” (Sergio Zermeño, La Desmodernidad Mexicana y las Alternativas a la Violencia y a la Exclusión).

La noticia que retrata de cuerpo entero la farsa del cambio, es la referente a la selección, escogencia y ratificación de los nuevos magistrados a la Corte Suprema de Justicia, evento en que el Sr. Presidente de la República contraviene, sin asomo de rubor, las disposiciones establecidas, al nombrar, producto de su propia iniciativa, una Comisión que afanosamente trabajó en cumplimiento de lo dispuesto, y a la que no sólo optó por desconocer sino que terminó descalificando con términos inaceptables para los integrantes del equipo, pero más para la majestad que representa. ¿Le toca al pueblo?

Por otro lado, sin ningún reparo excluye al género femenino de su oferta, porque salta a la vista que la candidata propuesta en un “rol secundario” sería escandalosa y justificadamente rechazada (¿estrategia?) o es que aquí “hay un machismo, frustrado, ofendido que se desata en una misogenia asesina ante las menores provocaciones “(Zermeño, Op. Cit).

<>

Publicado en 27 de diciembre de 2009 en el diario El Panamá América a quien damos, lo mismo que a la  autora,  todo el crédito que le corresponde.

Una condena ejemplar

.

La opinión de la Docente Universitaria…..

.

Emma  Mendoza  A.

Recientemente, la Corte Internacional de Derechos Humanos, a propósito de los mismos, emitió una resolución condenatoria de los múltiples y crecientes homicidios de mujeres (femicidios) y las constantes desapariciones ocurridas en México, con dramática incidencia en Ciudad Juárez.

Pero la condena no es eufemística, destaca de manera muy concreta la responsabilidad del Estado mexicano en estos crímenes, pues pese al argumento de “haber hecho todo lo posible para dilucidar la temática”, no ha hecho lo suficiente, consintiendo la impunidad de los casos y la continuidad de los mismos.

Se le acusa no sólo de omisión investigativa, sino de prohijar la impunidad y la falta de prevención en la innumerables cantidad de víctimas femeninas, cuyos crímenes acusan un perfil claramente genérico, a pesar de que el Estado mexicano, al igual que todos los latinoamericanos, suscribieron la Convención Belem Do Para, encaminada a desterrar la discriminación, el maltrato y la subordinación femenina, en los países signatarios.

Esta resolución tiene un carácter histórico porque se constituye en una herramienta de singular importancia para todos (as) los que denuncian de manera sistemática este flagelo epidémico, que agobia a las mujeres, no sólo en Juárez o México, sino en toda Latinoamérica.

Recordemos que, recientemente, una panameña fue víctima de su ex pareja en México y, hasta la fecha, por razones que la razón no comprende, nacional e internacionalmente, el caso ha caído en el olvido.

En Panamá los femicidios, aumentan de manera alarmante a ciencia y paciencia de aquellos (as) que deberían no sólo proteger la vida de las mujeres sino, invariablemente, evitar el cercenamiento de las mismas.

Y es que el problema no ocupa un lugar significativo en nuestras políticas de gobierno, aunque se instalen institutos y se “incorporen en las agendas políticas”, así como tampoco lo ocupa de manera científicamente programada, el combate al crimen organizado y a la delincuencia, incluida la de cuello blanco.

Respecto a lo anterior escuchamos, ahora y antes, declaraciones sonoras acerca de las tácticas y estrategias para eliminar la criminalidad; pero la realidad demuestra palmariamente que nos rebasan los actos delincuenciales.

Hoy, salir a la calle se ha convertido en un acto de arrojo, debido a la peligrosidad que registra el entorno social; sin embargo, para muchas mujeres, no sólo la calle es un terreno agresivo; el hogar constituye uno de los espacios más inseguros; allí terminan agredidas y asesinadas por sus parejas, a título de considerarlas una propiedad privada, como revela una de nuestras vernáculas canciones: “tú eres mi vida, mi propiedad privada”.

El hogar que, según Alberti, “es más que una casa” se constituye, en múltiples ocasiones, en la arena movediza que empantana la cotidianidad familiar femenina, por lo que nuestras autoridades de todas las instancias: jurídicas y políticas, por sensibilidad o conveniencia, deben mirarse en el espejo que hoy alumbra a México, pues su reflejo no tarda en proyectarse a toda América.

De allí que es imperativo que “los gobiernos de la región desarrollen políticas que ayuden a transformar la sociedad para que “la igualdad ante la ley se convierta en la igualdad ante la vida”. (Norma Enríquez).

Así las cosas, recomendamos a nuestras autoridades “remojar su barba”, ante la inminente deuda que tienen que saldar por falta de instrumentos asertivos y voluntad política, para enfrentar con perspectiva de género, el problema que afecta de manera insostenible la vida de nuestras congéneres, llámense Vanessa o Betzi Mendizábal.

<>
Publicado el  19 de diciembre de 2009 en el diario LA PRENSA, a  quien  damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

“Ahora le toca al pueblo”

.
La opinión de la Docente Universitaria….
.

Emma Mendoza A.

.

Pasado el periodo electorero e iniciada la supuesta transformación de las condiciones socio-económicas de nuestro país, nos encontramos ante la dilación y /o incumplimiento de las promesas de campaña, típico de los políticos criollos.   ¿Por qué iban a ser diferentes los del “cambio”… ? Ahora, no desestimen esperanzas y expectativas de un pueblo que cansado del desbarajuste, les honró con victoria y espera correspondencia.

Cierto, aún no llegamos al medio año… casi, y aunque las encuestas marcan significativa popularidad, el pueblo sabio y agudo comienza a comprender que no le toca lo deseado, sino pagar más impuestos (el ITBM del 5% al 8% ) pese a que las recaudaciones tributarias superaron cifras estimadas.

Igualmente, toma nota del creciente aumento de la canasta básica, incluido el combustible y la energía eléctrica, cuyo peso recae onerosamente en la clase media, en beneficio de los empresarios, para quienes la disminución de la electricidad fue el regalón de navidad y año nuevo. Así quién no usa las” zapatillas del pueblo”.

Con ofensivos aspavientos, anuncian el pago de seis millones de dólares a los deudos chilenos del accidente del helicóptero gubernamental; pero a los nacionales (¿bajo qué criterio?) los valoraron (antes y ahora) como ciudadanos de segunda clase, o mejor dicho: sin clase.

Los incinerados del autobús de la muerte y aquellos afectados con dietilenglicol en la Caja de Seguro Social, aún claman por una justicia oportuna y verdadera, que compense medianamente, la dolorosa tragedia sufrida por víctimas y deudos; pero esto no es de extrañar cuando el joven Director de la Caja de Seguro Social, anuncia como solución a la incompetencia en la prestación de los servicios médicos, la “tercerización” de los mismos, es decir la compra de servicios a clínicas y hospitales privado ; en vez de aprovechar la capacidad de instalación de equipos de la institución, para dotarla (con mayor rendimiento económico y social) de los requeridos y cubrir adecuadamente las demandas de los usuarios.

No, al Director le parece mejor usar los dineros que aportamos los asegurados, para promover la compra de servicios privados sin descartar la privatización de las áreas de mantenimiento, aseo, cocina y hasta hemodiálisis, han dicho los pacientes. Claro es que “Ahora le toca al pueblo” sacrificarse en beneficio de los grupos empresariales.

De allí que pese a las demandas de la ciudadanía, los corredores constituyen mecanismo de empantanamiento cotidiano, y todavía no toman una medida racional , a título de un audito diluido en el tiempo y la distancia, que resulta bueno para el gobierno: mientras más combustible se consuma, mayor recolección del impuesto derivarán.

<>
Publicado  el  17 de diciembre  de  2009 en  el  diario  El  Panamá  América,   a quien damos, lo mismo que a la autora,  todo el crédito que le corresponde.