La opinión del Periodista…..
.
El gobierno del presidente Ricardo Martinelli adelanta importantes proyectos que influirán en positivamente en el desarrollo nacional: la ampliación de la Cinta Costera, las viviendas para Curundú, el Metro, el Metro Bus. Todas las obras han sido sometidas a un planificado proceso de licitación.
Lo mismo no ocurre con la compra de 51 camiones de recolección de la basura, donde el apuro y una convocatoria por correo electrónico han generado toda clase de dudas y exigencias al Consejo Municipal para que convoque a una contratación directa donde participen todas las empresas.
La transparencia es la mejor fórmula que existe en democracia, cuando se trata de compras o proyectos gestionados por el gobierno o las entidades públicas.
Nadie duda que el alcalde Bosco Ricardo Vallarino tiene toda la intención de solucionar el problema de la recolección de la basura en la capital. Sería muy tonto pensar que como político quisiera tener el tamaño lío que amenaza la seguridad y la salud de miles de capitalinos.
Sin embargo, la compra directa, sin publicidad y que el Consejo Municipal, contradictoriamente dominado por representantes del opositor PRD, fue aprobada sin ninguna pregunta o dudas por resolver.
Una vez conocido que solo dos empresas pudieron presentar precios entre la tarde el jueves previo al Viernes Santo y el lunes siguiente, comenzaron a surgir las dudas por todos lados.
El municipio a través de sus voceros Harmodio Montaner y Arsenio Fernández han dado explicaciones diversas: Todo se hizo bien, no tenemos la culpa que las otras empresas no tuvieran la capacidad de entregar propuestas, esto se está politizando, la urgencia nos obliga estar apurados.
Afirmar que la compra directa se ha politizado o que la culpa es de la empresas que ofrecen estos equipos es un comentario irresponsable y baladí.
Los mejores intereses del Estado, del municipio capital y de los ciudadanos tiene que estar por encima de una contratación directa, cuyo resultado es cuestionado por por la prensa, la Cámara de Comercio y un gran número de proveedores del Estado.
Hace una semana un amigo personal, vinculado a estos menesteres me afirmó que todo estaba masticado, no habría marcha atrás y la compra tiene «el visto bueno de San Felipe».
Estoy convencido que no hay ningún visto bueno, que la forma en que se ha tramitado la compra directa tiene que haber generado reacciones de molestia y contradicción en el gobierno, porque los buenos proyectos sociales y de infraestructura, quedan ensombrecidos por un proceso que todavía se pueden enderezar, haciendo las cosas bien.
Los ciudadanos esperan que la recolección de la basura y su tratamiento sean parte de un programa integral, donde los parches y la improvisación no sean la práctica común.
En este asunto hace falta la opinión del Ministerio de Economía y Finanzas, la Contraloría General y la Oficina de Transparencia del Gobierno Nacional, muy preocupados por enderezar entuertos y llevar adelante todos los proyectos gubernamentales de acuedo a las reglas y normas establecidas.
El Alcalde Vallarino tiene una bonita oportunidad para demostrar que por encima del capricho, está la transparencia. Hacer lo contrario enviará un claro mensaje de no me importa, que a nadie ayuda, ni hace bien.
<>
Este artículo se publicó el 13 de abril de 2010 en el diario La Estrella de Panamá, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
Filed under: Aparicio James | Tagged: Basura, Contrataciones Públicas, Gobierno Municipal, Transparencia | Leave a comment »