De las cuotas a la paridad

La opinión de…

ALICIA FRANCO 

Corría el año 1993. Una tarde, específicamente el 22 de junio, las mujeres de todos los partidos políticos fuimos convocadas al Colegio Nacional de Abogados por Marisín Villalaz de Arias, reconocida profesional, médica y prominente líder política de nuestro país, y por Matilde Real de González, profesora y laureada poetisa panameña.

Desde allí surge la idea de unirnos como mujeres políticas, identificadas por la falta de oportunidades reales en el ámbito de nuestros partidos políticos y se fundó el Foro Nacional de Mujeres de Partidos Políticos (Fonamupp).

Pocos meses después, muy ufanas fuimos a la Asamblea Legislativa, con razones muy justificadas. En la voz de la destacada legisladora Gloria Moreno de López, se presenta el proyecto de Ley de Cuotas, donde solicitábamos la igualdad de género para las mujeres políticas. Por supuesto, no fue aprobado. Nos encontramos con una Asamblea mayoritariamente de hombres, quienes tenían escasa idea y mucha actitud ancestral para que a las mujeres de Panamá se les otorgara la oportunidad de estar de forma igualitaria en las curules.

Al pasar algunos años, en 1997, el Foro Nacional de Mujeres de Partidos Políticos se propone —en esta ocasión con mayores instrumentos, preparación, asesoramiento nacional e internacional— lograr la Ley de Cuotas en la Asamblea Legislativa. En ese momento —gracias al trabajo de Maritza Royo, Mariela Jiménez, Balbina Herrera. de hombres como Roberto Ábrego y Gerardo González (q.e.p.d) y las valiosas mujeres de todos los partidos políticos— logramos la Ley de Cuotas, que establece en un 30% la participación de las mujeres en los puestos de elección popular.

Hoy, en pleno siglo XXI, ¿por qué estamos pidiendo la llamada paridad? Resulta que en Panamá, desde 1997 a la fecha, la Ley de Cuotas no se ha reglamentado. A los partidos políticos les importa poco con sus mujeres militantes y aspirantes a puestos de elección popular. Las mujeres siempre nos encontramos bajo el eslogan de la cacareada exigencia: tienen que ‘capacitarse’, los medios de comunicación no ven a las féminas como reales proyectos políticos, las mujeres siempre están con desventajas económicas que les impiden lograr sus aspiraciones.

Por todo esto, nuevamente las mujeres del Foro Nacional de Mujeres de Partidos Políticos nos encontramos luchando a capa y espada en la Comisión de Reformas Electorales para lograr la Ley de Paridad; la igualdad política de hombres y mujeres. Si en un circuito hay 4 curules, deben ser 2 para hombres y 2 para mujeres y que en la papeleta vaya un hombre, una mujer o una mujer, un hombre.

¿De qué depende este logro? De ti, mujer panameña, de que hagas tuya esta aspiración. No importa que seas obrera, profesional, diputada, deportista, religiosa, laica, representante de corregimiento, política, independiente; eres mujer y esta lucha es de todas. Te esperamos, apóyanos.

<> Artículo publicado el 23 de septiembre de 2010  en el diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,   lo mismo que a la autora,    todo el crédito que les corresponde.