La opinión del Profesor de Música….
.
Albin Nelson Cedeño Araúz
Los bachilleratos que propone este nuevo gobierno pueden ser clasificados de la siguiente forma: Bachilleratos comerciales: Bachillerato en Comercio; Bachillerato en Contabilidad; Bachillerato Marítimo y Bachillerato en Turismo. Bachilleratos Industriales o técnicos: Bachillerato Industrial en Refrigeración y Aire Acondicionado ¿?; Bachillerato Industrial en Electricidad; Bachillerato Industrial en Electrónica; Bachillerato Industrial en Metalmecánica; Bachillerato Industrial en Construcción; Bachillerato Industrial en Autotrónica; Bachillerato en Tecnología e Informática y Bachillerato Agropecuario. Por último, los bachilleratos humanísticos, científicos o pedagógicos: Bachillerato en Ciencias; Bachillerato en Humanidades; Bachillerato en Gestión Familiar e Institucional y Bachillerato Pedagógico.
Una vez hecha esta sencilla clasificación, podemos notar que la mayoría de los bachilleratos propuestos están diseñados de tal manera que el resultado educativo final será una gran masa obrera con poca o ninguna formación humanística, cultural o crítica.
Una masa de seudo esclavos que estará a disposición del «libre mercado». Una masa de obreros con bajos salarios, una masa de personas alienadas de por vida, subyugadas y condenadas a ser eternamente los sirvientes de los hijos de las naciones poderosas.
En este orden de ideas, me llega a la memoria una anécdota que experimenté cuando trabajé en el Proyecto de Desarrollo Educativo, PRODE, del Ministerio de Educación, en donde un alto funcionario del Banco Interamericano de Desarrollo me decía lo siguiente: «lo que pasa es que los países de Latino América no necesitan universitarios, ni licenciados, ni magísters, tampoco Doctores. Lo que ustedes necesitan es gente educada hasta el nivel medio». (Pero resultaba que mi interlocutor tenía un Doctorado) ¡Interesante propuesta, interesante análisis!
Pues eso es lo que se pretende hacer con nuestra juventud, abramos los ojos y no permitamos que el gobierno -de una forma acelerada e intransigente-implemente una reforma claramente mercantilista y neoesclavista.
Así las cosas, es definitivo que debe haber una reforma educativa, pero una reforma profunda y progresista que plantee soluciones de fondo y a largo plazo. Una revolución educativa que incluya reformar todas las áreas: en lo curricular, reformar la infraestructura de los planteles y hacer nuevas escuelas; una reforma que le brinde capacitaciones verdaderas y de punta para nuestros educadores y que les brinde respuesta en el ámbito salarial. Y para que se dé esa reforma, es necesario abrir el compás para el debate de todos los sectores involucrados: los padres de familia, la sociedad civil, el gobierno y los educadores.
Pero dicha reforma no debe ser hecha esperando la mirada aprobatoria de ninguna institución financiera internacional, no debe esperar aprobación de ninguna nación poderosa. Dicha reforma debe ser diseñada e implementada en base a los mejores y más prístinos intereses de nuestra Nación.
Necesitamos una reforma que íntegra que contenga todas las herramientas necesarias para que la juventud pueda desarrollarse en el ámbito que así lo desee; que exhorte al estudiante a la indagación y a formarse su auto criterio. Esto es lo que necesitan nuestros estudiantes, no la imposición de una educación limitada y prefabricada basada en los intereses políticos y económicos del gobierno de turno y de las clases dominantes.
<>
Este artículo fue publicado el 19 de marzo de 2010 en el Diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
Filed under: Cedeño A. Albin N. | Tagged: Reforma educativa | Leave a comment »