Me siento extranjero

La opinión del Estudiante de Medicina en Argentina….

Eduardo Vega-Patiño

Vergüenza, no por ser otro más de los que escriben acerca de este tema, sino la vergüenza de que al parecer es en vano, al menos hasta que estas palabras muevan algo más que mis dedos.

Hace ya varios meses que estoy fuera de Panamá, sin embargo no sé si pienso así por lejanía o por impotencia, pero he visto como lo que empezó como una histórica victoria en las urnas electorales se ha convertido en una tragicomedia, de aquellas en donde pasas de la risa al llanto sin que te des cuenta, aquellas donde la mayoría del público no cumple otro papel que el de espectador,

El panameño es conformista, eso lo saben el Presidente, magistrados, ministros, legisladores, y de ahí surge que la Vox Populi carezca de fuerza, al menos intimidante, ante las decisiones de los tres (no) separados poderes del Estado, y que pasen Leyes, pasen muertos, pasen gente sin ojos, periodistas intimidados, donde el pájaro le dispare a la escopeta y salgan procuradores, minas destruyan más de las «ganancias» que producen al país.

Todo frente a nosotros, y que solo se merezcan un par de titulares unos días; protestas semanales por quienes se rehusan a olvidar, y un poco de “rating” para la crónica, y la razón de esta observación es la clara desorganización que existe; preferimos que vayan los gremios, ambientalistas y sociedad civil por delante antes de ir nosotros porque sabemos que ellos siempre estarán ahí para protestar ante lo injusto, ¿pero, y los demás qué? Vergüenza.

¿Dónde quedó el papel de los medios, de los estudiantes, de un pueblo entero, de poder paralizar un país por aquello que se considera incorrecto? ¿Tan extranjeros nos sentimos en nuestro propio país que tenemos tanta indiferencia?

Porqué ahora son un par de leyes, un par de millones que van a parar a manos de unos cuantos, un par de concesiones directas, un Alcalde imcompetente que se ha mantenido lanzando culpas e ignorando la suya propia, un poco de agua tóxica; pero las consecuencias, las sufriremos todos, las secuelas no solo las vivirán los de Bocas del Toro o los mineros de Petaquilla, porque el día que nuestros hijos tomen agua contaminada y se eximan las culpas, lloraremos; lloraré porque no solo es un niño el que está en peligro o mi hijo o el suyo, es todo, es el futuro democrático y civil de Panamá que se va empañando a medida que pasan gobiernos y seguimos votando; y las voces que se alzan sean perseguidas y atacadas.

Por ahora el teatro que se ha montado apenas ha iniciado, pero mañana, cuándo le toque a Ud. actuar, ¿qué hará?

<>Artículo publicado el 3 de septiembre de 2010 en el Diario El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor,   todo el crédito  que les corresponde.