Observaciones a una licitación

La opinión de…..

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José Pascal


Como ciudadano, creo mi deber manifestar mi preocupación por la forma en que se ha manejado una importante licitación del Estado: la adquisición de generación eléctrica, aprobada mediante Resolución de Gabinete No. 159 de 22 de diciembre de 2009, por un monto en exceso de los $55 millones.

Según la mencionada Resolución de Gabinete, la licitación se realiza mediante acto competitivo por invitación No. EGESA-001-2009, del 10 de diciembre de 2009, para suministrar generación a partir del 1 de enero de 2010.

Como ciudadanos, debemos conocer la justificación para usar esta modalidad de licitación, que confieso desconocía su existencia, en vez de los procedimientos ordinarios de licitación establecidos en la ley. Sin embargo, hay que anotar que la licitación de marras pretende que el proveedor empiece a suministrar energía 22 días después del acto de licitación, esto sin considerar el tiempo que se requiere para la posterior aprobación del Consejo de Gabinete, refrendo de la Contraloría y luego toda la logística de transporte de la planta desde su origen, proceso de trámite aduanero y demás a cargo del proveedor.

Este requerimiento es de muy difícil cumplimiento, yo diría que casi imposible de cumplir por cualquier proveedor.

La premura de la licitación es tratar de mitigar los impactos del fenómeno de El Niño sobre la generación hidroeléctrica, tal como se indica en el tercer considerando.

Pero si analizamos la condición del embalse de Bayano, que es la central que cuenta con el mayor almacenamiento de agua del país y, consecuentemente, es nuestra principal reserva de agua contra los efectos de la sequía, notamos que el mismo terminó el año 2009 por encima de la elevación de 60 metros, lo que indica que cualquier efecto de El Niño sobre la hidrología en la cuenca del Bayano ha sido mínimo.

Algo similar ha ocurrido con los embalses de Gatún y Alajuela, operados por la Autoridad del Canal de Panamá. Todo lo anterior indica que no hay una condición crítica en los embalses que justifique la premura con la que se ha procedido con la licitación referida.

Por otro lado, la misma resolución indica que se invitó a tres proveedores, uno de los cuales no presentó propuesta y otro indicó que no podía cumplir con los plazos y solo un tercero presentó oferta, que fue el proveedor al que se adjudicó. Bajo la premisa de que los actos de licitación deben asegurarse proteger los mejores intereses del Estado y, por ende, de los ciudadanos:  ¿por qué no se consultó primero con los tres proveedores a invitar para conocer su posibilidad de cumplir con los plazos de entrega y asegurarse de lograr una verdadera competencia de precios en beneficio del Estado?   Creo conveniente también que se informe si se invitó a los principales fabricantes mundiales de plantas generadoras, varios de los cuales además tienen oficinas en nuestro país.

Por las consideraciones anteriores, nuestra recomendación es que se anule el proceso de licitación anterior y se convoque un nuevo proceso que cumpla con todos los requisitos de adquisición del Estado, y se permita la competencia de proveedores para beneficio del Estado y de los ciudadanos.

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Publicado  el   14  de  enero  de 2010  en   el  Diario  La  Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.