Palabras a la Memoria de un Gran Médico Dr. José Renán Esquivel Osses

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La opinión de…

Virginia Esmeralda Carrera

El Dr. José Renán Esquivel Osses de cuna chiricana, escogió a Boquete por hogar y en su finca La Abundancia recibió con gran hospitalidad a ciudadanos nacionales y extranjeros.  El mismo nos guió en varias ocasiones por ella, mientras nos mostraba con orgullo sus árboles y plantas propias de ese sitio y algunos traídos de otros lugares del mundo.
En el recorrido de este hermoso paraje explicaba las propiedades curativas o nutritivas de las mismas. Su finca; era para él; un inmenso laboratorio al aire libre, un campo de experimentos científicos. Una gira por los senderos de la abundancia era propicia para disfrutar de diversos frutos; sobre todos cítricos; que él mismo ofrecía; con ese brillo en la mirada que acompaña a los seres que sirven a la humanidad, sin pedir nada a cambio.

Su faz reflejaba una bondad infinita, generosidad, desprendimiento. Tal parecía que la ambrosía de las frutas hicieran magia para la comunicación y el tiempo parecía no correr. Caminar por su finca era compartir su carisma especial. Gran hombre y valioso médico supo llegar a muchas almas.

Todavía está fresca en la memoria, cuando nos hizo el regalo especial de conducirnos por senderos maravillosos, llenas de su espiritualidad, para luego mostrarnos una planta de papiro, con ese deleite suyo de poseer novedades que enseñar.

Fue un consagrado maestro con la anécdota a flor de labios. Las palabras fluían como torrente para narrar muchas historias y sueños. Soñaba con un mundo en donde ni los niños, ni las mujeres sufrieran los estragos del hambre y la desnutrición. Afirmaba; con su voz de experiencia; que con tantos recursos de la naturaleza había provisiones para que todos los pobladores de la tierra tuviesen sustento; solo había que conocerlos y administrarlos.

Hace varios años atrás nos manifestó su sueño dorado de que parejas jóvenes formarán un pueblo nuevo enclavado en la montaña. Es más expresó en aquél momento que tenía la intención de donar parcelas junto a la sierra con estos fines, pero la vida da tantas vueltas.

He aquí un médico visionario que le distinguió su gran calidad humana y capacidad de servicio, muchas veces ad honorem.   Su nobleza le llevó a dedicar su vida con profunda entrega a la medicina. Sus múltiples sapiencias llenaran de brillo nuestra región, después de haber proyectado su talento e inteligencia en el país y en el exterior. Sus méritos académicos y profesionales le llevaron a tener una vida profesional próspera y fructífera en muchos ámbitos. Administrando “Salud Igual para Todos”.

Dios ha querido que en esta fecha que se le rinde tributo a la patria y a sus mejores hombres. Despidamos con Profundo Respeto al Dr. José Renán Esquivel.  Eminencia del mundo de la medicina.

Boquete, 3 de noviembre de 1910.

 

<>Artículo publicado el  8  de noviembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.