Los voluntarios de los scouts

La opinión de…

 

Andrés Jaén Fuentes

En entrevista reciente en un medio televisivo, observé al presidente de la Asociación de Scouts manifestando que necesitan 600 mil dólares anuales para pagarle a los dirigentes de scouts porque es difícil conseguir voluntarios y todos quieren ganar dinero. Esto me ha dado motivo para escribir algunos criterios sobre el voluntariado.

Años atrás, el presidente de la asociación de entonces firmó un convenio con la ministra de Educación, Doris Rosas de Mata, con el compromiso de formar grupos scouts en las escuelas. Esto no se hizo, a pesar de la ayuda económica extraordinaria del Ministerio de Educación. No es la adquisición de una cantidad grande de dinero del Estado lo que asegurará un verdadero crecimiento. La Asociación de Scouts de Panamá tiene alrededor de 868 miembros registrados en el país y puede existir otra cantidad no registrada.

Durante los años 70, teníamos alrededor de 8 mil miembros registrados y alrededor de 2 mil que no podían pagar sus registros por limitaciones económicas, pero igualmente les apoyábamos brindándoles asesoría, adiestramiento y estímulo.    Se aprobó la Ley 80 de 1960 y el Estado panameño asignaba una partida de 25 mil dólares anuales a la Asociación de Scouts y a la de Muchachas Guías: 16 mil para los scouts y 9 mil para las muchachas guías; además del apoyo económico de algunas empresas y donantes voluntarios, llegando así hasta alrededor de 20 mil anuales.

Hoy día, la asociación recibe 50 mil anuales, el apoyo económico de la empresa privada, donantes voluntarios y además la Fundación “Baden Powell” recibe donaciones económicas para ayudar a los scouts. Es muy necesario y saludable que informen bien a todos los miembros de la sociedad, quiénes y cómo utilizan estos dineros. Medite y analice cuánto costaba antes al país cada muchacho scout, cuanto está costando ahora y cuánto podría costar, si no se administran debidamente los recursos.

Los miembros de la asociación han disminuido considerablemente; tanto que ya no se ven scouts uniformados trasladándose a sus actividades ni rindiéndole honores a la patria ni sirviendo de apoyo durante los desastres ni ayudando a las instituciones cívicas en sus actividades altruistas y mucho menos en acciones de servicios a la comunidad en los barrios donde viven ayudando a sus propios vecinos, las iglesias o a las juntas comunales, como era antes, y por ello se recibía el agradecimiento y el apoyo de las instituciones y del pueblo panameño. La ayuda voluntaria siempre será necesaria, pero esta no se mantendrá si no hay satisfacción, compromiso, identidad y confianza, igual que en una relación personal o de familia.

La organización debe saber qué tipo de voluntariado quiere; es importante que la relación entre las personas no se rompa, se necesitan voluntarios que permanezcan. Lo importante es que el voluntario se sienta reconocido, que los dirigentes de la Asociación Nacional agradezcan su labor y se lo manifiesten por escrito, esto parece que lo han olvidado.

Gestionar dirigentes voluntarios es un gran reto, especialmente cuando se necesita hacer cambios en las estructuras y enfoques de la organización; lo importante es estimularlos frecuentemente, capacitarlos progresivamente, dándoles las herramientas para que mejoren en su labor. Ellos se convertirían en trabajadores con actividades obligatorias que los llevarían al incumplimiento del tercer artículo de la ley scout: el scout es útil y ayuda a los demás sin pensar en recompensa.

Uno de los desafíos más grandes es la selección de estas personas, buscando el perfil ideal y prepararlos por medio de cursos, experiencias en actividades a nivel nacional e internacional donde mejoren sus conocimientos.

Los dirigentes deben estar siempre ocupados por el desarrollo de nuevas formas de reclutar y capacitar a los voluntarios. Los mejores candidatos son los padres, hermanos mayores, amigos y vecinos de los mismos muchachos; los maestros, los estudiantes de sociología, psicología y educación física. Los miembros de los clubes cívicos, como rotarios, 20-30, leones, Cámara Jr., así como los bomberos, policías, líderes religiosos, sacerdotes y laicos pueden ser muy buenos dirigentes voluntarios en los grupos en todas las provincias. Además, debe prepararse a los miembros que van creciendo para que sigan como dirigentes voluntarios cuando alcancen la mayoría de edad.

La Asociación de Scouts no tiene actualmente ningún dirigente scout profesional y todos los que trabajan son empíricos, lo que trae como consecuencia estos desajustes en los enfoques y acciones.

Si insisten en la idea de asalariar a los dirigentes, la Asociación de Scouts se convertirá en una empresa comercial que ofrece puestos de trabajo asalariados, y por tanto obligatorio, perdiéndose así todo el romanticismo y tradición que nos legara el fundador, lord Baden Powell.

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Este artículo se publicó el 27  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.