Cápsula histórica de mitos y traiciones

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La opinión del Ingeniero Químico y Psicólogo Industrial…

Giovanni Niedda Alvarado

Es importante que se le aclare a los jóvenes de este país lo que estaba detrás del golpe militar del 68 en detrimento de las vidas que se perdieron: una porción de agua que cruza del Pacífico al Atlántico… el Canal de Panamá.

Para alcanzar este colofón se agregó al golpe que realizaron los oficiales Boris Martínez y Federico Boyd a un joven oficial de mayor rango quien obligado, no quería dar el estacazo, más bien propiciaba por separar al presidente Arnulfo Arias para entregar el gobierno a los liberales:   El militar Omar Torrijos Herrera.

No se podrá anotar en este breve espacio la serie de actos mezquinos y los efectos que siguieron después de aquello que hemos heredado de una de las dictaduras más entorpecedoras que ha habido en América Latina.

Toda esta trama fue el resultado de una serie de acontecimientos e intromisiones que se realizaron desde finales del siglo XIX cuando se forjaban los tratados Mallarino-Bidlack, Evarts-Arosemena y otros. Hoy podemos analizar con certeza, que hubo gobernantes nacionalistas, pero también hubo quienes traicionaron al pueblo, sus haberes, la bandera y el derecho a la felicidad, conceptos estos inmersos en el campo de una real independencia.

Sería de gran propiedad advertir la diferencia entre las personalidades gobernantes, cuando dictaminamos que dentro de los pocos presidentes que se preocuparon por desarrollar el país dentro de la dignidad requerida estuvo el Dr. Harmodio Arias desde su tratado Arias-Roosevelt en 1936(Art. X)  y con el cual abolió todo concepto de permanencia extranjera:

“… ambos países tenían la obligación de tomar medidas confiables para proteger el canal si estuviera en peligro… y esto sería sujeto a consulta entre ambos gobiernos”

Todavía así, los EU se aseguraba el derecho a una continuidad en las ingerencias a través del Art. 136 de la Constitución de 1904 que les permitía a EU intervenir a Panamá en cualquier punto del país para restablecer la paz pública, etc, etc.,  todo esto para controlar el canal.    No fue sino hasta el año 1941 que otro presidente de corte nacionalista, el Dr. Arnulfo Arias Madrid reemplaza este último vestigio de intromisiones a través del Artículo 151 de su nueva Constitución de 1941:   “Ningún gobierno extranjero ni ninguna entidad o institución oficial… podrá adquirir el dominio, posesión, uso o usufructo sobre ninguna parte del territorio nacional salvo lo estipulado en convenios internacionales…”

Toda esta lucha ocurrió en el transcurso de un par de décadas hasta que unos jóvenes institutores confirmaron con sus vidas en 1964 el respeto a la bandera y a la soberanía de Panamá.   Sin embargo, los EU sorprendidos con esta gesta y aferrados a su canal, no desmayaron en seguir utilizando los medios necesarios para controlar el mismo y no sólo contribuyeron con el golpe militar del 68 perpetrado al Dr. Arnulfo Arias, sino que mantuvieron a toda costa al militar potable Omar Torrijos eliminando del camino a Boris Martínez (quien no quiso hablar de tratados por el momento) y a Federico Boyd, para conllevarnos a la firma de un tratado nuevamente oprobioso, que permitiera intervenciones al suelo patrio al capricho de los EU como ocurrió con la invasión a Panamá en diciembre de 1989.

Lo que hizo EU con todos estos intentos de intervención, fue dar continuismo al tratado Mallarino-Bidlock de 1846, cuyo principio de injerencia extranjera se insertó al tratado Hay-Bunau Varilla(1903) y a la idea de los EU de controlar de por vida el canal, manteniendo a la fecha esta idea a través de la firma de un tratado en 1977  (Tratado de Neutralidad) encargado al ciudadano militar Omar Torrijos, considerado por muchos como el traidor, informante de los EU.

A la fecha, Torrijos es utilizado por los miembros del partido PRD el cual fundó, y quienes también traidores, en una abierta contradicción e irrespeto a ellos mismos, estuvieron hasta el último día de la invasión norteamericana con Manuel A. Noriega, el que supuestamente fue mencionado autor intelectual de la muerte del propio Torrijos.

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<>Artículo publicado el  6  de noviembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.
Más artículos del autor en: https://panaletras.wordpress.com/category/niedda-alvarado-giovanni/

Una cápsula histórica

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-La opinión del Ingeniero y Escritor…

Giovanni Niedda Alvarado 

Después del golpe del 11 de octubre de 1968, pude constatar que la lucha se podía forjar pareja si hubiesen existido más hombres valientes en todo esto.

El Dr. Arnulfo Arias había pasado de la Policía de Balboa para la casa de la familia Montaner en La Boca, pero fomentaba reuniones importantes en un caserón cerca del Administration Building de Balboa que cundió como el edificio de la Presidencia.   El 12, el Presidente trató de enviar telefónicamente un manifiesto por la Radio Mía, pero fue evitado por los militares ayudados por la intercepción de las llamadas por parte de las autoridades zoneítas (Gobernador Leber), quienes impedían que el Dr. Arias Madrid realizara un contragolpe desde la Zona del Canal.

En aquella casa, el Presidente reunió al Gabinete y a la Asamblea Nacional para plantear detalles de guerra y las medidas a tomar para defender la Constitución. Participaba en esto Rodolfo Delgado quien había establecido una línea de comunicación entre las transmisiones clandestinas y la Guardia Nacional en las que el oficial Crócamo transmitía consignas a la gente de Camilo en las patrullas. Eran alrededor de 1,500 efectivos armados, que luego no apoyaron el contragolpe.

El Presidente Arias, por su lado, hacía gestiones para conseguir armas para la lucha con el Presidente de Costa Rica, por lo que quiso moverse para Coto desde un yate que partiría de Balboa hasta Santa Clara y luego desde allí tomaría una avioneta que lo llevaría a su objetivo.

Ya había una fecha para realizar este evento histórico, pero algunos oficiales contra golpistas, como Saavedra, Díaz Duque, Mata y otros se habían retirado del caserón. El Dr. Arias propuso de inmediato ante Doña María, Tito Arias, Nicosia, Crócamo y otros, irse a la frontera como lo había planeado inicialmente, pero Doña María, de manera muy acertada, recomendó abortar el plan, porque de seguro los norteamericanos ya sabrían del mismo al igual que los militares panameños. El Presidente desistió.

Después de unos días se realizaron algunos eventos de contragolpe en la ciudad y el interior de la República, por lo que en algunas de las treguas el Dr. Arias fue invitado a Washington, y en su afán de resolver las cosas dejó el área caliente para tratar de salvar la democracia bajo un reguero de esfuerzos ilusorios y engaños tangibles.

Para algunos fue increíble que a sus 67 años tuviera la energía y el coraje de querer moverse en lanchas y avionetas para conseguir armas para la lucha.

Para cualquier buen panameño esto debe ser considerado un acto de gran valor en un hombre que a esa edad, tuviese la energía para empuñar un arma y seguir siendo un revolucionario nato como en los tiempos de Acción Comunal. Hubo que detenerlo y está claro con lo que le deparó el destino: tratar hasta lo último, mientras que otros se iban antes de tiempo.

<> Artículo publicado el 10  de octubre de 2010 en el diario El Panamá América, a quienes damos,    lo mismo que al autor,   todo el crédito que les corresponde.

Proclama por los caídos

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11 DE OCTUBRE DE 1968.  La opinión de…

Giovanni Niedda Alvarado

Sólo una mente estéril olvida el pasado manteniéndose cohibida frente a un futuro que se hace cómplice de la amnesia de ella misma.   Hay quienes dicen que el golpe militar del 11 de octubre de 1968 debió ser defendido.  Que aquellos días de luchas desesperadas debimos realizarlas junto con la población, para evitar que 19 años después se sacaran los pañuelitos blancos, en un país ya deteriorado.

Tal vez hubiesen muerto menos cantidad de ciudadanos panameños de los que yacen en sus tumbas y de los que no aparecen; tal vez hubiese muerto más gente, pero no tendríamos una invasión extranjera y una veintena de años pesando sobre nuestra soberanía, democracia y el deterioro social que conllevó la permanencia de una dictadura militar.

La muerte de tantos combatientes por la democracia jamás debe ser olvidada, así como tampoco los sufrimientos de sus almas antes de morir, sabiendo que dejaban también lastimados a padres, hermanos, esposas e hijos.

El dolor físico intenso ante las torturas despiadadas y la valentía de sus corazones deberán ser exaltados ante la faz nacional e internacional, para que su sacrificio no quede en vano y se sepa que aquí en Panamá se peleó duro y que, aunque no debemos olvidar a aquellos panameños soldados oficialistas que también murieron por lo que pensaron era su deber, tenemos la fibra que nos mantendrá libres en el mañana y que los merecedores de castigo, los militares golpistas que no pelearon, aunque caminen libres por nuestras calles, sus pies se hincharán por el peso de sus conciencias y morirán así, sin las botas puestas, pero que mientras vivan deberán deambular cabizbajos, con vergüenza, con respeto, en consideración por los familiares de las víctimas, tanto de los soldados constitucionalistas que se alzaron en la ciudad Capital, Coclé, Veraguas y Chiriquí, como de los soldados oficialistas que enviaron a morir para repeler el contragolpe.

Los que quedamos vivos, tendremos nuestro propio cuento para contar, con la esperanza de poder resarcir la desaparición de nuestros compañeros y recordarlos a través de actos de reconocimiento que permitan a los ciudadanos que nacieron desde los años 70 en adelante percibir con regocijo un pedazo de la historia panameña que parece haber sido enterrada con los muertos del golpe de Estado de 1968.

<> Este artículo se publicó el 8  de octubre  de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos,   lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

La Resolución de la Muerte

La opinión del Ingeniero y  Ex Director Nacional de Compras de la CSS.…..

Giovanni Niedda Alvarado

La historia no termina aquí. Es importante que se sepa que la muerte de ciudadanos inocentes con Dietilenglicol se debió a negligencias en las Juntas Directivas 2000, 2001, 2002 y gran parte de la de 2003 de la CSS y supuestamente sumados a intereses creados y conducidos bajo un contexto siniestro de ciertos directores y jefes intermedios.

En la gestión administrativa del 2005 con directores ungidos del gobierno pasado, la parsimonia bajo el concepto del “Laisse Faire” condujo realmente al uso desastroso de un insumo que, no sólo debió ser analizado químicamente, sino que permitió que algunas empresas incompetentes y no serias participaran como oferentes en las compras, tanto para equipos y medicamentos, como para insumos (Dietilenglicol en vez de glicerina pura calidad USP).

El 10 de septiembre de 2003 nace la Resolución 0271 expedida por la Comisión Nacional de Registro de Oferentes del MINSA (A quienes también hay que investigar) que ordenó la aceptación de un documento supletorio al certificado de Registro de Oferentes que permitía que en el pliego de cargos no se exigieran de documentos importantes como la licencia comercial, la licencia de operaciones y muestras y catálogos de los productos, entre otros.

Ante la sorpresa de algunos directores y jefes, esta resolución abría la posibilidad peligrosa para que cualquier empresa que no tuviera licencia de operación promoviera productos sin calidad y eficacia para la salud de la población.

Y dicho y hecho, como dice el refrán, Medicom que no tenía Certificado de Operación en julio de 2003 cuando se licitó la glicerina pura calidad USP, pasó desapercibido hasta dos meses después que sale la Resolución de la Muerte.

Extrañamente personal importante de Asesoría Legal de la CSS instruyó en septiembre de 2003 a la Dirección de Compras para que se modificaran los pliegos aceptando el documento supletorio, a pesar de la protesta del personal de Compras que le pedía explicación por mantener esta incongruencia cuando la Ley 1 de Medicamentos exigía la licencia de operacion y registro de oferentes definitivo. De hecho, Calorsa S.A. quien perdió licitación contra Medicom, también había enviado nota aclaratoria sobre dicha omisión del Certificado de Operación, pero Asesoría Legal insistió a pesar de que la Dirección de Farmacia y Drogas el 3 de julio de 2003 enviara nota a Calorsa en la que daba instrucciones para que se solicitara Licencia de Operación cuando se tratara de materia prima, en este caso la glicerina.

Todo este conflicto lo sabía la Junta Directiva de la CSS y consta en el acta No. 006-2003 JD de 16 de enero de 2003 en donde personal de Abastos de la CSS le pusieron en conocimiento que Medicom no tenía Licencia de Operación expedida por Farmacia y Drogas del Minsa.

Finalmente es de extrañarse que poco días después que nace esta Resolución de la Muerte, y ante la insistencia de la Dirección de Asesoría Legal de la CSS, supuestamente hubo empresas que tampoco presentaron certificaciones importantes cuando se entró a licitar un cineangiógrafo y 4 tomógrafos, como ustedes recordarán, en aquellos tiempos de luchas intestinas entre proveedores y la CSS y funcionarios en medio de todo eso, que fueron hasta la Fiscalía Anticorrupción.

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Este artículo se publicó el  12  de junio de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Del dietilenglicol y sus nuevos implicados…

La opinión del Ingeniero y Ex Director Nacional de Compras de la CSS…


Giovanni Niedda Alvarado

Toda esta historia se remonta al año de 1997 cuando el 8 de abril sale el Decreto 93 que dictamina todo lo concerniente a las normas sobre “Buenas Prácticas de Fabricación de Productos Farmaceúticos”. La Dirección de Abastos había sido asignada para apoyar todo lo concerniente al Laboratorio de medicamentos de la CSS.

No es hasta el 2001 y 2002 que Abastos inicia contundentemente su solicitud de apoyo a las diferentes direcciones nacionales, Dirección General y Junta Directiva, para adecuar las operaciones del Laboratorio de Producción de la CSS hacia una eficiente productividad y un manejo exhaustivo del control de calidad que hubiera evitado las muertes de tantos ciudadanos panameños por envenenamiento con dietilenglicol.

Como el laboratorio de fabricación de la CSS nació desorganizado y sin controles, era necesario inyectarle recursos humanos capacitados y recursos económicos, pero ambos factores importantes fueron desatendidos. Para estos efectos la Junta Directiva de la CSS aprobó el cierre del Laboratorio en 2001 y la Dirección de Finanzas, haciendo eco de esta decisión, mandó a congelar las partidas presupuestarias para dicho laboratorio para el 2001-2002 hasta tanto entregaran un informe de costos y gastos del mismo. Este congelamiento de dinero no permitió comprar los equipos necesarios y los reactivos para acondicionar el laboratorio de análisis que se requería para detectar fallas. Se creó un equipo multidisciplinario en aras de detectar las necesidades y confeccionar un manual de control de calidad. De hecho este manual se presentó al Director General en diciembre de 2002 y los encargados subalternos, sin autoridad ante la Junta Directiva y las decisiones presupuestarias, se vieron obligados a solicitar la compra de productos por compras menores y así evitar vencimientos de otras materias primas que existían estacionadas con un valor de un millón de balboas, pero la Junta Directiva mandó a suspender los trámites de compra para el Laboratorio de Producción acuerpada por funcionarios de Finanzas de la CSS y la Dirección General.

En febrero de 2003 los directivos encargados de velar por el buen andamiento del Laboratorio insistieron en la realización de compras menores para cubrir las necesidades, de manera a evitar un desabastecimiento de los medicamentos más demandados por los usuarios, pero fue infructuoso porque continuaba la orden de mantener el mismo presupuesto y hasta recortar partidas para dicho Laboratorio. Ante esto la Dirección de Abastos se vio en la necesidad obligante y la excelencia de contactar al Instituto Especializado de Análisis de la Universidad para unificar criterios y equipos a utilizar con la CSS junto con los laboratorios de Corozal y Gamboa.

Se hicieron varios intentos de pedir insumos y equipos de control, pero las solicitudes eran retiradas de la Comisión de Compras de la Junta Directiva, hasta tanto absurdamente no se entregaran los gastos del Laboratorio.   Este informe supuestamente sugerido por Finanzas paralizó las actividades de las mejoras y la producción del Laboratorio desde el 2002 hasta el 2004 y más a pesar que en agosto de 2003 ordenaran continuar las operaciones del Laboratorio de Producción. El ensañamiento fue tal que todavía más, Finanzas de la CSS no pagaba al Instituto Especializado de Análisis de la U, por lo que este suspendió el servicio de análisis que realizaba para la CSS.

Toda esta negligencia, que pareciera premeditada, fue en parte la causante del descontrol que permitió que no fuese detectada oportunamente la sustancia tóxica para salvar la vida de tantos ciudadanos panameños y por la que el Fiscal de este caso debe actuar fehacientemente.

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Este artículo se publicó el  29  de mayo de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

El flujo del dietilenglicol

La opinión del Ingeniero  y Director Nacional de Compras de la CSS…..

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Giovanni Niedda Alvarado

El problema del dietilenglicol es un enredo que será resuelto cuando se esclarezca quiénes son los protagonistas directos a los que atañe la responsabilidad de haber dado un manejo adecuado al proceso de compra y recibimiento, desde el inicio cuando se licita el producto, cuando se realiza el “booking” a la fábrica o a los intermediarios en el exterior, luego cuando se recibe en la aduana de Panamá dicha materia prima y finalmente cuando se ordena utilizarla en los tanques de procesamiento en el Laboratorio de Producción.

Este es el flujo en el proceso que fácilmente nos indicará quiénes cometieron el error de comprar lo que no era, el veneno que todavía sigue causando efecto en los pacientes que lo ingirieron.

Es necesario que los fiscales tengan a bien conocer que la CSS tiene por norma utilizar los medicamentos y las materias primas que primero han sido recepcionadas, por lo tanto si el Laboratorio de Producción recibió en octubre de 2003 el producto ¿cómo es posible que haya sido fabricado en 2005 y utilizado 2006 cuando inician a morir los pacientes?

Para que las personas hubiesen iniciado a morir intoxicados en el 2006, el año mortal de la compra debió ser en 2005, por lo que es injusto tener de chivo expiatorio a personas con desfases en el caso investigado. De hecho, es de rigor que la Fiscalía tenga detenido al Director Nacional de Compras del 2005, quien renunció en medio de todo esto, porque habría que analizar si hubo una compra “rápida” sin el cuidado de esclarecer el producto como FDA, porque RAFER (Exportadores de España) indicó que nunca recibió la indicación que la materia prima era para consumo humano.

En todo caso otros que deben estar detenidos para investigación son los dueños de la empresa MEDICON, que hasta la fecha nadie sabe quiénes son, porque los archivos en el Registro Público desaparecieron como acostumbra a pasar en Panamá, y no continuar la práctica de detener y exponer chivos expiatorios como son ahora los que financiaron tanto a MEDICON como a muchas otras empresas panameñas que acuden a pedir dinero sin tener por qué saber de las interioridades de sus proyectos.

Siguiendo el flujo, la ley indica que la Dirección Nacional de Farmacia del Ministerio de Salud, a través de un regente químico en la aduana, es el primer responsable de la verificación y aprobación de entrada a Panamá de los productos químicos a través de un control previo, especialmente si, según los documentos de importación y las facturas indican, son dirigidos a la CSS para la producción de medicamentos.

Y finalmente en el propio laboratorio de producción, quienes realizan la mezcla adicionando las diferentes materias primas que formulan el medicamento, son los responsables de asegurarse y registrar que los productos añadidos sean los adecuados, tanto por el análisis visual y de tacto, como por la verificación analítica en un laboratorio de análisis especializado a través de una muestra alícuota.

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Este artículo se publicó el  1  de mayo de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Cultura política amarga

La opinión del Ingeniero y Escritor……

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Giovanni Niedda Alvarado

No sé cuál es la razón para que una parte de la comunidad panameña se sobresalte ahora por efecto de una supuesta intromisión del Ejecutivo en el poder judicial. Hoy parecen sorprendidos de las acciones de este gobierno parte de la sociedad civil, como son algunos medios de comunicación cuyos periodistas parecen desconocer las bondades del pensamiento crítico, al igual que sociedades de comercio, cruzada civilista, partidos de oposición, etc., que se quedan estupefactos ante lo que verdaderamente, sin ánimo de contradecirlos o de estar del lado de los que gobiernan, es una práctica “sine qua nom” que hace parte de nuestra cultura política. ¡Qué verdad más amarga! Si mal no recuerdo, desde 1903 a la fecha todos los gobiernos de Panamá colocan sus fichas para gobernar libremente.   No sé si para gobernar bien o mejor, pero la ignominia del ser humano político siempre será contradecir al opositor. De hecho, en estos últimos gobiernos recientes, después de la invasión, y antes de los dictadorcitos del PRD, todos han seguido el camino de la costumbre política de poner en los puestos claves a sus allegados. ¿Por qué?, porque si lo dejan a la libre postulación, los que llegan de esta forma democrática o virtual, si fueran del colectivo político opositor al gobierno, actuarían como tales, sin afecto a la ley; sus actitudes de seguro, serían tendenciosas, de lo contrario pecarían de mal partidarios.

Nuestro apego a la Constitución y a las normas morales no contempladas en leyes y decretos, es la obligación de todo buen político y ciudadano, pero por supuesto que debe ocurrir en un país de mucha educación con valores bien asentados, que permita la transparencia sin tener que supeditarse a un mandato político.

El problema nuestro es que actuamos por bancadas. Palabra esta repugnante que es utilizada sin miramientos y sin vergüenza, especialmente por los diputados de la Asamblea Nacional y aplicada de cierta forma por el gobierno central cuando decide continuar casi obligatoriamente con el concepto ese cultural que se torna un círculo vicioso aceptado casi por todos. Entonces, sigo sin saber cuál es la queja de unos, especialmente de los opositores de cada gobierno, que como curas, no se acuerdan cuando eran sacristanes.

Mientras no aceptemos que existen obstáculos, como la corrupción política, dentro de un subterráneo de aceptabilidad, que desafía a los valores democráticos, y mientras no aceptemos estar más interesados en encontrar la verdad que en tener la razón cuando se está en oposición política, jamás podremos subsanar la continuidad de las malas prácticas que apoyan los gobernantes de turno y critican los opositores del momento. Como dijo el otro, mientras no adecentemos la cosa pública a través de una Constituyente pura, aguantémonos el “huaqueo”.

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Publicado el 2 de marzo de 2010  en el Diario  El Panamá América, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

La potestad judicial y la criminalidad

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La opinión del Ingeniero y Director Ejecutivo de la Confraternidad Carcelaria de Panamá…..

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Giovanni Niedda Alvarado

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Debo expresarles que en nuestro país el uso excesivo de la prisión preventiva, y más ahora con el aumento de las penas, la sociedad va a ejercer una presión más amplia sobre el sistema penitenciario.

Alrededor de 10,234 personas constituye la población penal hasta la fecha de octubre de 2009. La preocupación recurrente de algunos estratos sociales y estamentos de gobierno, se ha traducido en periódicos intentos de disminuir el volumen de la población penal, entre estos los más cómodos han sido dar libertad condicional en esta época del año(Oct./Nov./Dic.). Se estima que el promedio del año está en los 11,100 internos.

Lamentablemente, no se ha logrado dar una respuesta que aborde integralmente los problemas de las cárceles. Un poder judicial lento y una carencia sistemática de infraestructura penitenciaria, ha llevado a que la población de la cárcel, además de estar hacinada, sea pobre, analfabeta, violenta y reincidente.

Quizás la manifestación más interesante de esta línea a realizar, sea los alentadores esfuerzos por abordar la rehabilitación del hombre por dentro, como diría un gran humanista: “Matar al criminal y salvar al hombre”.

Según las estadísticas, en el año 2004, la relación entre ciudadanos sindicados y detenidos fue de 1 a 3 y hoy en día sigue en aumento, lo que nos permite deducir que entre más bajo es el nivel de detenidos, así mismo bajará el nivel de sindicados. Esto nos permitirá concluir que la población penal debe disminuir y por ende el hacinamiento. Si consigo menos hacinamiento, con esto puedo tener más capacidad de acción con el mismo presupuesto y conseguir altos niveles de resocialización que a su vez conlleva menos reincidencias delincuenciales, dándonos la seguridad ciudadana que se pide a gritos.

De hecho nada de esto se consigue sin metas y sin una política de Estado que integre la participación de la sociedad civil en programas sociales relacionados y en una concienciación efectiva de jueces y corregidores que ayuden a disminuir esos índices de detenidos bajando esa relación sindicado-detenido.

Para Centroamérica y Panamá (año 2000) se registraron 165 reclusos en promedio por 100,000 habitantes y 335 reclusos por 100,000 habitantes respectivamente.

Vemos pues que Panamá tiene un índice extremo y crítico de población penal que se mantiene alto con relación a otros países, siendo el país con las tasas más altas en América Latina.

Un porcentaje óptimo de internos sin condena en América debería ser de un 20% como refleja Costa Rica con un 24%. El promedio ideal de 73 presos por 100,000 habitantes para cualquier país de América, representaría un valor importante que evitaría la mayoría de los problemas básicos que se presentan actualmente en los sistemas penitenciarios y por ende en la sociedad.

Para entrar en el promedio adecuado, Panamá debería mantener aproximadamente de 2,555 a 5,000 internos en las cárceles. Para esto repito debe erradicarse la corrupción de abogados y funcionarios públicos que propician el mal ejemplo, evitar el uso excesivo de la prisión preventiva de “Detener por detener” y de “Sancionar por sancionar”(Policías, Corregidores de Policía y Jueces) y aumentar el ritmo de los procesos judiciales (Presos sin sentencia definitiva), para alejar al detenido preventivo del contagio criminal.

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Publicado el 12 de diciembre de 2009 en el diario El Panamá América, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

De uniones políticas y otros menesteres…

La opinión del Ingeniero y Escritor….

Giovanni Niedda Alvarado

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De uniones políticas y otros menesteres…

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Es un hecho claro y noticioso que estamos frente a uno de los actos más desesperados y de discursos demagógicos que pueda ocurrir en un colectivo político.   Por primera vez se realiza un pacto de unión de fuerzas y resolución de discordancias de tal magnitud, que permite confirmar que realmente existe un problema grande de falta de democracia y disciplina dentro del Partido Revolucionario Democrático que los llevó inclusive a la derrota en los comicios pasados.

La falta de democracia está muy ligada a su pasado y la falta de disciplina existente entre los miembros de la directiva los lleva a no concordar con los intereses del país, los hace enfrascarse en una lucha interna por el poder, que según ellos les permite tener prebendas, territorios, proyectos y dominio del gobierno y el Estado a través de elecciones políticas.

Para mí está claro que no sólo se trata de una lucha de intereses, sino de la corriente alterna a usar como divulgación o propaganda para conceptuar el engaño con relación a la figura o líder que deberían seguir en una contienda política o para la continuidad de su partido.

Quiero decir que, mientras Omar Torrijos vivió su liderazgo interno dentro del partido que fundó, y que para el resto de los panameños fue falso y desgarrador, el apego de sus miembros a ese concepto del torrijismo se mantuvo hasta el día que murió.

Luego de allí en adelante, la figura que permitió mantener la politiquería y su propaganda política para llegarle a la gente fue el concepto norieguismo.

Los que querían a Torrijos se agazaparon hasta que Manuel Antonio Noriega levantó el machete para declararle la guerra a los norteamericanos, por lo que de ahí en adelante se comenzó a resaltar nuevamente la figura de Omar y por lo que los norieguistas se encuentran ahora agazapados.

No duden que estos perredistas disimulados quieran mantener a Noriega lejos, haciendo lo posible para que continúe su viaje infinito fuera de Panamá y pueda completar su condena y el fin de sus días en Francia, lugar en el cual es reclamado.

Finalmente, no es al torrijismo que siguen los adeptos al PRD, tan sólo es la oportunidad que tienen para vender un producto más digerible que la de Noriega, quien fue tachado de militar narcotraficante y está desprestigiado en una cárcel de EE.UU., lugar este que desde sus gobiernos, a través de entidades secretas, manejaron tanto a Omar Torrijos como al propio Noriega. El primero como militar potable capaz de continuar un golpe militar, que sacó en ese momento al Dr. Arnulfo Arias, para firmar unos tratados que mantuvieran la hegemonía de los EE.UU. sobre el Canal de Panamá; y el segundo para doblegar a la población contra cualquier intento de mayores protestas y de torceduras hacia la izquierda.

Poco antes y después de las elecciones vimos enfrascados en esta polémica a torrijistas y norieguistas; hoy se abrazan en una simbiosis peligrosa que traerá consecuencias agravantes para ellos y para el prestigio del país cuando se acerque el 2014.

Al final de todo, lo que desea la mayoría del pueblo, porque siempre ha existido la relación 65% civilistas – 35% militaristas, es que se acabe la corrupción y la deshonestidad para que podamos vivir en paz y no con la incertidumbre de regresar a un régimen militar que mantiene en su haber a cientos de panameños muertos y desaparecidos ante una escalada de arbitrariedades producidas en sus gobiernos, en especial la no aceptada lesión perpetrada contra la Constitución de la República al propiciar un golpe de estado como el ocurrido el 11 de octubre de 1968.

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Publicado el 17  de octubre de 2009 en el diario El Panamá América, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

Un ‘Viernes Negro’ para no olvidar

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Un ‘Viernes Negro’ para no olvidar

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Giovanni Niedda Alvarado
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Recuerdo aquella mañana del viernes 10 de julio de 1987. La lucha se tornaba infinita. La gente se dirigía hacia la Iglesia del Carmen para protestar en contra de los militares y sus arbitrariedades por el fin de la dictadura. El traslado se realizaba de todas las formas y el blanco era el lema de la paz y la libertad. Se caminaba a solas, en grupo, o se iba en autos. La represión que se dio entre las calles y avenidas fue brutal. Había órdenes de encarcelar a todos y tapar los gritos de protesta del pueblo. Era aquellos momentos de reyerta, cuando la mayoría de ciudadanos exigía la renuncia del general Noriega, junto con todo su aparato de civiles incondicionales que defendían lo indefendible; los mismos de ahora.

Profundo es nuestro recuerdo, porque ha pasado gran cantidad de años casi frívolos, como si los encarcelados, los torturados, los muertos reconocidos y los desaparecidos desde octubre de 1968, la década de 1970, pasando por la era civilista de 1987 y los muertos inocentes de la invasión de 1989, no fuesen seres humanos panameños que clamaran por justicia desde sus sepulcros conocidos y desde sus tumbas secretas, solo conocidas en la conciencia de sus sepultureros.

La muerte de Carlos Efraín Guzmán, Armando Morán, Eduardo Carrera y los torturados del “Viernes Negro” en las cárceles y los desaparecidos y no desaparecidos combatientes del 68 jamás debe ser olvidada, así como tampoco los sufrimientos de sus almas antes de morir, sabiendo que dejaban a sus familias y a un país arrestado por los militares y sus civiles alienados.

El dolor físico intenso de los civilistas ante las torturas despiadadas y la valentía de sus corazones deberá ser ponderado ante la faz nacional e internacional, para que su sacrificio no quede en vano y se sepa que aquí en Panamá se protestó con una furia que salió de nuestras almas reflejada en los pañuelitos blancos, que aunque no debemos olvidar a esos soldados rasos oficialistas panameños que también murieron por lo que pensaron era su deber cumplir órdenes, tenemos la fibra que nos hará libres algún día y que los merecedores de castigo, los civiles y los oficiales que masacraron a la gente del 68, que torturaron y asesinaron a la gente del 87, estos mismos oficiales que no pelearon en diciembre del 89, aunque caminen libres por nuestras calles, sus pies se hincharán por el peso de sus conciencias y morirán con eso, sin las botas puestas, hablando incoherencias en los cafetines y escribiendo sandeces en los periódicos; pero que mientras vivan, deberían deambular cabizbajos, con vergüenza, con respeto, en consideración a los familiares de las víctimas, tanto de los constitucionalistas del 68, como de los civilistas de la cruzada del 87 y de los soldados de la Guardia Nacional que enviaron a la muerte en aquella guerra entre panameños.

Los que quedamos vivos, tendremos nuestro propio cuento para contar y someter el recuerdo al diario vivir de los años por venir hasta que se haga justicia. Todo esto, con la esperanza también de resarcir a los panameños caídos en acción y recordarlos a través de jornadas que permitan a los ciudadanos jóvenes percibir con regocijo un pedazo de la historia panameña, que parece haber sido enterrada con los muertos del golpe del 68 y los muertos de la Cruzada Civilista del 87.

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Publicado el 10  de julio de 2009 en el diario La Prensa; a quien, al igual que al autor, les damos todo el crédito que les corresponde.