La solución no es prohibir

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La opinión del Profesor y Maestro Instructor de Rescate,   Miembro de APAVE …

Abdiel Iván Batista C.

(aibatista@hotmail.com).

Se ha hecho costumbre en nuestro país que luego de un accidente la solución futura es prohibir que se siga realizando la actividad en la que se dio la situación. Peligro, inseguridad y riesgos, encontramos en nuestras casas, en el trabajo, en la calle y hasta en el hablar, pero los riesgos que conllevan el practicar una actividad, se pueden, eliminar o minimizar (de acuerdo al clima y cantidad de personas) manejar (con capacitación y sentido común) o transferir (a través de una póliza de seguro). Muchos guías locales autodidactas y aun aquellos certificados lo desconocen, razón por la cual corren riesgos innecesarios, sin tener un plan de acción para la ruta o actividad a realizar y mucho menos haber identificado en la actividad los riesgos y sus consecuencias probables.

Hace pocos días murió Ulpiano Gaitán, joven de 26 años quien se desempeñaba como guía de turismo ecológico en las tierras altas, al caer al agua y perder la vida;  y me permito discrepar con mi amigo José Donderis, director provincial del SINAPROC en Chiriquí, cuando le da solución al problema, exigiendo a la ANAM el cierre del Sendero Los Quetzales, basado en lo peligroso del mismo, cuando la solución es exigir que ANAM señalice el sendero, que los guarda parques adviertan de los peligros a encontrar y mucho más importante exigir que los guías locales sean capacitados en seguridad, tal como primeros auxilios, seguridad acuática, supervivencia y montañismo, evaluación de riesgos etc.

No es momento para quejas, si nos quejamos entonces iniciemos con las autoridades de las tierras altas, quienes han visto crecer la actividad turística, dejando a un lado la seguridad.

La Asociación Panameña de Aventura y Excursionismo APAVE, organización sin fines de lucro a la cual pertenezco, y cuyo objetivo es promover las actividades al aire libre, tiene entre sus planes a corto plazo iniciar capacitaciones para guias locales con la finalidad que realicen actividades seguras y con riesgos controlados.

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<>Artículo publicado el 7  de enero de 2011  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Punto de Vista Recordando a Antonio Zarco (II)

La opinión de…..

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Abdiel I. Batista

En 1995 con buen camino recorrido en la enseñanza de la selva, tuve mi último curso con el jefe Zarco, era un curso organizado por personal científico de visita en Panamá y versaba sobre la forma de pernoctar con seguridad en la selva, nuevamente me di cuenta que estaba en pañales en la enseñanza, me llené de valor y le pregunté: ¿Jefe cuando cree usted que sepa yo de verdad de supervivencia?. Su respuesta me desconcertó –pregúntale a tu primer instructor- Y ni corto ni perezoso le fui a preguntar a Federico Mancilla, en ese entonces Capitán de la Policía y ex Instructor de Pana Jungla de las Fuerzas de Defensa. Con Mancilla no había que andar con rodeos, yo había sido su alumno y su subalterno así que fui al grano: ¿Capitán, dice el jefe Zarco que le pregunte si ya se de selva o no? Luego de 5 minutos de risa me dijo “aun no sabes nada”. Otra respuesta desconcertante, ¿cómo que no se nada? si ya había sido co instructor con él. Sencillo dice Mancilla, nunca acabaras de aprender como es la selva, sigue estas reglas y quizás aprendas:  Cuida tu aprendizaje, escucha, no subestimes tu capacidad ni la de nadie y no tomes riesgos. Confieso que no le entendí al 100%. No fue sino hasta 10 años después, en noviembre 11 del 2005, cuando lo entendí; y lo recordaré hasta que viva, pues tengo una placa y 11 tornillos que jamás me lo harán olvidar.

Volví donde el Jefe Zarco ya viejo y curtido con su piragua, su taparrabo y su eterna paciencia y le dije “jefe ya sé de selva” y saben qué me pregunto: ¿te cortaste con el machete? ¿Te caíste y te rompiste un hueso? Algo así le dije, ya aprendí al lección, jamás se deja de aprender, jamás uno debe creer que sabe más que los demás.

El Jefe Zarco fue visitado por miles de soldados que entrenó, desde los combatientes de la guerra Vietnam, el personal de la NASA, Rangers, Fuerza Delta, Boinas Verdes, científicos del Smithsonian y nosotros los alumnos panameños que le teníamos en el pedestal de los grandes, pero como suele suceder con los grandes, a su muerte están solos… una pequeña delegación de la ACP asistió a su funeral.

Dios te regresará a la tierra que te dio la vida Jefe Maestro Zarco.

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Este artículo se publicó el  17  de abril de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Recordando a Antonio Zarco (I)

La opinión del Profesor…..

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Abdiel I. Batista

El 24 de marzo pasado murió olvidado por el país y por muchas instituciones, un panameño ilustre que quizás a ningún panameño común le sea familiar su nombre, ese es Antonio Zarco, indígena cuyos conocimientos le valieron el reconocimiento y condecoraciones del Ejército y Gobierno de Estados Unidos.

Su fama radica en ser el primer instructor de supervivencia en la selva de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, fundador, junto a Federico Mancilla, de la Escuela y Brigada de Supervivencia y Rescate en Selva de la Cruz Roja Panameña; motivo que me llena de dolor pues fue uno de los fundadores de la Escuela Nacional de Socorristas y tuve el privilegio de ser su alumno en tres ocasiones.  Su historia resumida la pueden encontrar en este enlace, homenaje web que recibió en vida http://www.escapedreamtravel.com

Así inicia un correo electrónico en donde anuncié a mis amistades la muerte de Antonio Zarco, una vez me di por enterado al visitar la comunidad de Gamboa donde tenia una casa; cercana a sus islas donde fundó su tribu y a la que le sobreviven sus hijos, hijas, nietos y bisnietos.

El jefe y maestro Zarco murió a la notable edad de 96 años (1914 – 2010). Tuve la dicha y fortuna de conocerlo, a mediados de 1975 siendo yo parte de la Cruz Roja Juvenil. Estaba acompañado del Mayor Cruz Roja Federico Mancilla, quien lo presentó a un nutrido grupo de jóvenes que nos encontrábamos recibiendo instrucciones en el salón de la Cruz Roja Juvenil, de la entonces sede central de La Cruz Roja Panameña, en Santa Ana. En esa elocuente presentación que palabras más palabras menos, hizo el Mayor Mancilla, enfatizó: “El jefe Zarco ha sido instructor de los astronautas, es fundador del cuerpo de socorristas aquí en la provincia de Panamá”, en mis ilusos 13 años no capté la grandeza del hombre.

Años más tarde, 1978, y ya teniendo un primer Curso de Supervivencia en la Selva dictado por Mancilla, tuve la oportunidad de asistir a un curso de búsqueda y rastreo de pistas, organizado por los Boy Scout of America, de la Zona del Canal.   El instructor era Antonio Zarco. Es indescriptible la paciencia que tuvo para calmar las hormonas y el ímpetu de ese nutrido grupo de scouts.   Este fue mi primer encuentro de instrucción con el Jefe Zarco. En 1981 participé del Curso de Jungle Expert por insistencia de un buen amigo. Mi sorpresa fue grande cuando vi entre los 4 instructores al Jefe Zarco, demás esta describir las enseñanzas que recibí. En 1989, ya jubilado, seguía activo en la enseñanza y tuve mi tercer encuentro con el Jefe Zarco. Con orgullo le dije – “Me acabo de graduar como instructor de supervivencia en la selva, con la Cruz Roja” -, con una sonrisa me hizo saber que yo de selva no sabía nada. Sus palabras, luego de esta sonrisa, fueron “aprenderás de supervivencia luego de ir solo, varias veces a la selva y sentir su olor, su calor, su frío, sus ruidos y sobre todo cuando respetes la vida de la selva, de la hormiga más pequeña al animal más grande”.

(Continúa mañana).

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Este artículo se publicó el  16  de abril de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.