Barrer bajo la alfombra

La opinión de…

Marcos A. Mora

Luego de mi último artículo, me había propuesto no tocar más el tema del Idaan ni el de la crisis del agua que aún continúa, pero veo que será imposible cumplir dicha promesa. Con la renuncia del director, Manuel González Ruiz, se presentan nuevas interrogantes.   Manolo, como le conozco, tuvo sus méritos al frente de la institución de los que el principal fue el haberse negado a recibir como concluidos los trabajos realizados por Biwater en la planta Federico Guardia.

Esto obligó a un arbitraje, acción poco común en las contratacionespúblicas, en la que el contratista fue obligado a asumir una serie de obligaciones, las que desgraciadamente significaron presiones diplomáticas y políticas para el director. Ello originó que incluso el señor Presidente sugiriera que la ACP se encargase del mantenimiento de la planta, a lo que en un artículo señalé que me parecía un insulto para el director. Posteriormente, el ministro del Canal ha asumido prácticamente la vocería del Idaan, cuando no es técnico en la materia ni conoce el tema. El gran desacierto de Manolo fue no renunciar en ese momento. Con su presencia y argumentos, para barrer la realidad bajo la alfombra, contribuyó a hacer creer a la comunidad que la crisis del agua estaba en la turbiedad, luego en dosificadores y, posteriormente, en sedimentadores.

Hace poco, el ministro del Canal dijo que la producción de agua se estaba normalizando en 180 mgd (millones de galones diarios)   y allí está el error.

Posteriormente, en una entrevista por televisión, el 2 de febrero, el mismo funcionario aceptó que el contratista tenía que hacer producir los 250 mgd señalados contractualmente y hacer una serie de mejoras y aportaciones a los procesos. Lo anterior confirma lo que por tanto tiempo hemos señalado.   El verdadero culpable de lo que hoy sufre el pueblo panameño y por lo que ha tenido que hacer grandes desembolsos no contemplados e, incluso, exponerse a una situación de insalubridad inimaginable, es la empresa contratista Biwater que tenía la obligación contractual de clonar la planta existente de 125 mgd y duplicarla a 250 mgd. Debía actualizar equipos en la planta existente y dotar de equipos vitales de reserva.

Para dejar constancia histórica del llamado de atención que hice en relación a la crisis que se veía venir, presento algunos extractos del artículo: “Nos debe preocupar el Idaan”, publicado en este mismo diario el 7 de octubre de 2009.

Al Presidente… “Si bien pareciese animarle muy buenos propósitos en la acción de traspasar la operación y mantenimiento de la planta estrella del Idaan, la potabilizadora Federico Guardia Conte, de Chilibre, estimo que la fiebre se está buscando en la sábana y no en el enfermo”.

“Se alega, según los diarios locales, que la producción que brinda la empresa Biwater oscila en el orden de los 180 mgd (millones de galones diarios) cuando se comprometió a lograr contractualmente 250 mgd y en las actividades de operación y mantenimiento ofrece los químicos y otros insumos al doble del precio que le vende a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), porque el Idaan demora el pago. En base a lo anterior me atrevo a señalar que Panamá es uno de los pocos países en donde los pájaros le tiran a la escopeta”.

“Biwater incumplió de manera flagrante y demorada un contrato para la ampliación y rehabilitación de la referida planta, donde básicamente se rehabilitaba la existente de 125 mgd y se ampliaba otra similar de 125 mgd. El periodo contractual, hasta donde tengo entendido, se tuvo que prorrogar mediante adendas de una manera increíble. Este proyecto, como otros de valores extremadamente costosos, se realizó sin una firma especializada en inspección y supervisión de las obras”.

“Según un Informe de Proyectos de Inversión en Ejecución del Idaan, actualizado al 30 de septiembre de 2008, las actividades de ampliación habían avanzado 99.3% y las de rehabilitación 85% y un avance ponderado de 95%. Estos números a mi real entender no se compaginan con la realidad que hoy se discute”.

“¿Cómo es posible que una empresa tenga la osadía de incumplir el 28% del objetivo principal del contrato que es producir 250 Mgd y todavía tener el descaro de vender los químicos e insumos al doble del precio y como castigo, lo que visualizamos, es traspasar los temas de competencia del Idaan a la ACP?”.

“El Idaan siempre operó y mantuvo esa planta emblemática, lo que para mí es un golpe a la nueva administración de Manuel González Ruiz quien, sin ser ingeniero sanitario, estimamos que con los asesores que dispone puede realizar dichas tareas. Aprovecho la ocasión para solicitarle al Gobierno y al Idaan, en particular, que aclaren las interioridades de este contrato que tiene muchas deficiencias e inconsistencias”.

Este fue nuestro aporte y el de este diario a la actual crisis, hace casi año y medio.

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Este artículo se publicó el 8 de febrero  de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.  El resaltado es nuestro.

El Idaan, un pozo sin fondo

La opinión de…

 

Marcos A. Mora

Después de unas vacaciones que me auto impuse en la tarea de escribir, vuelvo a la batalla de las letras, con nuevos y renovados bríos.

A raíz de un daño en una válvula a la salida de la planta potabilizadora Federico Guardia, de Chilibre, preparé un artículo en el que decíamos que si de urgencia notoria se requería atender algo, era la mencionada instalación, dado que era inadmisible que en tan corto lapso de haber recibido la obra de ampliación de la misma, que no era más que una clonación de la planta existente, con el objetivo fundamental de duplicar la producción que se generaba en ella, ésta estuviese dando signos de deficiencia operativa.

Solicitábamos que las autoridades nacionales, del propio Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), con la colaboración de agrupaciones profesionales, investigasen qué había detrás del contrato para las mejoras de la planta existente y del nuevo módulo.   El contratista, si no me equivoco, ya que es lo normal en estos casos, tenía el compromiso de suministrar un inventario de reserva de las válvulas y elementos fundamentales para la operación rutinaria de esta y para atender las consabidas y esperadas emergencias.

Nadie de los arriba anotados dijo “esta boca es mía” y el día 3 de enero, prácticamente toda la ciudad de Panamá amaneció y se durmió sin el vital líquido.   Al momento en que escribo, aún no tenemos señales de la llegada del líquido vital.

Tengo entendido que las diferencias entre el Idaan y el contratista se dilucidaron mediante un arbitraje, del cual la ciudadanía no tuvo conocimiento. En el tema de las inversiones públicas, quienes pagamos las obras con nuestros impuestos somos los que más desconocemos de las interioridades de estas, porque los políticos asumen que ellos deben decidir todo, aun sea jugando con la vida y salud de toda la comunidad.

Al Idaan se le han invertido varios cientos de millones de dólares, tanto en la planta, en la ampliación de la red y en su balance hidráulico, en el catastro de usuario y en la parte tecnológica y sería interesante saber cuál o cuáles de ellas están rindiendo su cometido a cabalidad. El director ejecutivo ha tenido que salir a contratar servicios que en épocas anteriores se hacían con los valiosos recursos humanos existentes en la propia institución, muchos de los cuales se malearon cuando los políticos comenzaron a meter gente nueva y desconocedora de la labor, con salarios más elevados que los que ejecutaban y sabían el trabajo.

El tener que recurrir, por unos dosificadores, a una empresa similar de agua de la hermana República de Costa Rica y de la Autoridad del Canal de Panamá no solo deja una mala imagen de planificación institucional y del país, sino que demuestra que algo no está bien en la reciente contratación de la planta.   La parte de la población de la capital atendida por la planta potabilizadora de Miraflores en ningún momento, de lo cual tengo juicio, ha sufrido de situaciones como las ocurridas en el Idaan y, por lo que conozco, esta no es operada por “suizos”,   sino por iguales panameñitos vida mía. Esto demuestra que sí podemos hacer las cosas bien si nos lo proponemos.

En el tema del agua potable hay que jugar con transparencia y cuidado, ya que podemos desencadenar daños incalculables e irreversibles. En este gobierno de empresarios, que en todo quieren ver negocio, olvídense que esa institución se debe privatizar; lo que se requiere es que opere como la Autoridad del Canal, con independencia financiera y administrativa y procurando dotarla de personal verdaderamente capaz y bien pagado, pero alejado del padrinazgo político, porque, definitivamente, la población no aguanta nuevos incrementos de costos para financiar una reducida élite de allegados al poder.   No debemos propiciar ni crear nuevas “autoridades” que no sean las del ejemplo.

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Este artículo se publicó el 6  de enero de 2011   en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

El control previo en un supermercado

La opinión del Economista…

 

Marcos A. Mora

En estos momentos en que el tema del control previo se ventila, a diestro y siniestro, es bueno destacar cómo se llevan a cabo algunos procesos de control previo en la actividad de supermercados,   en la cual sin duda alguna nuestro Presidente tiene sobrada experiencia y en la que en gran medida ha logrado gran parte de su fortuna.

En los referidos establecimientos se compran cantidades enormes de arroz, de las cuales algunas vienen empacadas en los tamaños acordados y con las marcas de sus productores.

Esto no representa un gran problema para el negocio.   En caso de que el contenido no responda a lo especificado en cada bolsa, el propio cliente lo rechazará y el dueño del establecimiento hará los reclamos correspondientes. El problema más grande lo representa la compra de cientos y miles de sacos de arroz a granel, que llega de los distintos proveedores para las diferentes categorías según lo entero del grano y cantidad de churú, piedritas, etc.

Este producto será empacado por el supermercado con las marcas que tenga registradas. Al momento de recibo de esta carga me ha tocado observar que, ante la imposibilidad real de ver el producto de tantos sacos, los encargados del depósito introducen en distintos sacos al azar un aparatito metálico cónico y puntiagudo con un orificio que le permite la entrada de una muestra del arroz y que al sacarlo no ha dañado para nada el saco. De esta forma, que no es más que un control previo, el supermercado se asegura que está recibiendo el producto que desea comprar y de no ser así está en capacidad inmediata de rechazar la mercancía recién entregada.

Otro control previo descansa en la responsabilidad reservada para los supervisores, a fin de autorizar el recibo de cheques que entregan los clientes a las cajeras. Se presume que este personal, con más experiencia y capacitación, puede desempeñar las labores que hagan más difícil el recibo de cheques falsificados.

Por último, en esta serie de controles internos, quién puede imaginar que personal no autorizado pueda entrar a la bóveda del supermercado sin haber pasado por un exhaustivo proceso de verificación previa.

Con lo anterior, queremos destacar que el señor Presidente no predica con el ejemplo, al señalar que a pesar del control previo ejercido por la Contraloría General de la República los robos se han dado y se darán, mientras no tengamos una patria llena de ciudadanos honestos e inmaculados.

Es verdad que los robos se han dado con el control previo, tal como lo señaláramos en un artículo anterior en relación a un proyecto carretero en Santa Fe de Veraguas, donde un contratista depositó el material base para el mismo y, luego de pasar la inspección de la Contraloría, retiró el material y lo depositó en otro proyecto similar para volver a cobrar por “material depositado en el sitio de la obra”.

Con base a lo anterior, me inclinaría por fortalecer el control interno, enfatizar el concomitante y no desprendernos del final, a fin de reducir a su mínima expresión la posibilidades de robo de los fondos públicos que son de todos nosotros.

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<> Este artículo se publicó el 23  de noviembre de 2010  en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
Más artículos del autor  en: https://panaletras.wordpress.com/category/mora-marcos-a/

Mucho apuro trae cansancio

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La opinión del Economista…

Marcos A. Mora

Es nuestro mayor deseo que a este gobierno y a los venideros les vaya bien, la razón es sencilla; en la medida que esto ocurra, a la gran mayoría del pueblo nos irá mejor.   Sin embargo, el gobierno actual en su afán de encajonar una serie de inversiones dentro del período de gobierno o reportar un avance sustancial, van a convertir este país en un caos inimaginable.   Para disminuir los tiempos han esgrimido las tan criticadas contrataciones directas o bien reducido los tiempos adecuados para que las empresas interesadas en participar, puedan hacer una correcta propuesta en las licitaciones que se anuncian. No parecen importar los costos astronómicos y ni los resultados esperados. Que soberana irresponsabilidad. 

 

Imaginémonos por un solo momento la concurrencia de los siguientes proyectos: 16 pasos a desniveles, metrobús, metro, complejos hospitalarios, ciudad carcelaria, rehabilitación de carreteras, centro de convenciones, torre financiera, etc.

Algunos podrán señalar que este un caso clásico de “palo porque boga y palo porque no boga”, pero no es así.    En la administración pública, las obras deben propender a ser realmente prioritarias, causar el máximo beneficio y procurar el menor trastorno a la comunidad.

El hacer obras es plausible y la mayoría de las enunciadas se requieren, aún cuando casi todas sean excesivamente caras, y no tan prioritarias frente a otra serie de necesidades. En el caso de salud, se maximiza la oferta hospitalaria en detrimento de una necesaria política preventiva, con el agravante que al momento de entrar en operación dichas instalaciones, comenzaran a laborar de manera deficitaria en los recursos fundamentales de médicos, enfermeras y otros paramédicos. Este es un típico caso de “poner los bueyes detrás de la carreta”.

Frente al caos que avizora el Ministro de Obras Públicas y que de ninguna manera se podrá superar armándose de paciencia, no les parece a nuestros gobernantes que lo más sabio sería tratar dichas obras como tema de Estado y no de gobierno. Las obras se podrían diseñar o iniciar en este gobierno e incluso comprometer su presupuesto aunque se concluya en el siguiente período. Esta sería la real visión de un estadista y no la de un politiquero.

Las obras se podrían ejecutar escalonadamente y de acuerdo a procesos constructivos serios y ordenados ocasionando menos dolores de cabezas e incomodidades a la gran masa que tendría que “transitar” en las condiciones previstas. Aparte de las afectaciones en la salud física y mental de los asociados, ¿quién se responsabilizará por las llegadas tardías y pérdidas de puestos de trabajo?

Para muchos gobiernos no es fácil seguir nuestra recomendación por dos criterios básicos, uno el factor electorero y el otro, cumplir dentro del período los compromisos contraídos con proveedores de bienes y servicios a los cuales se les debe algún tipo de favor o con los cuales se tienen arreglos a trastienda.    Recordemos el triste espectáculo de un ministro del gobierno anterior, que autorizó una exorbitante addenda a un contratista, e hizo de relacionista público y mensajero de la empresa para lograr que ésta cobrara el jugoso cheque final unos días antes de que concluyera el mandato presidencial. Todo lo demás queda a la imaginación de nuestros lectores y no vamos a explicar más nada.

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<>Artículo publicado el  5  de noviembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.
Más artículos del autor en: https://panaletras.wordpress.com/category/mora-marcos-a/

Rectifique señor Presidente

La opinión de…

Marcos A. Mora

Señor Presidente su elección al más alto cargo de nuestra República se escenificó de una manera inobjetable y arrolladora, sin embargo, hay que aclarar que ello no significa de manera alguna que el pueblo panameño le haya endosado un cheque en blanco para hacer y deshacer.

Ha transcurrido poco más de un año y atrás quedó el grito de guerra inicial de “se acabó el relajo” con el cual supuestamente, mazo en mano, pretendía perseguir a aquellos “empresarios” que estaban abusando de la cosa pública. Independientemente de la legalidad de tales acciones, las mismas calaron positivamente en la mayoría de los ciudadanos.

Agotado el primer año de gobierno, su energía y la de su equipo muestran signos de flaqueza y descoordinación, porque no hay resultados en los frentes abiertos y se empiezan a notar visos de nepotismo, amiguismo y contrataciones directas –tan criticados en campaña– que, en caso de no corregirse, provocarán olores a podredumbre en su administración, como el de la basura que hoy cubre las ciudades de Panamá y San Miguelito

Se han hecho una serie de nombramientos cuyos mayores méritos son la relación de familiaridad y amistad con los altos funcionarios. Los altos cargos públicos han sido reservados para miembros de su clase social –generalmente, inexperta en el manejo de la cosa pública–, quienes han dejado atrás altos salarios, honorarios y gastos de representación que, de igualarse en el sector público, drenarían las finanzas públicas.

No me explico quién que gané más de 20 mil dólares mensuales ocuparía un cargo público con un salario menor. Estos casos solo se reservarían para descendientes de la madre Teresa de Calcuta.

La Caja de Seguro Social, con los déficits que acarrea, se ha rodeado de una estructura gerencial de muy alto costo, cuando en el medio y dentro de la propia institución hay expertos en seguridad social y en el sector público que podrían realizar estas actividades por menores erogaciones y con más efectividad.

Me llama la atención que en su administración se han creado y están por crearse una serie de “autoridades” que no tienen otra justificación que reservar un alto salario para un gamonal o para pagar favores políticos a muy alto costo para un país –léase bien– ¡pobre!

Debe hacer más énfasis en crear la “Autoridad del Ejemplo”. Usted, sus ministros y directores nacionales hablan de planes majestuosos y multimillonarios, pero sin un plan central integrado de Gobierno que enlace todos sus componentes.

Me asusta pensar en lo astronómico de la deuda externa e interna que se pudiese generar. Ahora resulta que todo es de urgencia notoria y debe ser por contratación directa.  Solamente ayer nos enteramos de la adquisición de seis helicópteros por 60 millones de dólares, suma que se hace más astronómica al agregar radares modernos. Nadie, por “seguridad nacional”, aclara el monto final de esta aventura.

Mientras, se destacan macroproyectos como el Metro, el Metro Bus, la extensión de la cinta costera, la autopista a Colón, la ampliación de la vía Divisa–Las Tablas, el “Internet para Todos”, el Plan Curundú, la Ciudad Hospitalaria y la Ciudad Carcelaria, casi todos a costos astronómicos. Mientras, las cámaras urbanas muestran a infinidad de campesinos que no pueden sacar sus productos a los mercados, a sus hijos que no pueden llegar con comodidad a las escuelas, por lo deteriorado de los caminos; así como a una cantidad de gente humilde que no recibe atención adecuada de salud, entre otros casos.

En otras palabras, señor Presidente, usted y su equipo parecen haber aterrizado en un país que no es Panamá, se comportan como si viviéramos en un país desarrollado, cuando no es así. Con los fondos públicos hay que actuar con mayor responsabilidad y prudencia que con los propios, porque le pertenecen a todos los panameños. Sugiero que la próxima e inmediata contratación directa sea para comprar las válvulas que requiere el Idaan, para solucionar la gravedad en materia de suministro, experimentada recientemente.

Esto sí es de “urgencia notoria y de seguridad nacional”, no las otras cositas que se le ocurren a los miembros de su equipo. Se debe investigar por qué estas válvulas presentan problemas, luego del amplio trabajo e inversión que se hizo en la planta potabilizadora Federico Guardia, y en la línea paralela. Tengo entendido que un componente importante de estos contratos era el reemplazo y suministro de válvulas importantes del sistema, así como el adecuado balance de presión.

Reitero a nuestros políticos, y a los ricos y poderosos, que hay que enderezar este país; en caso contrario serán otros, no tan bendecidos por Dios como ellos, los que dictarán en el futuro las pautas acerca de la distribución de las riquezas.

<> Artículo publicado el 14  de octubre de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos,    lo mismo que al autor,   todo el crédito que les corresponde.

Más artículos de este autor: https://panaletras.wordpress.com/category/mora-marcos-a/

Duplicidad de salarios

La opinión de…

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Marcos A. Mora 

Hace bastante tiempo, estando al frente de la Sección Social de la Dirección de Presupuesto de la Nación, implementé junto con el personal del Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social, un mecanismo para detectar las horas superpuestas de funcionarios médicos de ambas instituciones.

Era un momento en que difícilmente se hubiese podido incorporar al sistema los egresados universitarios de medicina.

El mecanismo funcionó y se detectó una buena cantidad de profesionales médicos que sumaban 12 y más horas entre ambas instituciones.

En ese momento, para absorber a los egresados recomendé que el máximo permitido fuese de ocho horas, que era el período de labor de ambas instituciones de manera simultánea.

Esta medida evitó que funcionarios adeptos al régimen siguieran abusando del fisco y facilitó el nombramiento de médicos salidos de las universidades, lo que no fue bien visto por algunos políticos del momento, pero no me importó.

Hoy no estoy tan seguro de que la duplicidad se haya eliminado en sectores del engranaje gubernamental. Con la reciente disposición de la Corte Suprema, referente a diputados electos, a quienes a su vez se les eligió como representantes de corregimiento, está la duda acerca de que si podrán devengar, al mismo tiempo, ambos salarios.

Hay un caso conocido de un representante que tiene licencia con sueldo en una institución, pero a la vez cobra como representante. Otro caso es el ventilado por el zar anticorrupción, referente a un hermano de la procuradora suspendida, Ana Matilde Gómez. Este caso pareciera, según lo expresado por el canciller, no estar claro, pero lo intrigante de este asunto es lo incisivo del zar y otros funcionarios en lo relacionado con Gómez y, sin embargo, no dicen nada sobre los diputados y el representante.

Me parece un exagerado abuso del poder de los altos funcionarios públicos, muy similares a los agentes de policía que golpean sin misericordia a quien ya está postrado en el suelo.

No tengo por qué defender a Gómez, ni ella me lo ha pedido, pero esto ya raya lo no permisible. La oficina del zar debería hacer un balance de sus labores en la persecución de los delitos de alto perfil y no ventilar a la luz pública casos de montos insignificantes y, por ende, baladíes.

Con base en lo que se ha ventilado a la fecha, lo honorable sería que esta oficina hiciese un balance de las sumas recuperadas versus los gastos generados en su funcionamiento.

Con todo lo que tantos conocidos han robado en este país, si la relación de monto recuperado/funcionamiento, no es superior a 100, deben cerrar esa oficina por inoperante.

Los funcionarios deben verse en el espejo de Gómez, los puestos de ese calibre son para ejercerlos con rectitud, no para favorecer a unos pocos. Ella con razón, solicita se le trate con justicia y en estricto derecho, algo a lo que jamás podrán aspirar tantas personas humildes.

Dejemos que vaya a su juicio con las prerrogativas que la ley le confiere y que no se tape, con artimañas, el acto de corrupción que dio inicio a esta trama.

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Este artículo se publico el 11 de julio de 2010  en el diario La Prensa,  a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

La mujer del César…

La opinión de….

Marcos A. Mora

Definitivamente que la mujer del César no sólo tiene que serlo sino parecerlo. Este viejo refrán lo ha utilizado magistralmente el señor Presidente en la solicitud de renuncia de un asesor del ministro de Gobierno y Justicia.   No había de otra, era evidente que algo no andaba bien. Un asesor, reuniéndose en petit comité con jerarcas del narcotráfico a los cuales les llevaba barrilitos llenos de presas de pollo. Aparte del olor a pollo, eso definitivamente no olía muy bien.

Esa, que parecía ser una excelente jugada reservada para el Mundial de Fútbol, se quedó corta. Y es que el jefe del asesor dijo estar al tanto de lo que este hacía y lo respaldaba. Ante este evidente foul del premier, le faltó al Presidente completar otro gol con un tiro de penal para cerrar el partido.

Desgraciadamente, ya todos los fanáticos panameños estamos desilusionándonos de las jugadas inconclusas y fuera de lugar del actual gobierno.

¿Cómo es posible que con tantos “jugadores” aptos y preparados para representarnos en el exterior, el Ejecutivo sólo piense designar como equipo titular a sus familiares y allegados? Y lo peor del caso es que algunos, en vez de representar al país, van a promover a compañías que producen bebidas alcohólicas que pueden afectar seriamente a nuestros jugadores más consagrados.

Como una bendición, las instalaciones deportivas y el equipamiento que vamos a requerir dentro de tres años, para celebrar los Juegos Centroamericanos y del Caribe, dada la “urgencia notoria”, su contratación deberá estar exenta del requisito de licitación.   Una de las razones que podemos argumentar es que con “el cambio” somos más precavidos. Incluso, como las instalaciones deportivas se ubican en áreas bien seguras, los fanáticos pueden llevar sus laptops para conectarse al programa internet para todos.

Para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos y los futuros visitantes, se ha construido, también de a dedo, una cerca perimetral para las cárceles existentes. A fin de respetar los estándares internacionales, la citada cerca se ha construido con alambre de gallinero para lograr el doble propósito de retener a los reos y cuando ésta se dañe, utilizar los retazos en la granja avícola del sector.

Dado que el Presidente ha solicitado tres años para resolver el tema de inseguridad, se asignará de a dedo el diseño, equipamiento y construcción de un complejo carcelario de “cinco estrellas”, sólo comparable con los de países del primer mundo.   Para esa actividad se destinaran un poco más de 150 millones de dólares y se beneficiará a 5 mil 500 reos. Sólo es cuestión de hacer un rápido análisis de costo–beneficio. Si hay otras urgencias, que esperen, que para tomar decisiones se eligió al gobierno.

Como probablemente se tendrán que utilizar instalaciones deportivas de Colón, también, de a dedo, se ha asignado a Odebrecht continuar con la segunda fase del proyecto más caro do mundo. La primera fase tenía un costo promedio de B/ 8.0 millones por Km, incluida una addenda no explicada y esta nueva fase es de B/15.5. De esta manera se pretende que la vía esté en uso para los citados Juegos.

No importa en qué se gaste el dinero, la idea es gastar a manos llenas. Para eso nuestros dirigentes políticos son empresarios y están acostumbrados a eso.

Lo anterior es un breve pantallazo de lo que nuestro gobierno designará de a dedo con tal de mover este país. Para los proyectos que vayan a licitación, si los proponentes llegan tarde se les correrá la hora y si las fianzas no se ajustan a lo establecido, sencillamente se permitirá su posterior adecuación. Como verán, esto sí es un verdadero cambio. Y la mujer del César no sólo lo es, sino que lo parece.

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Este artículo se publico el 19 de junio de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

La basura no es precisamente eso

La de opinión de….


Marcos A. Mora

Todos generamos basura, desperdicios o desechos sólidos, pero nadie los quiere tener cerca. Tanto es así que los amantes de los perros sacan a sus mascotas a pasear por los alrededores de sus casas, con la clara pretensión de que estos hagan sus necesidades en la acera o jardín del vecino más cercano.

Nadie desea tener una estación de transferencia ni un relleno sanitario a dos kilómetros a la redonda, a pesar de todos los cambios tecnológicos recientes que hacen casi imperceptibles sus efectos, si los trabajos se hacen como Dios manda.

A la par de los desarrollos tecnológicos, las autoridades responsables de las actividades de recolección y disposición final de los desechos sólidos se han quedado rezagadas e inmóviles para afrontar los retos que con ello se generan.

No es posible que luego de haber transcurrido tantos años desde que el arquitecto Julio Rovi –uno de los primeros directores de la entidad responsable de la recolección y disposición final de los desechos sólidos– propusiera las acciones de reciclaje, aún nada se haya hecho al respecto.

No es posible que no se hayan hecho programas de educación serios y consistentes para crear una cultura de aseo y limpieza en las comunidades. A la par de dicha campaña, hay que ejecutar acciones coercitivas para multar y encarcelar a tantos cochinos que botan sus desperdicios donde mejor les parece, con el agravante de hacerlo en presencia de sus hijos, con lo que el efecto multiplicador negativo se proyecta al futuro.

Los lectores con más de 40 años tendrán fresco el recuerdo de cuando se transitaba por la antigua Zona del Canal, donde nadie tiraba una colilla de cigarrillo a la carretera, por temor a ser sorprendido por un policía militar y ser llevado ante un juez. Somos los mismos panameños, pero una parte de nosotros no aprendió las cosas positivas de los yankees , sí la venta y el consumo de drogas.

Independientemente de que se lleven a cabo programas de reciclaje y haya un cambio positivo en la población, siempre tendremos que disponer de un sitio para la disposición final de la basura y este no puede ser menos que un relleno sanitario, donde los desechos se entierran y compactan sin dar lugar a la emisión de olores desagradables; por otro lado, gracias a un fondo recubierto de geomembranas se evita la contaminación de los suelos con los peligrosos lixiviados.

Quienes hablen de incineración sin considerar su efecto ambiental, están jugando con fuego.

Definitivamente, la basura no es basura, es un filón de oro y de ella se pueden obtener grandes beneficios. Eso lo han observado los empresarios ligados al Gobierno que, en un primer paso, le quitan esta actividad al municipio más generador de desechos.

Un segundo paso, luego de establecer políticas de reciclaje, es introducir “la tercerización” que no es más que la participación de la empresa privada en acciones de gobierno. Los que participen en esta tercerización podrán llevar los desperdicios reciclados a sus centros de acopio y llevar al relleno solamente el resto.

Este negocio me recuerda el que se hizo durante el régimen militar, desarrollado por un gran “financista”, a quien todas las agencias del Estado que demandaban carne tenían que comprarle obligatoriamente lo que requerían. ¿Así quién no es empresario?

Yo comparto que el Gobierno Central asuma la responsabilidad sobre el tema de la basura, siempre y cuando, los beneficios que se generen sirvan para atender necesidades de nuestro pueblo, que son muchas y que no se presten a engrosar los bolsillos de algunos fenicios locales.

Si estos quieren la actividad, que se la lleven completa, asumiendo todos los costos y beneficios, pero brindando un servicio adecuado a la comunidad.

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Este artículo se publico el 11 de junio de 2010 en el diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que a l autor, todo el crédito que les corresponde.

Agua que no has de beber…

La opinión de…..

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Marcos A. Mora

El título es un refrán español que en resumen significa que si algo no te atañe, entonces no te metas.   En el caso que nos ocupa nos vamos a referir a la disposición del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), avalada por la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos de multar a los usuarios que a juicio de sus inspectores malgasten el agua. Esto, aunque parezca mentira, nos compete a todos y fundamentalmente a los que, siendo medidos, siempre hemos estado al día y no nos han beneficiado con programas absurdos como el de disminución de saldos y otras yerbas aromáticas y clientelistas.

El último programa experimentado en el Idaan en vez de promocionar la responsabilidad, premiaba a los morosos. En esta ocasión, la intención parece ser sana, pero en el Idaan que ha carecido de un verdadero apoyo estatal, ocurren tantas bellezas, que esta no es más que otra. En los tiempos en que allí nos desempeñamos decíamos a los diferentes directores que esta institución no debería transferir el costo de su ineficiencia a los usuarios.

La realidad es que dicha institución no sabe a ciencia cierta y para el día de hoy, cuántos millones de galones diarios producen sus sistemas más significativos, incluso, como no tiene medidores en cada conexión, tampoco puede señalar cuánto consumen los usuarios.

Los técnicos aducen que los usuarios consumen como promedio 150 galones diarios. Cuando uno analiza como promedio esta situación, pareciera ser simple, pero si no se tiene el elemento de base que es el factor producción, esto parece ser sacado del sombrero. Si utilizamos la composición familiar de cinco para el diseño de un sistema de abastecimiento de agua potable, esto daría un consumo familiar mensual de 22 mil 500 galones.

Las normas internacionales señalan, como razonable, el consumo en ciudades urbanas de hasta 60 galones per cápita, es decir 9 mil galones mensuales, lo cual es consistente con el consumo básico de la actual estructura tarifaria del Idaan, que es de 8 mil 400 galones mensuales. Sobre esta base, todo consumo medido menor a 22 mil 500 galones por mes es afectado por este promedio, por el diferencial entre su consumo real y el promedio aludido. Esto se agrava en los casos de residencias con medidor donde el consumo registrado es menor a 8 mil 400, ya que éste debe ser reconocido y pagado como consumo básico aunque no haya consumido nada en el mes.

A mi modo de ver el Idaan debe hacer un esfuerzo serio y consistente en los grandes demandantes de agua (hoteles, súper mercados, centros de diversión, lava autos, lavanderías, barriadas de alto valor, etc.) para ver si sus conexiones están siendo medidas o no, y en este último caso instalar los medidores correspondientes. Otro sector que debe visitar el Idaan son las instalaciones públicas, fundamentalmente educativas y carcelarias, para instalarles medidores y recomendar el uso de instrumentos de ahorro como tanques de sanitarios con reservas menores a cinco galones y el establecimiento obligatorio de llaves de retorno para consumir el agua necesaria.

El Idaan, antes de meterse en las honduras previstas, debe plantearse una estrategia de aproximación a la medición total. Primero sus sistemas deben ser medidos y sus usuarios también. En los casos que no sean factibles, la instalación de macro-medidores para medir circuitos, puede ser una opción. Otras de las acciones son detectar conexiones ilegales y fugas en las redes. En estos rubros es que está el agua no contabilizada y no en el riegue de plantas y lavado de autos en casas por parte de los consumidores con medidor.

La única manera que el Idaan tiene para enfrentar su problema de medición, tal como lo dijimos en el pasado, es que cada nueva vivienda, comercio o industria construida traiga su medidor instalado de acuerdo a las especificaciones técnicas del Idaan y luego esta institución hacer el trabajo hacia lo existente.

Para finalizar no veo cómo le voy a reclamar a mi esposa por estar regando sus plantas, cuando a diario vemos por televisión la gran cantidad de agua que se despilfarra en diferentes comunidades, aunque siendo honesto siento que el actual director Manuel González Ruiz, aprovechando estos instrumentos tecnológicos de la televisión, el celular y la computadora está atendiendo estos reportes con gran celeridad.

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Artículo publicado el 10 de mayo de 2010 en el diario La Prensa, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Las contrataciones públicas y otras bellezas

La opinión de…..

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Marcos A. Mora


Si hay un tema con el cual se me ponen los nervios de punta, es precisamente el de las contrataciones públicas, no solo en este gobierno sino en los anteriores.

Si bien en los gobiernos anteriores también se hizo gala de la contratación directa, el actual parece tener la intención de rebasar sin asco ni contemplaciones todas las cifras anteriores. Para qué anotar casos específicos si ya todo el pueblo los conoce.

Las contrataciones directas nunca se podrán obviar del todo, pero están reservadas a urgencias notorias o para aquellos casos en que los proveedores son tan especializados que solo a ellos se les puede adquirir un bien o servicio.   Si se requiere una pieza para el avión Legacy de la Presidencia, para qué hacer una licitación si hay que dirigirse al distribuidor autorizado o a la fábrica.

La contratación directa es, a mi modo de ver, similar al hecho de resolver en una empresa todo por medio de horas extras. Las horas extras son para las eventualidades y cuando ello se hace rutinario significa que algo no anda bien en la administración.   Pero no solo en las contrataciones directas se pueden hacer chanchullos, también en las licitaciones públicas si quien prepara el pliego de cargos y conforma la comisión evaluadora, tiene ese especial interés.

Me preocupa, y ya lo hemos reiterado en escritos anteriores, que las asociaciones profesionales panameñas (contadores, economistas, abogados, etc) no emitan contundentes apreciaciones referente a situaciones que se dan en las contrataciones públicas que se financian con el dinero de todos los contribuyentes.

Así tenemos situaciones como la que detallamos a continuación: falta de seguimiento a los contratistas que licitan al menor precio pero que, posteriormente, rebasan con creces los precios de sus competidores mediante adendas. El Estado debe divulgar todo el historial de un contrato periódicamente y las adendas deben ser ampliamente justificadas. La comunidad supuestamente beneficiada debe opinar al respecto.

¿Por qué el Estado debe volver a hacer inversiones sobre lo anteriormente realizado por mala calidad de los materiales y trabajo? ¿Para qué se solicitan las fianzas si se dejan vencer?

Cuando hay diferencias abismales de precios, debe existir indicadores de máximo porcentual permitido para hacer una licitación aceptable o válida.

Las erogaciones del dinero del Estado panameño deben estar orientadas a satisfacer las necesidades apremiantes de la población panameña. Si los hospitales no tienen medicamentos, médicos, camas ni sábanas, ¿cómo se justifica que gastemos B/25.5 millones en un programa como “Internet para Todos”? ¿Qué podrá opinar al respecto aquel paciente de hemodiálisis que no tiene acceso a una máquina o el paciente cardíaco al cual se le difiere su operación permanentemente? Igual podríamos hablar de los niños que acuden a escuelas en malas condiciones o agricultores sin caminos adecuados para sacar su producción.

Sobre esta última licitación, y por mi experiencia en licitaciones en los últimos 20 años, puedo señalar que si los pliegos estaban bien orientados no debió haber una diferencia de 200 puntos de conexión. Por otra parte, una situación de ese tipo es fácilmente subsanable mediante la consideración de precio unitario.

Habiendo ofrecido el menor precio una empresa como Cable & Wíreless donde el Estado panameño es dueño del 49% de las acciones, se perdió la oportunidad de oro de que el dinero del bolsillo izquierdo entrara nuevamente a las arcas de Gobierno por medio de un concurso transparente.   Algo definitivamente no huele bien en este asunto y se remarca con el retiro de la impugnación por parte de uno de los competidores.

El propio Presidente y la contralora general de la Nación deben ver este asunto sin contemplaciones de ninguna naturaleza, para dar solidez al mensaje de campaña de que se “puede meter la pata, mas no la mano” . Hay que dejar de improvisar y orientar este país por senderos de progreso para todos.

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Este artículo se publicó  el  25 de marzo de 2010 en el Diario La Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

A los corruptos, apuntarles con escopeta

La opinión de…..

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Marcos Mora

  En el tema de la justicia y la persecución del delito hay tantos detalles que a mí, como a la inmensa mayoría del pueblo, nos tienen perplejos y frustrados.

Nos referimos a lo selectivo de su aplicación. Al tratarse de Juan Pueblo las acciones se aplican con celeridad y con todo el rigor de la ley.

Para Juan Pueblo no existe abogado famoso ni distinguido que le defienda y que pueda escarbar las debilidades existentes en el expediente para asegurarle el “debido proceso” y tampoco que pueda argumentar que por haber ocurrido el hecho bastante tiempo atrás, está prescrito. Juan Pueblo debe parar con sus huesos a la cárcel, haya sido juzgado o no, y de seguro saldrá más dañado que como entró. La cárcel para él será como entrar a tomar un programa de post grado o doctorado en delitos.

Otra situación ocurre cuando los delincuentes y corruptos son de cuello blanco. Estos procurarán armarse del más selecto equipo de abogados que argumentará como válidas todas las artimañas que en casos anteriores persiguieron o descartaron.

Si el equipo de abogados por asuntos del destino tuvo una relación de mando en el pasado con el juez o fiscal, mejor todavía, siempre queda la sempiterna costumbre del respeto al jefe.

Si el que tiene que localizar al infractor es miembro del mismo club o secta del infractor, de seguro mirará para otro lado, con tal de poner a salvo a su “hermano”, aunque ello signifique dejar a la justicia como idiota.

Alguien, en algún lado, se asegurará de quitarle la venda de imparcialidad a la justicia, para que vea bien claramente a quien pretende juzgar.

Con lo anterior como base nos preguntamos en qué nos diferenciamos de los sistemas de justicia de Taiwan, Costa Rica y Perú, donde se atrevieron a juzgar a tres ex presidentes por una serie de delitos, y que hoy pagan con sus huesos en la cárcel, como un ejemplo de que los delitos y la corrupción tienen penalidades, no importa de quién se trate. Incluso en el caso de Taiwan se juzgó igualmente a la Primera Dama.

A diferencia de nuestro medio, a todos estos ex presidentes se les juzgó, no por un delito, sino por una serie de delitos. Su juzgamiento dio como resultado que unos delitos se pudiesen comprobar y otros no. Ya todos tienen, a mi entender, sentencias en firme.

Debemos igualmente recordar el caso del ex presidente Nixon y el del anterior primer ministro de Israel. En el caso nuestro se acusa a un ex presidente de blanqueo de capitales sobre la base de todo lo que ha salido en los medios de comunicación, y ya sus abogados han señalado que no hay tal delito. Siendo lego en los temas legales, que de paso me repugnan, me pregunto si en este caso en especial no se dieron las siguientes situaciones irregulares:

-Abuso de poder o extralimitación como funcionario.

– Corrupción de funcionarios.

– Enriquecimiento ilícito.

– Blanqueo de capitales

– Otros conexos

Como se puede observar, en los sistemas que en realidad quieren dar un escarmiento a quienes detentan el poder y abusan de él, se presentan todos los elementos que se consideran han podido ser vulnerados, y en el nuestro descansamos en la vía del menor esfuerzo, que pareciera estar destinados a ser un fugaz show mediático para que al final no ocurra nada.

Nos quejamos, con justificada razón, cuando roban a un tendero, un busero o un taxista, pero no nos hemos puesto a pensar en quienes son los maestros de estos delincuentes. Ellos ven a diario, en altos funcionarios, que el delito sí paga y en consecuencia hay que imitarlos.

De allí que, en sentido figurado, concluya que al delito de cuello blanco hay que apuntarle con escopeta.

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Publicado  el   25  de  enero  de 2010  en   el  Diario  La  Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

A los corruptos, apuntarles con escopeta

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La opinión de…..

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Marcos A. Mora R.


En el tema de la justicia y la persecución del delito hay tantos detalles que a mí, como a la inmensa mayoría del pueblo, nos tienen perplejos y frustrados.   Nos referimos a lo selectivo de su aplicación.   Al tratarse de Juan Pueblo las acciones se aplican con celeridad y con todo el rigor de la ley.

Para Juan Pueblo no existe abogado famoso ni distinguido que le defienda y que pueda escarbar las debilidades existentes en el expediente para asegurarle el “debido proceso” y tampoco que pueda argumentar que por haber ocurrido el hecho bastante tiempo atrás, el mismo está prescrito.   Juan Pueblo debe parar con sus huesos en la cárcel, haya sido juzgado o no, y de seguro saldrá más dañado que como entró.  La cárcel para él será como entrar a tomar un programa de posgrado o doctorado en delitos.

Otra situación ocurre cuando los delincuentes y corruptos son de cuello blanco. Estos procurarán armarse del más selecto equipo de abogados que argumentaran como válidas todas las artimañas que en casos anteriores persiguieron o descartaron.

Si el equipo de abogados por asuntos del destino tuvo una relación de mando en el pasado, con el juez o fiscal, mejor todavía, siempre queda la sempiterna costumbre del respeto al jefe.   Si el que tiene que localizar al infractor es miembro del mismo club o secta del infractor, de seguro mirará para otro lado, con tal de poner a salvo a su “hermano”,   aunque ello signifique dejar a la justicia como idiota.   Alguien, en algún lado, se asegurará de quitarle la venda de imparcialidad a la justicia, para que vea bien claramente, a quién pretende juzgar.

Con lo anterior como base nos preguntamos, en qué nos diferenciamos de los sistemas de justicia de Taiwan, Costa Rica y Perú donde se atrevieron a juzgar a tres ex presidentes por una serie de delitos y que hoy pagan con sus huesos en la cárcel, como un ejemplo de que los delitos y la corrupción tienen penalidades, no importa de quién se trate.   Incluso en el caso de Taiwan se juzgó igualmente a la primera dama.

A diferencia de nuestro medio a todos estos ex presidentes se les juzgó, no por un delito, sino por una serie de delitos. Su juzgamiento dio como resultado que unos delitos se pudiesen comprobar y otros no.

Ya todos tienen, a mí entender, sentencias en firme.

Debemos igualmente recordar en caso del ex presidente Nixon y el del anterior Primer Ministro de Israel.

En el caso nuestro se acusa a un ex presidente de blanqueo de capitales sobre la base de todo lo que ha salido en los medios de comunicación, y ya sus abogados han señalado que no hay tal delito.   Siendo lego en los temas legales, que de paso me repugnan, me pregunto si en este caso en especial no se dieron las siguientes situaciones irregulares: abuso de poder o extralimitación como funcionario público, corrupción de funcionarios, enriquecimiento ilícito, blanqueo de capitales, otros conexos.

Como se puede observar en los sistemas que en realidad quieren dar un escarmiento a quienes detentan el poder y abusan de el, se presentan todos los elementos que se consideran han podido ser vulnerados y en el nuestro descansamos en la vía del menor esfuerzo, que pareciera estar destinados a ser un fugaz show mediático para que al final no ocurra nada.

Nos quejamos, con justificada razón, cuando roban a un tendero, un busero o un taxista, pero no nos hemos puesto a pensar en quiénes son los maestros de estos delincuentes. Ellos ven a diario, en altos funcionarios, que el delito sí paga y en consecuencia hay que imitarlos.

De allí que en sentido figurado concluya, que al delito de cuello blanco hay que apuntarle con escopeta.

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Publicado  el   17  de  enero  de 2010  en   el  Diario  La  Prensa, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.