¿Quién dará el primer paso?

La opinión de….

Julio Villalobos

Aún no se cumplen los dos años de la administración Martinelli y ya comienza el “hormigueo” por conocer el reemplazo en la silla presidencial para 2014.    La encuesta de Unimer (La Prensa 18/10/2010) muestra un panorama distinto, pero previsible para los que monitorean el acontecer político. Casi sin méritos, el Partido Revolucionario Democrático (PRD) registró entre todas sus figuras (Navarro, Herrera, Cortizo y Doens) un 38.3%.   Nada mal para uncolectivo político en deuda por su cobarde papel como primera fuerza opositora.

Celebrando está Juan Carlos Varela, luego de encabezar por primera vez una encuesta política medida más allá del Partido Panameñista. El 18.6% resulta ser un aliciente vigorizante, sobre todo por ser canciller y vicepresidente de la República, ambas posiciones imperceptibles por el escaso contacto social. Lo que parece haber influido es el “dedo” que lo ungió.

Al margen de tan entusiasta pronóstico, la mala noticia para los seguidores del panameñismo es que en la interpretación de los resultados de la encuesta, Alberto Vallarino marcó apenas 4.1%. En su conjunto una candidatura arnulfista contaría con el aval de 22.7% del electorado, según Unimer. Falta ver cuánto podría aportar Cambio Democrático y el tutti fruti en una causa ajena y sin Martinelli como eje central.

En lo que se podría denominar el oficialismo puro y duro, Guillermo Ferrufino, parece haber capitalizado el contacto social que le brinda su cartera. Su posición en la medición le da un buen impulso, tomando en cuenta que es su primer año en serio como político. El 8% de las simpatías y el carisma que despierta, sobre todo en el segmento femenino, lo disparan en las preferencias entre las selecciones que ofrece Cambio Democrático. Su talón de Aquiles es su grado académico.

Desde ya se perfilan Varela y Ferrufino como las principales opciones del oficialismo de cara a 2014.   La tradición de las últimas elecciones cita que el candidato que más camina es el que gana. Hasta hoy, ni Navarro ni Balbina ni Cortizo han gastado suela. Tampoco sus colegas del oficialismo. En conjunto el PRD marca 38.3%, según Unimer, mientras que los oficialistas, en combo, 36.3%. Un empate técnico tomando como referencia el margen de error.

Un factor que no se puede desestimar, es la evolución de la izquierda política, ya que los desaciertos de los diferentes gobiernos, la corrupción y el desgaste del sistema, pudieran terminar vertiendo helio en un globo que, aunque por el momento no proyecta alto vuelo, en una coyuntura específica podría inclinar la balanza, más aun en un país donde un cuarto de la población no vota.

Allende los números que reflejan las encuestas, las variables que inciden para la creación de liderazgo político en Panamá son: recorrer el país, generar confianza en la masa, engranaje político con alcance nacional, solvencia económica y tesón. Hasta el momento ninguno de los llamados al protagonismo camina por esas vías.   ¿Quién dará el primer paso?

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<> Este artículo se publicó el 22  de octubre de 2010  en el diario La Prensa, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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Es solo un juego

La opinión de…

Julio Villalobos 

Camisas rojas por los predios, tranque en el corredor y Juan Díaz congestionado. Comienza el ciclo de la Selección Nacional de Fútbol con miras al Mundial de Brasil 2014.   Panamá versus Venezuela, en el Rommel Fernández.   Asistencia regular, tomando en cuenta que es día de semana.   Al final, una pertinaz llovizna no fue obstáculo para que la “Marea Roja” gritara los goles que esa noche marcaron los nuestros.

En el fondo un coro se esparcía desde las gradas del “Coloso de Juan Díaz”.   Julio, Julio, Julio… Pancartas sentenciaban a la Federación para que Julio Cesar Dely Valdés sea el director técnico de la Selección.  En ese momento ardió mi fervor nacionalista, conjugándose con la desmedida pasión que provoca el deporte rey.   Luego recordé una frase de un comentarista argentino, que nunca supe su nombre, “el Loco Abreu nos hizo recordar que esto es solo un juego”, en alusión al polémico penal ejecutado al estilo “Panenka”, que a la postre diera el pase a los charrúas a semifinales en el pasado Mundial.

Es solo un juego. El fútbol es solo un juego. Pero el dinero que manejan las federaciones, aunado a los jugosos salarios que ostentan los dirigentes nacionales, hacen del pastel un extraordinario manjar, suficientemente apetecible como para atar cabos de perpetuidad.

En el medio los futbolistas, aficionados y no aficionados. Todos los que alegran su vida con un grito de gol.

La tribuna coreando “Julio, Julio, Julio”, me hizo pensar en motivos de alegría para el pueblo. La “Marea Roja” aclamaba al “Panagol”, al tiempo que la frase célebre grabada en nuestro escudo nacional, “Pro Mundi Beneficio” terminaba por fastidiarme, sobre todo después de superado el complejo heredado de que lo de afuera siempre es mejor.

El mejor jugador de la historia panameña, con algo de experiencia como parte del cuerpo técnico de un equipo de primera en España. Con una larga y exitosa trayectoria, mundialmente reconocida. Hizo cuanto gol se le antojó.

En Europa y Sudamérica plasmó su nombre. Dely Valdés es joya 100% nacional. Conoce el entorno. El “Coco” siempre será el “Coco”. Nadie pone en duda su capacidad y conocimiento. Su trayectoria habla por sí sola. El punto es que ya es un anciano, que tal vez, previendo su último chance de cosechar su historia, pudo haber sido seducido por el millonario ofrecimiento del Gobierno Nacional.

Si Julio Cesar Dely Valdés quiere rifarse su novel carrera como director técnico de una selección con pocas posibilidades para clasificarse al Mundial, en medio de una dirigencia que desconoce sobre procesos a largo plazo y con la necesidad de resultados inmediatos para enquistarse, nadie mejor que el ‘Panagol’ para arrogarse dicho riesgo.

Un tipo como Julio, sin duda posee toda la autoridad que le confiere el hecho de que su madre sufriera los dolores de parto en suelo patrio y que de cuyo vientre salieran tres de las más grandes glorias nacidas en Panamá.   Y aunque parezca ilógico, me voy con la premisa de que el fútbol es solo un juego, que alienta pasión y nacionalismo. ¡Yo voto por el panameño!

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Este artículo se publicó el 14 de agosto de 2010  en el diario La Prensa,  a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

El idioma de las masas

La opinión de…

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Julio Villalobos 

Ricardo Martinelli ofreció como candidato una disertación magistral de uso y manejo conceptual de su marca personal. Su grupo asesor, comandado por el estratega y jefe de campaña, (Demetrio Jimmy Papadimitriu) realizó una impecable presentación basada en conceptos sobre la visión política y social del país.

Fabricó mensajes en el mismo idioma de las masas. Pero no es lo mismo hacer franquicia que administrar. Valores abstractos como la percepción suelen confundirse con la eficacia de la gestión, incluso hay quienes suponen que los conceptos valorativos se pueden traducir en aprobación total o viceversa. Lo cierto es que una marca puede ser la más popular, sin ser la más consumida.

Tras un año de gestión, el gobierno enfrenta un desgaste natural. La disfunción que confronta lo que es y lo que parece, es producto de la incapacidad para explicar contenidos. El manejo inadecuado de los temas causa cortocircuito en el proceso de transmisión de los mensajes.   Lo bueno se convierte en malo y solo queda defenderse.

Proyectos de seguridad para combatir el crimen organizado terminan siendo, en la percepción ciudadana, elementos de persecución política. Modelos educativos terminan en esquemas complejos que nadie entiende, incluso se definen en terminologías confusas como “cambio curricular”.

¿Dónde queda el 2+2=4 utilizado en la campaña electoral? ¿Por qué se perdió la claridad para emitir mensajes en gobierno?   ¿Por qué lo bueno se convirtió en malo? Son interrogantes que merecen atención.   El caudal político es un activo intrínseco de la marca Martinelli. Saber cuándo consumirlo y cuándo abonarlo es pieza clave.

El mandatario más popular en los últimos años puede darse ciertos lujos, porque su elevada aceptación le permite controlar los tiempos a su favor, siempre y cuando sepa hacer los cambios y ajustes oportunamente.

El desgaste que producen las tareas propias de gobierno debe ser medido estratégicamente. Mensajes enfocados en esquemas claros, sencillos y concisos suelen ser bien aceptados por la gente, por lo menos mientras se prueba la calidad de lo planteado.

Hasta hace poco fue que algunos panameños se enteraron, a través de una entrevista de televisión, que el avión presidencial fue donado por Taiwan y no comprado por el Gobierno, sin embargo, durante meses la mayoría debatió el tema de la doble moral por la promesa hecha en campaña. Hoy todavía muchos no conocen el detalle y se quedaron en los titulares noticiosos.

Alejarse del idioma de las masas y justificar la acción de funcionarios con aliento a gasolina crea desconfianza. Quizás algunos cambios en el equipo le quite oxígeno a la candela, pero la brasa sigue viva y con la mínima brisa volverá a encenderse.

Tal vez el amigo Luis Alberto, aquel ciudadano que viajaba en “diablo rojo” desde la 24 de Diciembre, al que tanto se citó durante los debates en campaña, pueda volver a explicar cómo habla el pueblo y cómo percibe la situación actual el panameño de a pie.

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Este artículo se publicó el 23 de julio de 2010  en el diario La Prensa,  a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.