Lecciones ticas

La opinión del Sociólogo, Educador y Escritor…

Raúl Leis R.

(raulleisr@hotmail.com)

Creo que los vecinos ticos nos acaban de dar varias lecciones. Si las aprende, el gobierno panameño debería priorizar la sostenibilidad ambiental en todos los espacios y niveles, prohibiendo la minería a cielo abierto, la represas que afecten la naturaleza y a la gente, la depredación ambiental, y no intentando de nuevo iniciativas anti ambientales como la que coló en la ley “chorizo”, profundamente rechazada por la comunidad nacional. La empresa privada nacional y transnacional, que debe primar la responsabilidad ambiental y social con la población de aquí y del mundo, la transparencia y no el poder del dinero que compra países y conciencias. Nuestro sistema de justicia, para que afirme su independencia y fortalezca la institucionalidad democrática asumiendo con coraje la justicia como única divisa. Por nuestra parte, los ciudadanos, debemos a elevar la conciencia ambiental, movilizarnos e incidir en construir políticas públicas y modelos de desarrollo humano sostenible.

¿Qué sucedió? Hace unos días (24 noviembre) falló el Tribunal Contencioso Administrativo costarricense, anulando la concesión de la Mina de Oro a cielo abierto en Crucitas, condenándoles a indemnizar al país por los daños ambientales causados en la zona.   Pero no solo eso, también recomendó al Ministerio Público abrir una investigación y hasta una causa penal contra el ex presidente de la República Oscar Arias, y varios altos funcionarios de la Dirección de Geología y Minas y la Secretaría Técnica Ambiental, entre ellos el ex ministro Roberto Dobles,  quienes autorizaron explotar los yacimientos. Se calcula el daño ambiental, al usar entre 3 y 5 toneladas diarias de cianuro durante nueve años, como un impacto irreversible en los mantos acuíferos, y en 300 hectáreas de especies forestales protegidas, el hábitat de aves en peligro de extinción.

La Corte dictaminó que no se hicieron los estudios de impacto ambiental necesarios para dar dicha concesión, ni se siguieron los procedimientos y estudios necesarios para haberlo declarado «De interés nacional y Utilidad Pública» por parte del gobierno anterior. Todo esto se da en el marco de la reciente aprobación de la ley que prohíbe tajantemente la minería a cielo abierto en Costa Rica.

“Este fallo histórico, que refleja que pese a las presiones y los miles de dólares en negociados, los tribunales en Costa Rica tienen autonomía, fue posible gracias años de lucha de la comunidades afectadas, de organizaciones ambientalistas, de ONG’s, organizaciones sindicales, campesinas, de mujeres, y personas que hasta hicieron recientemente una huelga de hambre, que fue prácticamente ignorada por el gobierno de Laura Chinchilla…”, escribe Oscar Jara.

No olvidemos que Panamá, es parte de América Latina, la porción del planeta con más presencia forestal, con mayor diversidad biológica y mayor humedad. Pero es fácil encontrar las huellas visibles del deterioro ambiental, y la pobreza por todas partes, así, en este subcontinente sufrimos una de las mayores tasas de deforestación del mundo, casi 6 millones de hectáreas anuales (80 mil hectáreas en Panamá.)   Estos y otros elementos nos demuestran el agotamiento de un estilo de crecimiento, que se ha mostrado ecológicamente depredador, economicamente excluyente, socialmente perverso y políticamente injusto.

Es cosa de vida o muerte. Tenemos que construir una estrategia de desarrollo que sea territorialmente descentralizada, económicamente incluyente, socialmente equitativa, políticamente participativa y ambientalmente sana, donde las personas sean sujetos de todo el proceso. ¿Aprenderemos?

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<>Artículo publicado el  1  de diciembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

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