Ahora el amor nos llega con la impronta del adiós de inmediato, con el desacato de un después o un quizás, sin el compromiso de un lazo. Los amigos son de plásticos que se derriten al sol. Cuando encontramos ese corazón de acero nos quedamos con el para siempre y alumbramos la vida a paso lento al ritmo del sentir de este nuevo arco iris que se convierte en una acuarela de colores que son nuestros afectos permanentes.
Que distintos eran los afectos a los 15 que ahora!!! Gracias a dios que la vida nos dio la mano para pensar mejor y aprender sobre lo desandando y las experiencias que nos van erosionando la inocencia hasta calcular hacia donde debe conducirnos el corazón que la mayoría de las veces late sin pensar y por un sentir equivocado.
Que regalo es encontrar por este viaje de la vida, gente sincera, que te mira a los ojos y sin medirse te dice que puedes contar con ella. Que la palabra incondicional no está en extinción y que aun la belleza interna es más intensa y linda que la externa. Que nos perdemos de tener maravillosos recuerdos cuando nos sumimos solo en el pesimismo y muchas veces en odios enconados que no acaban nunca. Que bueno que aun nos sonreímos ante la hermosura de un atardecer y somos capaces de agradecer a la vida los dones recibidos.
Que bueno, que bueno, tener tanta gente para querer y tan poquitos para prescindir de ellos.
Priscilla Delgado
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