.
Don Ricardo Martinelli como candidato y después como Presidente de la República manifestó varias veces que “en su gobierno se podía meter la pata, pero no la mano”. Lamentablemente en el escogimiento a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia él “metió la pata”.
No se trata, por supuesto, de los dos escogidos. El tiempo se encargará de determinar con sus actuaciones y fallos si el escogimiento de estas dos personas fue bueno o no.
Independientemente del derecho constitucional que asista el Presidente de escoger a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, el Sr. Martinelli “metió la pata” al seleccionar él mismo a un grupo de ciudadanos que debían de recibir las calificaciones de los aspirantes a Magistrados. Estos hicieron su trabajo e hicieron un informe, que a pesar de no llevar recomendación alguna, enviaron al Presidente. En él se ponía muy en claro, quienes, por sus credenciales, eran aptos o no para ocupar el alto cargo. Con posterioridad el Presidente manifestó, en lugar de agradecerles su trabajo, que no se iba a dejar “embaucar” por la lista de los ciudadanos que allí se mencionaban. De acuerdo al Diccionario de la Lengua Española, embaucar es “engañar, alucinar, prevaliéndose de la inexperiencia o candor del engañado.”
No había razón alguna para proferir semejante insulto a quien no había hecho otra cosa que cumplir con el mandato del propio Sr. Presidente. La situación planteada nos lleva a reflexionar para el futuro la forma en que los próximos magistrados deben ser escogidos. Hoy la opinión pública se ha manifestado en desacuerdo como son estos nombrados. De hacerse algún cambio constitucional se deben establecer con claridad las cualidades, formas y requisitos para escoger los próximos magistrados de la Corte Suprema de Justicia. También, como siempre he insistido, se debe incluir en cualquier reforma que se haga a nuestra Carta Magna la segunda vuelta electoral.
El Sr. Martinelli ha sido y es muy sincero en su manera de expresarse. En ocasiones dice lo que piensa en su momento. Así es él, es su personalidad.
En su enunciado de que en su gobierno se puede “meter la pata más no la mano” es un principio muy saludable que debemos aplaudir y que debe ser la norma invariable de su gobierno. El Sr. Martinelli recibe y acepta de buen agrado críticas, cuando estas están inspiradas, sin cálculo alguno, en sanos propósitos, como ha sido el nuestro. Hay muchas cosas por delante que tiene el nuevo gobierno. Debemos ser pacientes, no perder la confianza y la fe en las metas que tiene el Presidente Martinelli de llevar adelante los cambios que el país requiere.
Muchas felicidades navideñas a todos los amables lectores.
<>
Publicado en 24 de diciembre de 2009 en el diario El Panamá América a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.
Filed under: Lewis Galindo Samuel | Tagged: Constitución, Corte Suprema, Magistrados, Presidente Martinelli | Leave a comment »