Corrupción por percepción

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La opinión del Ingeniero y Analista Político….
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MARIO A. ROGNONI
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“La mujer del César no solo debe ser honesta, sino parecerlo”. El viejo adagio parece ser lo que afecta la percepción en el país de los logros o fracasos en la lucha contra la corrupción.

El nuevo gobierno, si bien no fue tan categórico como el anterior con su “ Cero Corrupción ”, que de paso no logró cumplir, esbozó una campaña contra la corrupción, enmarcada en la acusación de que en gobiernos anteriores “ entraban limpios y salían millonarios ”.

No dudo que Ricardo Martinelli está comprometido contra la corrupción, es un empresario exitoso y millonario por derecho, no necesita robar ni utilizar fondos del Estado para mejorar su patrimonio. Inclusive ha nombrado un equipo de gobierno que viene en su gran mayoría del sector privado, libres de culpas del pasado.

Sin embargo, la última encuesta de Dichter & Neira muestra cómo los panameños, un 83%, creen que hay desde poco hasta mucha corrupción, ciertamente no hay percepción de que se está acabando la corrupción. La pregunta es ¿por qué? El problema, a mi juicio, está en pequeños detalles agrandados por los medios y las especulaciones en columnas de glosas que dejan siempre un ambiente de trampas, negociados y coimas. Estas glosas nunca llevan firma, nunca dan una información en forma categórica, sino en forma ambigua y escondida en sobrenombres y claves, solo sembrando el morbo.

Cuando el país prohiba las columnas y glosas sin firma responsable, cuando se den los primeros fallos en querellas de calumnias e injurias, mejoraremos, entonces, nuestra percepción de honestidad en el manejo de la Cosa Pública. Hoy, vivimos en un gobierno que trata de limpiar la cara al funcionariado, pero glosas te dicen que un alcalde prohíbe vallas, pero él abre una empresa propia para poner vallas exactamente donde las ha removido. Cuando un alcalde da contratos a parientes de funcionarios de su propia administración, cuando la Contraloría General dice haber presentado más de 400 denuncias, pero nadie las publica ni las lista, cuando no hay responsabilidad patrimonial en casos de metidas de pata por funcionarios que cuestan al Estado millones, todo se suma y al final la percepción es que todo sigue el patrón de siempre.

Hoy lo que fue malo ayer resulta bueno. Los contratos directos siguen, las contrataciones sin licitación siguen, contratos mediante adendas a contratos anteriores cuestionados, siguen. La crítica de ayer a la indemnización a los dueños de cupos de buses es hoy parte de la nueva propuesta del Metrobús. Los cuestionados viajes presidenciales hoy se dan igualmente, solo que nuevamente hay muy poca cobertura en cuanto a resultados de los viajes.

No dudo que el presidente Martinelli y su equipo inmediato son honrados por convicción, pero lamentablemente no todos los funcionarios están proyectando la honestidad que ellos predican. Cuando un pago se dilata, se piensa que es para coimear al acreedor. Cuando un documento, una transacción, demora más de lo necesario, se asume que es que alguien espera una “ colaboración ”. Solo cuando veamos realmente funcionarios eficientes y demostrando su capacidad para decidir en el tiempo necesario creeremos en la honestidad real. Todos sabemos, en la justicia, que se paga para dilatar audiencias y fallos. Lamentablemente en el resto de las transacciones con el Estado, la dilación refleja corrupción igualmente.
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Publicado el 15 de diciembre en el diario  La  Estrella  de  Panamá, a  quien  damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

¡Lo que mal empieza… !

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La opinión del Abogado, Diplomático y Político Independiente….
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Juan Manuel Castulovich

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En noviembre del año 2005, mediante la Resolución de Gabinete número 91, el gobierno de Torrijos creó la “Comisión Especial de Evaluación de los aspirantes a ocupar los cargos de magistrados de la Corte Suprema de Justicia y sus suplentes”; un extraño engendro, castrado desde su nacimiento y sin ninguna posibilidad de cumplir las funciones para las que supuestamente fue creado: evitar que los magistrados siguieran siendo escogidos “a dedo” por el gobernante de turno. La esperanza se quedó en quimera y, al final de las cuentas y para la sorpresa de nadie, antes de que se convocara a participar a los aspirantes, hasta los niños de pecho sabían quienes serían los dos escogidos para asumir funciones en enero de 2006 y en enero de 2008.

En enero de 2010, deberán asumir los dos nuevos magistrados o magistradas que ahora le tocará nombrar al presidente Martinelli. La “comisión de evaluación”, rebautizada “de credenciales” volvió a cobrar vigencia; pero reducida a 5 miembros y con poderes más mermados que su predecesora. Ochenta y ocho (88) aspirantes acudieron esta vez a la convocatoria y de ellos “la comisión” excluyó a 17, por diversas razones; entrevistó a muchos y, finalmente, entregó una lista de 71 candidatos. Si la flamante comisión no tenía facultades para siquiera elaborar “una lista corta”, de 4 o 5 candidatos, era más que obvio que su papel, al igual que ocurrió con su predecesora, sería intrascendente. Y los resultados así lo comprobaron.

La lista de los 71 candidatos fue entregada al Ejecutivo y éste, ya porque tuviera “otras intenciones” o porque en realidad quisiera enmendar el entuerto, parece haberla descartado y según se ha “filtrado” procederá a escoger según su “leal saber y entender”, lo que equivale a decir que escogerá a quien le venga en ganas, invocando su facultad constitucional.

Desde que fue inventado el expediente del “concurso para magistrados”, he venido manifestando mi desacuerdo con ese método, que sólo ha servido para que el gobernante de turno, al final de las cuentas y después de muchas alharacas, terminara escogiendo a los que, desde siempre, había mantenido “in pectore”, es decir, a los consabidos “ungidos”.

No comparto que después de haber hecho convocatorias con bombos y platillos, cuando todo el circo había sido montado, se echara abajo el andamiaje; y razón llevan los “comisionados” para sentirse burlados. Pero también es innegable que por la vía del seudo concurso no se garantizaba un escogimiento que respondiera a las expectativas de la ciudadanía. El asunto había empezado mal y no podía, por esa vía, terminar mejor.

Pero no todo lo que mal empieza tiene, necesariamente, que terminar mal, como dice el refrán. Al asumir el presidente Martinelli la decisión de escoger, con o sin lista, dos cosas pueden ocurrir: una, que termine escogiendo como antes lo hicieron sus predecesores y vuelvan a ser burladas las expectativas nacionales o, dos, que escoja bien. En definitiva, lo que contará es el resultado final. Si el presidente escoge bien, desvirtuará los pronósticos de una nueva decepción.   Si no lo hace, suya será la responsabilidad y tendrá que asumir la merma que sobre su credibilidad tendría una decisión desacertada.

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Publicado  el  15 de diciembre  de  2009 en  el  diario  El  Panamá  América, a   quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

Cómo va todo en Copenhagen

Del Editor:

Dado el enorme interés que ha despertado la Conferencia  de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebra desde el 7 de diciembre y terminará el 18 de diciembre de este año Copenhagen,  hemos creído convenientes compartir con ustedes el enlace al blog de la Licenciada Natalia Young, «PTY en Copenhagen», en el cual no sólo se recogen las ultimas noticias , informes y videos sobre este importante cónclave, sino que también aporta una serie de enlaces a sitios institucionales y de noticias que tienen que ver con esta conferencia.   Los invitamos a seguir el siguiente enlace para acceder a este importante blog:

http://ptyencopenhagen.blogspot.com/

En la sección de enlaces Blogroll de esta página, situada a la derecha, parte inferior, tambien encontrarán permanentemente el enlace a este sitio de noticias exclusivo del tema de la Conferencia sobre el Cambio Climatico 2009.