Unidad Nacional y el Futuro

La opinión del Comunicador Social….

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Jaime A. Quijada

Ahora es tiempo de unir y construir, de dar vuelta a la página del ayer y mirar al futuro. La alternabilidad es una condición fundamental de madurez democrática. La unidad nacional merece crédito por ello.  Las tareas de un gobierno son muchas, pero las prioridades esenciales deben ser pocas. Para mí, el “sello del cambio”, además de la gestión, debiera ser: La Unidad Nacional y el Futuro.

A mi juicio, las prioridades para sólo los cuatro años y meses que faltan serían, la primera es el empleo, que depende del crecimiento, la inversión, la productividad, la innovación, el emprendimiento. Es la madre de todas las batallas en el desarrollo. Una batalla a la que la Unidad había renunciado de hecho. La prioridad social debe ser siempre para el desempleado, y sólo después para el que ya tiene algo.

La segunda prioridad es la pobreza extrema y la equidad en la repartición del crecimiento. Es segunda, porque sin la primera no hay nada que repartir. Por eso puede y debe haber bono de 100 para los 70, la red de oportunidades, y otras medidas asistencialistas. La otra, la verdadera, es de largo plazo, y es básicamente el acceso a la educación de calidad, gran falla de la grandes Concertaciones. Es la gran puerta de la libertad. Asistencialismo donde se necesita hoy, pero creando oportunidades para siempre. La oportunidad más digna y más libre es el buen empleo, y eso depende de la educación.

Lo tercero es la imperiosa modernización del Estado. Modernizar, descentralizar, digitalizar e integrar, eliminar trabas burocráticas, manejar bien las empresas públicas, cumplir en la salud, infraestructura, rehabilitación, en fin. Lo que hay que achicar es el gobierno, no el Estado.

Lo cuarto es la batalla frontal contra la delincuencia y el narcotráfico. No podemos ser ambiguos, se requiere apoyo de todos. Finalmente, lo último, pero no lo menor, es la necesidad de multiplicación del capital social, es decir, las confianzas cruzadas, el gobierno efectivamente de unidad, la no discriminación ideológica, el entendimiento, la búsqueda de consensos, y una verdadera tolerancia. El peso de la prueba lo tiene siempre el que está arriba, es decir, hoy es Ricardo Martinelli y el gobierno los que deben mostrar grandeza, generosidad y marcar la pauta.

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Artículo publicado el 11 de marzo de 2010 en el Diario El Panamá América,  a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el credito que les corresponde.

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