Convocatoria funeral

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La opinión del Estudiante Universitario…

César Valdés Paredes

El 22 de noviembre hubo llamado a Consejo General Universitario en el Auditorio José D. Moscote de la Facultad de Economía, en el cual se tocaría el tema del calendario para la convocatoria a elecciones a Rector, Decanos y Directores de Centros Regionales. Fue un CGU acaparado por un ambiente frío, tenue, desolado y vacío, donde solo se vio el mismo sequito de aduladores de siempre.

Pero en este CGU lo que sobró fue promesas en busca de ese voto reeleccionista, el cual desea alcanzar la regularización de profesores, donde el campo de antenas será el complejo universitario antes nunca visto, y nuevas adquisiciones de terreno; todo esto gestionado con dinero fresco obtenido de la venta del terreno de Tocumen que ahora se ha convertido en la nueva “chequera de promesas” del Magnífico.

El discurso apologético que utiliza el Señor Rector, incapaz de entretenernos, pero suficiente para aburrirnos y hastiarnos, es el cual sustenta sus obras, resulta de tal evidencia más elocuente de una orfandad de méritos y ejecutorias reales, de allí que el trucaje, las promesas y la verborrea abundante pero vacía, constituyen sus soportes esenciales.  Primero pensó en un Referéndum que de la manera más descarada se inventaron una ponderación ficticia y tres días de votación diferentes, ahora volvieron a solicitar que las elecciones a Rector y demás autoridades fuesen en días distintos para ciertos centros regionales y extensiones, el cual no puede proceder por ley; el Organismo Electoral Universitario debe ser enfático, ético, respetuoso y ajustarse al reglamento que estipula la ley Universitaria para dicho evento. El Dr. Rolando Murgas Torraza no debe prestar su nombre y credibilidad para acomodar los procesos electorales universitarios, a las exigencias de un poder que está totalmente fuera de sí. Del resto de los miembros del Pleno ni nos ocuparemos. Ellos darían hasta la vida por servir a la autocracia imperante en la universidad.

El poder y la soberbia han embrutecido a quienes se creen dueños de algo que no les pertenece. La Universidad de Panamá le pertenece al pueblo panameño.

Frente a los peligros que se ciernen sobre nuestra universidad, nos queda el camino de la unidad para defender su naturaleza pública, su autonomía y nuestro derecho a renovarnos con pertinencia. Debemos convertir la educación en un instrumento de justicia social, de desarrollo nacional y de liberación económica.   La Casa del Maestro de la Juventud Panameña será restaurada y renovada. No claudicaremos en nuestra libertad y derecho que tenemos todos los universitarios de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresías, seguiremos en la lucha constante para defender y mejorar nuestra Casa de Estudios Superiores.

«Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas, y mi honda es la de David». José Martí.

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<>Artículo publicado el  25 de noviembre  de 2010  en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.
Más artículos del autor en: https://panaletras.wordpress.com/category/valdes-paredes-cesar-omar/

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