Salud e Internet

La opinión del médico….

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EDUARDO A. REYES V.

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Salud e Internet

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Considerado por algunos como el quinto poder y parte de la sociedad de control, el Internet se ha constituido en una fuente positiva y negativa para el aprendizaje.  La información en general que puede aparecer en estas bibliotecas virtuales sobre salud y enfermedad en ocasiones no tiene sustento científico. De allí que los ilusos, bastante mayoritarios, son víctimas en un porcentaje significativo de lo que podríamos calificar de charlatanería en esos y otros temas.

Creo que positivamente permite conocer, cuando la evidencia científica lo sustenta, información valiosa para los profesionales de la salud y nuestros pacientes.

Pero a raíz de las facilidades que presta la red para consultas en materia de salud por parte de los pacientes, se debe tener cuidado con la información que se recoge, pues en ocasiones es débil en su sustentación. La interpretación de quienes no se han formado en las ciencias de la salud puede crearles confusiones y en ocasiones ansiedades innecesarias. Hay revistas serias de Medicina, que al terminar un artículo traducen al paciente lo que el mismo ha querido significar para evitar lo anterior.   Por ello esta herramienta útil a profesionales y pacientes debe utilizarse con precaución y no aceptar como dogmático lo que se recibe.

Para los propios profesionales de la Medicina se han creado vías para suministrarles informaciones, datos y conocimientos que tengan evidencia científica , permitiéndonos un mejor desempeño.   Es decir, lo que leemos a través de revistas médicas u otras fuentes debe pasar por filtros que desechan lo no científico. Entonces, a evaluar con objetividad lo aprendido a través de la inmensa red informática y no utilizarlo para juicios de valores por la labor del médico y menos para “ jugar al doctor, diagnosticar y hasta recetar ”.   Ante sus dudas mejor consultar a su médico.   Si no tiene la respuesta, proporciónele la oportunidad de buscarla en fuentes verdaderamente científicas.

Entendamos que la Medicina es una ciencia de incertidumbres y que exige la validación científica en sus actos para una mejor atención del paciente. Recordar el siempre actualizado aforismo médico: “ No existen enfermedades, sino el enfermo ”.

Cuando terminaba este artículo, nos enterábamos de la muerte de un colega, el Dr. Augusto Baal, amigo y maestro dedicado de la ginecología-obstetricia, víctima de una enfermedad prevenible? el dengue hemorrágico.   Precisamente la información seria y abundante sobre el cambio climático a través de diferentes sitios de Internet, incluidas revistas, nos advertía sobre el ascenso de estas enfermedades emergentes y reemergentes que están azotando al mundo entero con un número creciente de enfermedad y muerte.

Toca al Estado dejar a un lado la retórica y las cifras frías de la estadística?  y pasar a la acción.   Acción de toda la comunidad, liderizada por el gobierno.   Sin ahorros absurdos de tiempo e insumos para abatir al máximo las cifras de infestación que ya han cobrado cuatro muertes prematuras de panameños valiosos.

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Publicado el 29 de septiembre de 2009 en el diario La Estrella de Panamá, a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

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