Rubén Blades, un panameño universal

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La opinión del Empresario, Político y Ex Ministro de Estado

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Samuel Lewis Navarro
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Por muchos años he tenido el privilegio de conocer a Rubén Blades y este conocimiento ha sido mayor desde que trabajamos juntos en el proceso electoral del año 2004, y luego en el mismo equipo de gobierno. Hubo, además, una coincidencia especial: Ambos compartimos la circunstancia de ser los dos únicos miembros de ese gabinete que nos mantuvimos al frente de nuestros despachos durante todo el período.

Al compartir preocupaciones, aspiraciones e inquietudes pude apreciar de cerca las virtudes ciudadanas de este panameño integral y universal que ofreció su mejor esfuerzo para el crecimiento y el desarrollo del país. Su integridad profesional, su honestidad y su sinceridad, así como la caballerosidad de sus actos fueron algunos de los rasgos que más recuerdo de estos años.

Como miembro del equipo de Gobierno no solo asumía responsabilidades en el área directa que le fue asignada, que fue la promoción del turismo hacia nuestro país, sino que también podíamos contar con su colaboración en cualquier actividad donde se le requiriera. Recuerdo una misión a Washington cuando impulsábamos la ratificación del tratado de promoción comercial en el Congreso de Estados Unidos. La delegación panameña causaba verdadero interés cuando por donde quiera que se movilizaba. Congresistas y ayudantes, senadores y público en general rodeaban a Rubén para conseguir una foto o un simple saludo de este panameño que ha triunfado en el mundo.

En otra ocasión, en Europa, había verdadera euforia, la euforia por parte del público. Le expresan que lo querían ver nuevamente al frente de sus maravillosos espectáculos a lo que este panameño comprometido con su pueblo contestaba que cuando terminara su misión volvería a los escenarios.

Estos momentos y muchos otros que recuerdo con especial orgullo, llegaron a mi mente con impacto el sábado 21 de noviembre cuando asistí al concierto que Rubén presentaba en la ciudad de Miami. Un auditorio abarrotado de público que con gran emoción cantó, bailó, gritó y rió junto a ese panameño de verdad, que por más de dos horas deleito a su fanaticada, fue el escenario que me ha movido a escribir estas líneas.

Rubén Blades, panameño exitoso, amigo de sus amigos, artista consumado, le ha dado muchísimas glorias a este su Panamá. Durante los últimos cinco años aparte de gloria, le ha dado su incansable trabajo, valga decir que a un altísimo sacrificio personal que no solo se cuantifica en lo económico, sino en lo personal, en lo familiar y en lo emocional. Al ver ese momento de euforia en el concierto no solo me sentí orgulloso aun más de su amistad, sino que me quito el sombrero ante el desprendimiento con que Rubén entregó cinco años de su vida en aras de que los panameños logremos mayores niveles de desarrollo.

Rubén dejó huellas y lleva a Panamá en todos los momentos de su vida. Con más Rubenes Blades en Panamá, estoy seguro de que tendremos un país del cual nos podremos sentir orgullosos todos.

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Publicado el 28 de noviembre de 2009 en el diario LA PRENSA, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

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