Viviendo en el país de los locos

La opinión del Ingeniero y Analista Político…

MARIO ROGNONI
marogoni@cwpanama.net

Cuando la estrategia de campaña del PRD consideró debilitar las opciones de Ricardo Martinelli a la presidencia denunciando la posibilidad de que el aspirante presidencial podía sufrir de un tipo de demencia, resumida inicialmente en las denuncias de su supuesta bipolaridad, los estrategas del entonces candidato optaron por ridiculizar la denuncia y crearon inteligentemente un movimiento bajo el esquema de ‘los locos somos más’. Sorprendentemente, los electores rápidamente se identificaron como ‘locos’, seguidores de Martinelli y orgullosamente lo enunciaban en sus autos, camisetas y banderolas.

Al final, todos quedamos convencidos que ‘los locos eran más’ y lo demostraron ampliamente en las urnas.    Solo, que nadie pensó que realmente se elegía un grupo de locos.    Y locos, no están.    Ya lo hemos comprobado, pero de que vivimos en un país casi surrealista no hay duda.   Año y medio de gobierno nos ha llevado de sobresalto en sobresalto el gobierno, de improvisación en improvisación, mientras el surrealismo es tal que aunque nos caiga el peor cataclismo social, la popularidad y aceptación del mandatario sigue imperturbable en el 70%. Sin Puente centenario, sin agua, sin seguridad, con costos por las nubes de combustible e impuestos, el aplauso no para.

Al final, no debería importarme la popularidad del gobierno. Lo que me perturba son las constantes contradicciones y absurdos que ocurren con su equipo de gobierno.   La ministra de trabajo abiertamente desafía la capacidad de su viceministro, mientras el jefe de la policía no abre su boca ante la peor tragedia ocasionada por sus hombres en el centro penitenciario de menores.   El ministro de seguridad, civilista a morir contra la dictadura militar, ahora adopta un lenguaje propio del más recalcitrante militar.

El pueblo sigue de cerca el devenir nacional y lo escuchamos a diario en sus llamadas a programas donde con humor y muchas veces ingeniosidad, se ríe de los desaciertos de la clase política.   Así, ante un absurdo proyecto del doctor Zuñiga para penalizar a los políticos que no cumplan sus promesas de campaña, una oyente pedía que se hiciese entonces lo mismo a los hombres que juran fidelidad ‘hasta que la muerte los separe’ y luego queman a sus mujeres o las dejan, ella quería los 4 años de cárcel a su marido por haberla engañado en sus promesas maritales.

Y en ese país absurdo que vive el panameño, tiene que sufrir la insistencia de Chello Gálvez de pedir la reelección inmediata y hacer trastabillar la alianza de gobierno.   Aunque reconozco que el pueblo en su sabiduría ahora cuestiona a quién fue que se le ocurrió que Chello fuese al pleno cuando nos iba mejor cuando no asistía en el gobierno anterior.   Más absurdo aún el proyecto del MEF para que los abogados ‘conozcan su cliente’.    En un país donde las sociedad anónimas existen con acciones al portador ahora a un genio se le ocurre que un abogado lograra que su cliente le admita que piensa lavar dinero o estafar con la sociedad que le ha ordenado.   Si entendiésemos todos que nuestro país es surrealista, que vivimos del absurdo, entenderíamos como en 46 días aun no hay agua potable, como quedó en nada el tema de los pinchazos de la Procuraduría de la Administración, o la investigación de la avioneta y la fiscal Valdés, o Bonisi sigue de Procurador suplente, o como revivió con un fallo la asumida difunta Sala Quinta, o el pro que Bosco Vallarino se cree en libertad de subir en 1000% los impuestos municipales.

Y, más absurdo todavía, la compra de miembros para los partidos de la alianza donde, en breve, tendrán más PRD torrijistas que el número inicial de CD’s hace menos de 2 años.   Por lo pronto, tienen mas oficiales retirados de las Fuerzas de Defensa que el propio PRD.   Como PRD, no me preocupa el tamaño del CD, pero si fuese panameñista estaría ya preocupado.   Una vez se de otro absurdo, la desaparición del liberalismo en el país al fundirse el UP con el CD no veo como el candidato presidencial de esa alianza pueda ser el panameñista.    Pero, en nuestro país todo puede pasar, más, todo lo aceptamos como natural.   En fin, nos advirtieron que los locos eran mas, lo que no nos explicaron fue que la estrategia era volvernos a todos locos.

Este artículo se publicó el 25 de enero de 2011   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

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