Lucy Molinar: de adalid a perseguidora

La opinión del Catedrático Titular en la Universidad de Panamá, Presidente del COREPPA y de la JUTERPP…

FRANKLIN BÓSQUEZ D’GIOVANNI
fbosquez@hotmail.com

Cuando Ricardo Martinelli anunció, ya en calidad de presidente electo, que Lucy Molinar administraría el Ministerio de Educación (Meduca),  los relacionistas públicos entramos de inmediato en una atmósfera de euforia y esperanza. ¿La razón? Desde junio de 2005 contamos con la Ley 21 que reglamenta nuestra profesión y, de paso, se creó la Junta Técnica de Relaciones Públicas de Panamá (Juterpp) —cuya sede oficial se encuentra en el Meduca— para otorgar las idoneidades y velar por el correcto desenvolvimiento de esta disciplina de la comunicación social en todo el territorio istmeño.

Para mala suerte, en solo un lustro la Juterpp —integrada por mí en calidad de presidente del Colegio de Relacionistas Públicos de Panamá (Coreppa); dos catedráticos que representan a la Universidad de Panamá (UP) y la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi); y los ministros de Educación y de Trabajo y Desarrollo Laboral— ha lidiado con cinco distintos titulares de la cartera educativa: Juan Bosco Bernal, Miguel Ángel Cañizales, Belgis Castro, Salvador Rodríguez y, ahora, Molinar, quien durante toda su vida se agitó en el mundo de la comunicación social, del cual forma parte las Relaciones Públicas.

En verdad, Bernal no demoró mucho al frente del Meduca;   Cañizales fue el que más apoyo brindó. Castro y Rodríguez estaban más ocupados en remover fibra de vidrio que en atender otros menesteres. Sin embargo, hay un común denominador: aunque el respaldo nunca fue el que esperábamos, por lo menos ninguno de los cuatro obstaculizó al organismo.

La historia con Molinar ha sido todo lo contrario. A pesar de nuestra insistencia, jamás nos concedió una cita para coordinar diversos aspectos.   Y, con lanza en ristre, arremetió, desde el pasado junio, contra la secretaria ejecutiva de la Juterpp, Casilda González, quien, según el artículo 5 de la norma que nos ocupa, fue designada —y solo podía ser removida— por los miembros de la Juterpp.

En un abrir y cerrar de ojos, Molinar se olvidó de sus tiempos cuando era la indiscutible adalid de los descamisados que acudían a su noticiario matutino en TVN para exigir justicia.   Como no podía destituir directamente a Casilda González (con licenciatura y maestría en Relaciones Públicas), a la jefa del Meduca se le ocurrió una idea brillante: autorizó a su sumisa Dirección de Recursos Humanos trasladar a González de la secretaría ejecutiva de la Juterpp a ‘recepcionista’ del despacho superior.   Como es obvio, González, como toda una profesional que se respeta a sí misma, tomó sus vacaciones acumuladas y presentó, el pasado septiembre, su renuncia al cargo.

La mayoría de los miembros de la Juterpp se halla estupefacta ante la incomprensible actitud asumida por Molinar, a tal punto que este organismo no ha atendido solicitudes para obtener idoneidad desde julio de 2010 hasta el presente, es decir, ¡siete meses en acefalía!   Entre otras consecuencias nefastas, varios egresados universitarios han sido rechazados en concursos para posiciones de relacionista; y otros no pueden lograr el certificado de carrera administrativa, porque la Ley 21 de 2005 exige la idoneidad para tales fines.

Meses atrás, la ministra Molinar me llamó muy alterada a mi celular porque, según ella, yo era el autor de dos glosas anónimas que fueron publicadas en un periódico de la localidad.   Los breves comentarios criticaban acremente la paralización que sufre la Juterpp ante la inexplicable cacería de brujas desatada por Lucy en contra del organismo.   Mil y una veces respondí que nada tenía que ver con esas glosas; y subrayé que no soy parte de esa ralea que se escuda en el anonimato para emitir opiniones, como lo demuestra este artículo que lleva mi firma responsable. Pero a la mimada del presidente Martinelli se le metió, entre ceja y ceja, que yo escribí las glosas.   Su palabra es la última palabra.   Y punto.

Aparte de los egresados, los más disgustados con la actuación de Molinar son los estudiantes que actualmente abrazan la carrera de Relaciones Públicas en la UP, la Unachi, y universidades particulares como la Americana y la Interamericana, sin mencionar a los que obtienen sus diplomas en instituciones educativas superiores en el extranjero.

Los relacionistas públicos vamos a defender una conquista que costó mucho sacrificio y sagacidad, porque la Ley 21 fue aprobada de manera unánime —bancadas de gobierno y de oposición— por la Asamblea Nacional de Diputados, un fenómeno político que no se observa con frecuencia. Los relacionistas públicos no cerraremos calles ni lanzaremos improperios mediante megáfonos; no quemaremos llantas ni pintaremos paredes.   Hemos sido formados para esgrimir materia gris y alcanzar nuestros propósitos de una manera cauta e inteligente, que incluye, por supuesto, acudir a los noticiarios matutinos de televisión para demandar justicia.

Este artículo se publicó el 7 de febrero  de 2011   en el Diario La Estrella de Panamá, a quienes damos,  lo mismo que al  autor,  todo el crédito que les corresponde.

Relacionistas públicos vs. Periodistas

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La opinión de la Periodista…

Judy Meana

Los medios de comunicación social están llamados a buscar la verdad, informar los hechos tal y como sucedieron. No se le ocurra decirle a un periodista que por favor le publique algo, que no le pregunte de eso o aquello y mucho menos insinuarle que él está vendido o que está parcializado. Lo más sagrado para un periodista es su reputación y su credibilidad, atributos que se ganan ejerciendo la profesión de manera honesta y objetiva.

 

Cuando se llama a un periodista para que cubra una noticia, tenga claro que irá a buscar a su contraparte. Si lo invita a una conferencia de prensa, hará las preguntas que estime necesarias para entender el asunto. Recuerde que no hay malas preguntas, hay malas respuestas.

Si un medio lo está llamando para que de una entrevista, conteste. El periódico no dejará de publicar la noticia, ni la televisora dejará de producir su noticiero porque usted no quiso hablar.

Hablar o no hablar, contestar de inmediato o tres semanas después, qué decir y cómo decirlo es parte del trabajo del relacionista público. Es el profesional que se dedica a comunicar lo que hace la empresa o institución que representan.   Cuando a un periodista se le cuestiona por sacar ¨noticias negativas¨, lo más probable es que diga que no es relacionista público y que si una empresa o institución quiere que le publiquen intacta su nota, deben comprar un aviso o pagar una gacetilla de TV.

Admiro a los periodistas que tienen la oportunidad de producir sus propios programas de radio o de televisión y a la vez venden los espacios de publicidad. Pueden tener miles de cuñas en sus programas, pero siempre informarán objetivamente. Como siempre su público estará muy pendiente y aplaude que mantengan su imparcialidad.

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<>Artículo publicado el 25  de enero de 2011    en el diario El Panamá América,   a quienes damos,  lo mismo que a la autora,  todo el crédito que les corresponde.

Panamá es un desastre en la seguridad pública

La opinión de….

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BELISARIO  HERRERA  A.


Si los altos funcionarios gubernamentales que tienen que velar por la buena marcha de la administración pública realizaran las coordinaciones del caso con las dependencias de prensa o de relaciones públicas que están asignadas, seguramente estarían al tanto de cuanto ocurre en las distintas comunidades.

Para ser más gráfico en el sentido apuntado, muchas veces los medios de comunicación se refieren a un árbol muy viejo que está a punto de desplomarse o un cerro que está por sepultar una vivienda o que los «piedreros» se llevan los tragantes o un poste eléctrico contra el cual se ha estrellado un vehículo y urge su reposición para evitar una desgracia o que el preciado líquido se pierde inmisericordemente mientras tanta gente está necesitándolo o que en determinada avenida los conductores transitan a alta velocidad en que no pocas veces se han producido colisiones con heridos y pérdidas humanas, que determinadas calles se hacen intransitables porque existen «cráteres» de enormes proporciones; podríamos seguir en este orden y este periodo se quedaría corto para dar ejemplo de tantos problemas que padecen las distintas comunidades, pero no existe una rápida acción en los funcionarios obligados a resolver tales anomalías.

En otro orden, en cuanto a la seguridad pública, casi siempre cuando se cometen determinados delitos los agentes del orden público llegan tarde a la escena; se realizan robos a mano armada por parte de estos facinerosos a establecimientos con toda la mansedumbre y los policías llegan después que los ladrones se han ido tranquilamente con el botín, se dice incluso que hasta caminando. Ni hablar de los múltiples asesinatos en que los responsables de esos crímenes, a la vista de todos, escapan velozmente en los carros que utilizan para sus fechorías.

Debemos decir que el país está vuelto un desastre en materia de seguridad pública. Los maleantes hacen de las suyas, realizan toda clase de escándalos con sus aparatos eléctricos hasta altas horas de la madrugada, perturbando la tranquilidad pública, sin que los vecinos que se sienten afectados por el exceso de ruido logren que las autoridades pongan orden. ¿Qué hace la Alcaldía capitalina con tantos decretos contra el ruido que no aplican mano fuerte contra tales escandalosos que bajo los efectos del licor y la droga terminan en refriegas y balaceras en que siempre una bala perdida da contra un inocente?

El país está descontrolado por el vandalaje y el presidente de la República, Ricardo Martinelli, se le ocurre pedir tres años para acabar con la delincuencia.

El asunto es poner manos a la obra. La inseguridad social que todos percibimos responde a una inhibición primaria que existía en los delincuentes en potencia antes de que desaparecieran los antiguos cuarteles de policía, gracias al imperio.

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Artículo publicado el  29  de mayo de 2010 en el Diario El Siglo, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Calidad del servicio público

La opinión del Abogado…..

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Octavio Villalaz

Siempre estaré de acuerdo con las conquistas laborales y específicamente aquellas que protegen a los servidores públicos y sobre todo de aquellos que laboren con honor, lealtad, honestidad, competencia y profesionalismo. Pero esta máxima del Estado ideal a veces no es encontrada por aquellos que de una u otra manera debemos concurrir a realizar trámites en las oficinas públicas.

Muchos tenemos que soportar el carácter especial de algunos servidores públicos y estar atentos del humor con que llegan cotidianamente a sus puestos de trabajo.  Debemos tener poderes sobrenaturales para detectar si estos servidores públicos se despertaron con el pie izquierdo o derecho,  si pelearon con su esposa o esposo, o algún vecino, si ganaron o perdieron en la lotería u otras posibles razones y así estar preparados contra cualquier acto tendiente a recibir una humillación gratuita.

Ahora tienen un nuevo horario de trabajo pero no importa a la hora que entren siempre encontrarás alguno de ellos comiendo su respectiva empanada y su chicha de limón con raspadura.

Tendremos que esperar igualmente a que terminen de leer su periódico y, que no se nos ocurra interrumpirlos ya que podríamos desatar su furia apocalíptica en nuestra contra. En consecuencia, los trámites serán demorados en forma intencional siempre buscando hasta el más mínimo detalle para decir con sonrisa maliciosa y sin quitarle la mirada a la empanada mordida que reposa en su deteriorado escritorio atarugado de papeles, un rotundo “No se puede”. Debemos aclarar que son pocos casos por lo que no estamos generalizando.

Si el gobierno central, descentralizado o autónomo, desea realizar algunas mejoras al servicio público brindado a los contribuyentes tiene que empezar a gestionar seminarios de relaciones públicas tendientes a mejorar la atención hacia las personas que acudimos a las diferentes instituciones.

Además, debe proporcionar todas las herramientas que sean necesarias para que se dé un servicio de primera. No podemos proteger ni amparar, so pretexto de derechos adquiridos, a funcionarios que por estar 10 ó 20 años en un puesto, se consideren indispensables e inamovibles y que a pesar de su experiencia tengan el derecho de tratar a los contribuyentes como si fuéramos a pedir de rodillas algún préstamo bancario.

Mucha culpa de esto la tienen los superiores jerárquicos que, a sabiendas que muchos provienen del sector privado, no hacen nada para arreglar el sistema, ni están pendientes de velar que todos los procedimientos existentes cumplan con los más altos estándares de servicio público.

Su responsabilidad primaria es detectar a los servidores que cumplen con su labor y premiarlos y aquellos que por alguna razón se sientan protegidos por el paternalismo gubernamental, se les haga saber que no hay cabida para holgazanería ni conductas alejadas de la ética que perjudique al sistema.

Todos aquellos que de manera temporal ocupan un alto cargo en el gobierno, deben siempre hacer los cambios necesarios y procurar dejar un sistema prístino con personal de calidad y competencia al frente de las instituciones, a sabiendas que ellos mismos serán beneficiados cuando ya no estén en dichos puestos y estén del otro lado de la calle.

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Publicado  el 15 de febrero de 2010 en el Diario El Panamá América, a quien damos, al igual que al autor, todo el crédito que les corresponde.

De la publicidad y propaganda

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La opinión de la Arquitecta y Ex Ministro de Estado….

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MARIELA SAGEL

La biografía que a Gerald Martin le tomó 19 años completar, sobre la vida fascinante de Gabriel García Márquez, y que está a la venta desde fines del año pasado, Una Vida , revela detalles del Nobel colombiano que yo, en mi infinita ignorancia, desconocía.

Por ejemplo, que Gabito había trabajado en las agencias de publicidad Walter Thompsom, Stanton, Pritchard y Wood y también en McCann Erickson, que fue mi escuelita en el tema, porque fui su gerente en los años ”90.

No duda en señalar el biógrafo que la experiencia vivida por Gabo le ayudó a entender la fama, a pensar acerca de la representación de uno mismo, a crear una imagen personal con sello propio y a saber gestionarla. “ Y, más irónico si cabe, esta formación temprana en el mundo de la publicidad y las relaciones públicas le permitiría vivir sus contradicciones políticas en público sin que los hostiles comentaristas estadounidenses lograran realmente dañarle en las décadas venideras ”.

Esto viene a colación por la reciente controversia que ha suscitado la aparente contratación, sin que haya mediado concurso o licitación para otorgarla, — dicho por el propio presidente de la República —, un millón de dólares en cuñas a los dos grupos más poderosos de televisión y que ha levantado múltiples comentarios y amargos reclamos por parte de los medios que no se han visto favorecidos.

Tal como me decía una especialista en el tema, en el campo de la publicidad los concursos no se pueden hacer en base a precio, porque de ser así, un folletín manuscrito, una radio en clave morse y una televisión que solo tenga cobertura en un distrito se adjudicarían el jamón del dinero que tiene destinado el Estado para divulgación de sus mensajes, sino en base a cobertura, a calidad de los contenidos y sobre todo, a comprensión de los hábitos de consumo que tenga la población.

Pero hay un recurso más poderoso que la misma publicidad y que, desde los tiempos del nazismo, ha sido utilizado con gran éxito por todos aquellos que saben, como García Márquez, gestionar no solo su propia imagen, sino aquella de las personas a las que se quiere enaltecer y, más comúnmente, perjudicar.

Se ha repetido hasta la saciedad lo que Joseph Goebbels aplicó con gran éxito: que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad.   Ministro de Propaganda de la Alemania de Hitler, su función consistía en controlar todos los medios, la radio, televisión, cine, literatura, etc.

Así mismo debía impedir que saliera a la luz la información del exterior. Era también el encargado de promocionar o hacer públicos los avisos del gobierno y usó mucho lo que hoy en día se conoce como el marketing social , ensalzando muchos sentimientos de orgullo, promoviendo odios y convenciendo a las masas de cosas muy alejadas de la realidad.

Tal parece que ciertos medios han adoptado esta técnica y la han venido aplicando con éxito, especialmente para aquellos titulares que, siendo manipulados, hacen que la gente, como en los tiempos del Nuevo Testamento, prefiera a Barrabás sobre Jesús.

No se explica la reacción del Ejecutivo frente a las críticas que se hacen de cómo se asigna la publicidad estatal, porque lo que se criticó en campaña, ahora se hace flagrantemente y, además, con desparpajo y hasta con amenazas.

El énfasis en las “ barrabasadas ” que adoptan los díscolos encargados de hacer justicia es más destacado que las verdades que se dan tras los acontecimientos que afectan, no solo la imagen del país, como es la de la cacareada seguridad jurídica que está a punto de ser también, como con Goebbels, totalmente controlada.

Me queda de tarea mirar cómo se hicieron las contrataciones de años anteriores en cuanto a publicidad se refiere y, al respecto, tengo algunos datos precisos que arrojan las disparatadas pautas que se le daban a los medios que apenas circulaban en el quinquenio 1999-2004.   A lo que vemos ahora son vallas anónimas que dicen que “ Ahora le toca al pueblo ” y, sin embargo, ese pueblo parece haberse reducido a un privilegiado grupo.

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Publicado el  17  de enero de 2010   en el Diario La Estrella de Panamá , a quienes damos, lo mismo que a la autora, todo el crédito que les corresponde.

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La promoción de Panamá

La opinión del Abogado, Docente Universitario y actual Embajador de Panamá ante la OEA….
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GUILLERMO A. COCHEZ

Una de las funciones que exige Cancillería a los Embajadores es la promoción de nuestro país. Siendo los Estados Unidos un país tan grande, la misma la dividimos con el Embajador Jaime Alemán, encargado de las relaciones bilaterales con los Estados Unidos, quien lo hace en diversos foros y universidades.

Días atrás, durante tres días ausente de la Misión fuimos huéspedes de Southern Illinois University, en Edwardsville, la mayor de todo ese Estado. Para nuestra sorpresa el interés hacia Panamá es enorme y ya grupos universitarios especializados en Biología y Biodiversidad habían realizado contactos con la Universidad de Panamá y la ventaja de ésta de tener centros en gran parte del país. Su interés se centra en Santiago de Veraguas, razón por la cual ya los hemos puesto en contacto con la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología.

En Saint Louis, Missouri, estuve ante el Council of Foreign Relations de esa ciudad, el más antiguo de todo el país, donde hablé sobre la problemática de la OEA sobre el caso de Honduras. Si bien no era el tema, las preguntas sobre la ampliación del Canal y el promisorio futuro de nuestro país no se hicieron esperar, demostrándome la audiencia el tremendo interés que se tiene en nuestro país.

En Dallas, Texas participé en evento organizado por la Universidad de Texas en esa ciudad, en asocio con el Mid Atlantic Latin America Studies (MALAS), evento al que ya había participado once años atrás, y donde uno de los temas fundamentales era el análisis, veinte años después, de la invasión a Panamá. Me acompañaron en el panel los politólogos Richard Millett, John Fishel y Orlando Pérez, todos ampliamente conocidos de Panamá. Para el mismo me referí a mi trabajo “La Reconstrucción de Panamá”, que posteriormente será incluido en libro sobre nuestro país.

Los participantes, en su gran mayoría académicos interesados en los temas de Latinoamérica, me pidieron fuera el orador en el almuerzo final del grupo, donde pude desarrollar el tema de “las lecciones de la crisis de Honduras.”. Para mí, la más importante, es que la OEA se ha reivindicado como organismo regional, aunque para algunos de la izquierda no lo ha logrado por no reinstaurar al Presidente Zelaya al poder. Destacamos el papel que Panamá ha jugado en la crisis, demostrándose el nuevo papel que en materia de relaciones exteriores está desempeñando el gobierno de Panamá.

La promoción de nuestro país es importante. No nos imaginamos cómo la gente esta hablando de nuestro país y su progreso. Uno de los participantes me indicó que el mejor secreto del mundo ha sido el conocer la forma cómo los panameños hemos manejado de bien el Canal desde que asumimos su control absoluto el 31 de diciembre de 1999.

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Publicado el 30 de noviembre de 2009 en el diario El Panamá América, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

Docente tradicional en tiempos virtuales

La opinión de la Publi Relacionista….
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MARALICETH  MELAMED
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Por mucho tiempo el rol del docente en el acto didáctico se ha desarrollado de manera presencial. Es decir, dentro de un entorno físico, rodeado de estudiantes que participan de un modelo de enseñanza – aprendizaje practicado durante siglos. Sin embargo, las nuevas tendencias mundiales en materia de educación han evolucionado.

Ahora bien, la tradición educativa de siglos vs el cambio competitivo de la era ha encontrado su principal barrera en el docente tradicional, la incredibilidad de los estudiantes con este nuevo sistema y la falta de inversión en las nuevas tecnologías.

En el campo de las Relaciones Públicas este nuevo amanecer vislumbra una oportunidad en materia de comunicación y comprensión en nuestro sector.

Profesionales, docentes y estudiantes podemos invertir parte de nuestro tiempo y conocimientos en divulgar esta futura tradición educativa y para eso podríamos usar los mecanismos comunicativos e informativos adecuados, que logren conjugar en sentido significativo la base de este nuevo modelo de enseñanza.

También sería preciso trabajar en la imagen de la educación a nivel nacional, porque la dura crítica que en los últimos años ha caído sobre ella amerita una nueva visión pertinente y justificada de los recursos que se les brinda, del recurso humano (formación del docente) que la compone y la evaluación de la enseñanza que se imparte actualmente.

Renzo Titote (1972) definió la enseñanza como “ el fecundo confluir de dos procesos, el de enseñar y el de aprender ” y 37 años después sigue siendo igual, pero en un entorno diferente.

La oportunidad de divulgar y evaluar lo ya investigado y planificado responde a cambiar nuestra actual forma de enseñar impartiendo contenidos con la supuesta necesidad del acto presencial, cuando a distancia también se puede enseñar a pensar y hacer.

Así es como las Relaciones Públicas miran este nueva tendencia, con fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, claro está, siempre buscando el bien común y, sobre todo, en este tema de la educación que no busca más que desarrollar a un hombre apto al futuro, a la recepción de mensajes significativos, al pensamiento creativo, a la adaptación de un nueva bandera para el docente con estrategias, métodos, técnicas sin barreras de distancia, tecnologías, credo, y lenguaje.

Un análisis de Relaciones Públicas a través del espíritu de la educación virtual, una tendencia muy real que necesita en nuestro país de autores, forjadores y creadores que participen de la construcción de un escenario integral para todos.

Comuniquemos y motivemos a nuestro estudiantado y profesionales a aportar a doble vía, horizontalmente y sin miedos a perder ese contacto personal afectivo de la escuela tradicional enclaustrada. Ofrezcamos motivación en estas nuevas formas de instrucción combinadas con ese afecto presencial en la enseñanza-aprendizaje que estamos otorgando ahora, a distancia.

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Publicado el 21  de noviembre de 2009 en el diario La Estrella de Panamá, a  quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que le corresponde.

Las relaciones públicas del Estado

La opinión de….

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Barbara de De León

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Las relaciones públicas del Estado

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La Universidad de Panamá cumplirá, el 7 de octubre de 2010, 75 años.   Celebrará sus bodas de diamante con muchos frutos al país, entre ellos: biólogos, abogados, físicos, médicos, trabajadores sociales, sociólogos, pedagogos, geógrafos, matemáticos, químicos, economistas, administradores, periodistas y un centenar de egresados que aportan a Panamá, sus valiosos conocimientos. Es la plataforma académica e intelectual de nuestro querido y bello Panamá.

Las relaciones públicas no se pueden quedar sin mencionar; la casa de Octavio Méndez Pereira acaba de graduar a 22 profesionales, jóvenes que lucharán para insertarse en el campo laboral y hacer que se respete la Ley 21 que regula esa profesión en Panamá.

Aprovechamos esta oportunidad para enviar un mensaje al excelentísimo presidente de la República, Lic. Ricardo Martinelli: contrate a personal idóneo para que no le pase lo que hemos visto al final de cada gobierno, que le falta divulgación, por deficiencias en sus relaciones públicas, y luego le quieren pasar la responsabilidad a los medios de comunicación y a todos los comunicadores.

La comunicación corporativa debe planificarse no improvisarse; ver las necesidades y resolver los problemas no es apagar fuegos y luego saltar de un lado para otro. No es suficiente contar con una cara bonita reconocida en los medios, la formación académica es muy necesaria.

Profesionales como los egresados de relaciones públicas son los mejores, pero se nombran en esos cargos a los políticos, amigos o familiares. Cada zapatero a su zapato.

Las relaciones públicas son una disciplina compleja que trata de manera armónica con todos los públicos de la empresa o institución. El graduado trabaja con los clientes, sus comunicaciones, en la organización de eventos especiales, protocolo, redacción de informes, comunicados, gacetillas, monitoreo de los medios de comunicación, producción de programas para radio y televisión, y para desempeñarse como maestro de ceremonia.

Tiene una gama de beneficios en su formación profesional acordes con las competencias que exige el mercado laboral actual. Por ejemplo, los egresados están en capacidad de asesorar a la alta gerencia en materia de comunicación interna y externa, evaluar las opiniones de diferentes públicos, elaborar cualquier publicación ya sean revistas, brochures, volantes, boletines informativos, periódicos, memorias, en fin planificar programas, propuestas, campañas de relaciones públicas y mucho más.

Hoy, con el avance de las tecnologías, hay que elaborar weblogs, páginas web, utilizar Youtube, Facebook, Twitter y todas las herramientas que te ofrece internet para comunicarse más rápido con todos los clientes o tus públicos.

La facultad cuenta con seis laboratorios (tres de informática, uno de televisión, fotografía digital, y de sonido digital) con la última tecnología necesaria para la formación de los nuevos profesionales.

El plan de estudio se revisó y actualizó en el año 2008. Consta de ocho semestres, es decir, cuatro años; pasó con éxito el proceso de transformación curricular que encabeza el rector, directivos, equipos de trabajo y docentes de la Facultad de Comunicación Social. Algunas asignaturas nuevas son: manejo de crisis, negociación, mediación y relaciones públicas, comunicación organizacional, sociedad ambiente y desarrollo, comunicaciones integradas, edición digital, taller de identidad, reputación e imagen corporativa, responsabilidad social e inglés conversacional entre otras materias.

Los estudiantes, para poder culminar sus estudios, tienen que elaborar y sustentar un trabajo de grado ante dos jurados y un asesor; este puede ser tesis, seminario, práctica o examen.

Con honestidad, esta licenciatura es una de las más completas en su pensum académico, además cuenta con excelentes docentes graduados en Estados Unidos, Panamá y otros países. Para el año 2010, según el Estatuto Universitario, todos los profesores deben tener maestría en su especialidad y un posgrado en docencia superior. Un porcentaje alto de docentes de la Escuela de Relaciones Públicas cumple con todos los requisitos, competencias pedagógicas y académicas a nivel superior.

Según mis estadísticas la mayoría de los estudiantes que realizan su práctica de cuatro meses como opción al trabajo de grado, han obtenido una plaza de trabajo y se han quedado laborando donde practicaron. Eso significa mucho.

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Publicado el 28 de octubre de 2009 en el diario LA PRENSA, a  quien damos, lo mismo que a la  autora, todo el crédito que le corresponde.

Relaciones Públicas: preservar su esencia

La oponión de la Relacionista Pública y Periodista…..

EVA E. MONTILLA

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Relaciones Públicas: preservar su esencia

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Uno de esos días que amanecí preocupada, pero inspirada por una de mis profesiones, escribí unas reflexiones a las que titulé: “Relaciones Públicas, ¿profesión etérea?”, las cuales pude compartir, gracias a la gentileza de La Estrella.  ¿El resultado?  Este material que hoy entrego, debido a que los comentarios recibidos me motivaron a darle una segunda oportunidad al tema.

Es cierto que en muchos casos los nombramientos, designaciones, distinciones o como quieran llamar al proceso de entregar la dirección de las Relaciones Públicas en la administración pública o privada a una persona, se hace sobre la base de la afiliación a una corporación política o por la amistad, sin tomar en consideración las fortalezas profesionales; pero también es verdad que se obtienen resultados desacertados, los cuales llevan al traste con imágenes, trayectorias, procesos de comunicación y a la postre hasta se convierten en bumerán para las propias organizaciones y/o personas.

Es una realidad global, por lo tanto, es imperante que cada profesional de las RRPP se esfuerce para encaminarla hacia la madurez y el posicionamiento como herramienta efectiva para las organizaciones.

Porque las RRPP están catalogadas, en Panamá, como una profesión de naturaleza liberal, así está en el artículo 1 de la Ley 21, en el que, además, se señalan como principales objetivos “ la actividad y el esfuerzo planificadores y continuos para establecer y mantener la comprensión mutua entre una institución pública o empresa privada o mixta y los grupos y personas que están directa o indirectamente ligados, así como desarrollar actividades inherentes a la profesión, de acuerdo con la naturaleza de la empresa o institución, que sean de necesario cumplimiento y que no están contempladas en esta Ley ”.

Para no enfrentar futuras frustraciones, a través del tiempo he logrado alianzas con mis propias observaciones, por ello cuando me llaman para que preste servicios en materia de RRPP pregunto sobre quién tendré que enfocar el trabajo: ¿el jefe?, ¿la organización?   Ese es un tema muy importante que se debe definir desde el primer momento y así se evitarán los gritos, las palabras de grueso calibre, las respuestas groseras y el final de una relación laboral y profesional.

Reitero lo imprescindible de elevar la profesión al mismo nivel de los países desarrollados y dejar de verla como una disciplina exótica. Recomiendo a quienes ejercen esta profesión que agudicen sus virtudes de paciencia y persistencia para lograr sus objetivos. No olvidemos crear conciencia acerca de la magnitud de las RRPP.

Hay amenazas permanentes, como la de suplantarlas en su esencia y utilizarlas como una rama del mercadeo o a la libre decisión y ejercicio de personas sin los conocimientos precisos, que, por el contrario, se valen de éstas para presumir o escalar niveles gerenciales, de socialización y hasta para acceder al poder.

Renovemos conocimientos, para superar estos escollos y fortalecer la profesión.

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Publicado el 18 de septiembre de 2009 en el diario La Estrella de Panamá; a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Relaciones Públicas, ¿profesión etérea?

La opinión de la periodista y relacionista pública….

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EVA E. MONTILLA

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Relaciones Públicas, ¿profesión etérea?


Durante los años que llevo en el ejercicio de las Relaciones Públicas, han sido innumerables las ocasiones en que me ha surgido la interrogante: “¿esta profesión es realmente un concepto etéreo?”.   Mi apreciación se basa en el poco sentido, en la licencia característica del mundo laboral en cuanto al uso de este nombre para designar cualquier actividad en la que exista un interminable nexo entre los diversos públicos, pero, especialmente, de las fórmulas utilizadas para seleccionar a quienes ejercen la actividad, conozcan o no de su implicancia.

Las Relaciones Públicas representan el mecanismo para que propios y extraños relacionen a la institución, empresa, persona u organización, con la esencia correcta, desvinculada de cualquier estilo propagandístico que lleve a la opinión pública a aceptar algo, pese a no ser verdadero, o sea, una especie de dosis de maquillaje sobre la acción. Luego de estas consideraciones muy particulares, aterrizo en la interrogante y la traslado a la objetividad del mercado panameño, con sus oportunidades, y en el fundamento histórico que data de 1970, el inicio de la preparación de profesionales de las Relaciones Públicas en la Universidad de Panamá.   A pesar de, es notable la existencia de una distorsión para identificar al auténtico o auténtica conocedora de esta disciplina, por lo tanto, es fácil observar a la audacia personificada que ejerce sin siquiera saber el significado de la labor a su cargo.

El propósito de estas reflexiones no es la búsqueda o el desenmascaramiento de intrusos o intrusas, es únicamente valorar la profesión y contribuir a elevarla al sitial al cual está destinada, su razón de ser: asesorar a las altas esferas de la empresa, institución, organización y/o persona, en lo relativo a la comunicación interna y externa, con énfasis en el factor comprensión, por parte de esas instancias, para que sepan cuándo y en qué forma se transmite un mensaje, de tal manera de mantener el más alto grado de confianza de los diferentes públicos.

No podemos olvidar que el ejercicio de las Relaciones Públicas requiere de la actualización constante, la competitividad, de una mente dispuesta a evolucionar y a enfrentar los retos, singularmente con una profunda convicción de la ética. El profesional no debe anteponer los fines de la empresa, institución, organización y/o persona a los valores y a las normas morales.   El recorrido a veces está plagado de los antivalores, de allí que la capacidad para discernir es una de las grandes virtudes de un o una relacionista pública.

La modernidad nos ha arrastrado a escenarios fabulosos, como lo es el uso de la tecnología como la herramienta ideal para una efectiva práctica de esta profesión, aún así es imprescindible conservar la claridad en las acciones y tener presente que ese trabajo lleva implícito el hecho de contribuir en la transformación social, por tanto es una responsabilidad de proyección inconmensurable.   Los retos van implícitos en la formación de la gente de comunicación social, y se les considera como una magnífica motivación para no quedar en el rezago.

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Publicado el 11 de septiembre de 2009 en el diario La Estrella de Panamá; a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

¿ Dónde están los relacionistas?

¿ Dónde están los relacionistas?

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EMILIO SINCLAIR
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El 1 de julio se produjo un hecho trascendental. Un empresario con suficientes recursos para no pellizcar las finanzas públicas, asumió la primera magistratura de la Nación. El presidente Ricardo Martinelli se caracteriza por ser exigente y perseverante, hechos que lo hicieron triunfar en negocios y política.

Martinelli viene advirtiendo que hará cambios profundos, que sacudirán las estructuras económicas y sociales del país y sus palabras con un tinte radical calan en los que ansían una transformación, aunque para algunos es un alfiler que los tortura mentalmente e impide conciliar el sueño. La pesadilla de su “oscuro pasado” los martiriza.

Las buenas intenciones del mandatario no serán exitosas si sus relacionistas públicos no hacen la divulgación adecuada para que este pueblo, cansado de informaciones disecadas, se entere hasta la saciedad de lo que está pasando.
Panamá tiene excelentes comunicadores sociales, por lo tanto confiamos en que las relaciones públicas estarán ocupadas por seres pensantes, con criterios periodísticos y no zombis con aires intelectuales, que se limitan a organizar fiestas o a servir de intermediarios entre el jefe y periódicos, emisoras o canales de televisión.

En el nuevo gobierno se distinguen varios comunicadores, lo que constituye un reconocimiento a los medios, que en toda gestión pública constituyen baluartes de donde emanan noticias que, procesadas, se convierten en hechos históricos que convierten a Panamá en nación fértil de acontecimientos.

“¡El cambio va!” , pregonan, pero el tsunami político en cuanto a las relaciones públicas arrancó aturdido. Ningún relacionista se dignó elaborar una carpeta explicando quién es Ricardo Martinelli Berrocal, su esposa, a qué se dedica, sus hijos, progenitores, gustos, logros académicos, organizaciones a las que pertenece, mascotas y cómo edificó un imperio comercial partiendo de una ferretería que compró a un asiático. En fin, otros detalles que servirán de fuente informativa e inspiración de aquellos que aspiran entrar como jefes en la mansión de San Felipe.

Una proliferación de carpetas, con la bandera tricolor, con detalles sobre el Canal, nuestra riqueza forestal, nuestros patrimonios de la humanidad y sobre las características del panameño, un pueblo pacífico y dicharachero, debieron estar en todos los medios, en manos de periodistas, visitantes, delegaciones, editada en varias idiomas, por lo menos español e inglés, para que, como herramienta de trabajo, los poseedores tengan una base veraz sobre quiénes gobiernan el país.

Fallaron y, si estoy equivocado, no he visto ni siquiera un folleto que nos infle de orgullo. La carpeta —con copia a las bibliotecas del país— también debería contener información sobre el Gabinete con fotos y hojas de vida, sería un documento de referencia permanente para que nadie ignore quiénes están sobre el, a veces indomable, corcel del poder.

Los relacionistas públicos debieron disparar sus informaciones para disolver los comentarios nefastos y para recordar que eso de “los locos somos más” fue una estrategia publicitaria de la campaña, que se debe borrar para enseriarse en la búsqueda de un Panamá mejor, con miras a evitar que la gestión del gobernante sea apaleada por las críticas.

No creemos que los relacionistas sean ineficientes, simplemente alguien se quedó dormido. Todavía tienen la oportunidad de empinarse y demostrar al mundo que son profesionalmente de jerarquía intelectual imbatible.

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Publicado el 9 de julio de 2009 en el diario La Estrella de Panamá, a quien damos todo el crédito que le corresponde.

Relaciones Públicas y Educación

Relaciones Públicas y Educación
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MARALICETH MELAMED – Analista de Información y Relaciones Públicas
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La propuesta de una educación holista para el siglo XXI es comprendida como una pedagogía de amor. Diversos expertos del tema han coincidido en que para mejorar la educación no se debe ver y trabajar como partes, sino como un sistema general de un todo, de modo que facilite la explicación y el comportamiento interrelacionado de la misma. El enfoque de amor universal de la nueva educación holista apremia en toda profesión.

En las Relaciones Públicas no dicta mucho esta necesidad, debido a la génesis de éste trabajo, los públicos (su comprensión, la empatía existente, la imagen?). Sin embargo, cuando se trabaja con comunicación es necesario decir, hacer y ser originalmente una persona, una persona de confianza y atrayente a los públicos (externo – internos). Es entonces donde la comunicación que se utilice a través de los conocimientos teóricos y prácticos de una enseñanza de varios años, y especializaciones, deben y tienen que desprenderse de todo interés propio y ejercerse con pasión en busca del bien común.

De allí que los valores éticos, morales, cívicos, profesionales marcan una diferencia en la formación del profesional. Todo lo que tocamos lo podemos cambiar para bien o para mal y siempre debemos estar consciente de ello.

Es interesante este enfoque holista de la nueva era de la educación, porque supone un conocimiento integral no solo de letras, de aprendizaje, sino de espíritu y de comprensión humanística.

La educación para este siglo debe transformar y motivar los procesos de vida con el prójimo, con quien nos relacionamos continuamente. El amor universal es constante y al igual que señala la premisa: “nunca se deja de aprender” , siempre podemos amar y poner pasión en lo que somos y hacemos. La enseñanza, entonces, no se visualiza como de “puro conocimiento” del “hacer” , sino del ser.

En Relaciones Públicas existe una constante: debe haber una concordancia con lo que se hace, se dice y se piensa. Para las Relaciones Públicas este enfoque señala un camino trazado que ya es conocido, pero muchas veces olvidado por la usurpación tradicional de los que ejercen la profesión actualmente, porque cuando se aprende un oficio y se siente, así mismo se aplica.

Publicado el 17 de junio de 2009 en el diario La Estrella de Panamá