Agenda del Presidente en Washington – Martinelli lanza estrategia para atraer más inversión a Panamá

La nota informativa de la activista política…

JENNIE   GONZALEZ

El presidente de la República, Ricardo Martinelli encabezó –el pasado jueves 16 de diciembre- el acto de lanzamiento de una campaña publicitaria en Washington que busca poner a Panamá en los ojos de inversionistas no solo estadounidenses sino del mundo entero.

El objetivo de esta campaña es coordinar los esfuerzos de todo el Gobierno Nacional para hacer más eficiente la labor de atracción de la inversión extranjera y generar más empleo y seguir impulsando el desarrollo económico del país.

En su primera fase, la campaña tiene contemplada la publicación de anuncios a página completa en periódicos y revistas especializados de gran circulación como Wall Street Journal, Político y Roll Call. Esta campaña también será difundida en medios electrónicos como The New York Times, Bloomberg, CNBC, Google, entre otros.

“Nuestra economía dolarizada, la infraestructura disponible, el sistema tributario simple y, por supuesto, nuestra posición geográfica nos convierten en un lugar atractivo para nuevas inversiones y desarrollo económico global”, dijo Martinelli.

Bajo esa misma línea, el Presidente presentó en Washington, la página web www.meetpanama.com.pa en la que se podrá encontrar información relevante de Panamá para la toma de decisiones de un inversionista potencial.  Adicionalmente, la página tendrá los vínculos de las instituciones públicas panameñas más relevantes y podrá solicitar información a PROINVEX, vía electrónica y a través del número 1-800 que estará disponible.

Esta campaña será la plataforma para evaluar nuestra estrategia agresiva para “vender” las ventajas que nuestro país ofrece por sobre nuestros competidores y, según Martinelli, se enfocará directamente en los inversionistas estadounidenses preocupados por la inestabilidad de otros mercados emergentes con información relacionada a las oportunidades que existen en nuestra economía pujante.

Luego de esta exitosa visita de un día a Washington, el Presidente Martinelli tiene previsto regresar a Panamá esta noche.

GOBIERNO NACIONAL

¡JUNTOS HACIENDO UN MEJOR PANAMÁ!

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Reportaje publicado el 17 de diciembre de 2010 a las 13:40 en nuestro muro en  Facebook por Jennie Gonzalez,  a quien damos todo el crédito que le corresponde.

Inversionistas, turismo y actitud

Nuestro estado anímico e impecable compostura es la percepción que más comercializa a Panamá como el mejor sitio de inversión en el mundo. Es un tema de actitud.

La opinión del Representante de Panamá en la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Turismo….

Jaime Figueroa Navarro

Crucero Panama

Durante el próximo quinquenio se hará más evidente la necesidad de administrar competentemente el flujo de la inversión foránea para ocasionar el ágil crecimiento del turismo y su ascendente aporte a la economía nacional. Tradicionalmente los gobiernos de la región han creado excusas, en su mayoría anotadas a factores externos, para cubrir sus rotundos fracasos en estos menesteres.

Senorita Mis PanamaLa habitual excusitis oficial en el gobierno del cambio se transmuta en un término inaceptable. Rememoro de mis días como cadete en la Academia Militar de Valley Forge que categóricamente nos inculcaban que no prevalecían excusas bajo ninguna circunstancia para no hacer las cosas bien la primera vez. Así, cuando un compañero se presentaba a una formación mañanera sin haberse rasurado y un oficial le cuestionaba al respecto, si su respuesta era otra que “no tengo excusas, señor” sufría a guisa de remembranza un castigo agriamente mayor al que incurriría en circunstancias normales.

Con ello deseamos transmitir el mensaje que se hace necesario un cambio dePanama foto de arriba actitud. De eso trata la metamorfosis en el liderazgo político que ampliamente favorecimos en las urnas. Aspiramos a que en el timonel del Estado, el Presidente Martinelli administre la cosa pública tan rentable y eficazmente como sus negocios particulares. Intrínsecamente ello implica un viraje en nuestra desenvoltura.

Tuve la distinción de participar recientemente como expositor invitado en el simposio Panamá: Dos Continentes, Un Millón de Oportunidades, evento acaecido durante la Feria EIRE (Expo Italia Real Estate) en el ultra moderno recinto Fieramilano, en Milán, Italia.

El evento fue inaugurado, como atañe al protocolo vigente, por el Embajador de Panamá en Italia, Don Eudoro (Tito) Jaén Esquivel, quien razonó un fecundo recuento histórico del istmo que hábilmente esgrimió para ilustrar a la amable audiencia, en su mayoría inversionistas Europeos y de latitudes propincuas, sobre nuestras excepcionales bondades.

Acto seguido, presentamos nuestra disertación Perspectivas del Turismo en Panamá, resaltando en láminas enaltecidas de extravagantes parajes istmeños tal trasfondo, nuestros numerosos tipos de turismo y sus sublimes particularidades. Sorprendió poderosamente la presentación a la selecta audiencia primero porque no atesoraban una imagen de Panamá como la que exhibimos y segundo por nuestra actitud henchida de positivismo, muy a pesar de las crudas realidades de otras latitudes y nuestra ratificación de que Panamá continuará su vertiginoso crecimiento, entre otras, por su privilegiada situación estratégica mundial.

Nuestro estado anímico e impecable compostura es la percepción que más comercializa a Panamá como el mejor sitio de inversión en el mundo. Es un tema de actitud. Durante la sesión de preguntas y respuestas, y las múltiples reuniones posteriores con muy interesados inversionistas no encontramos excusas ni espacios para el fracaso.

Muchos de ellos han invertido e incurrido fuertes pérdidas en el espejismo del oasis de Dubai y empiezan a vislumbrar a Panamá como la alternativa viable. Sus valiosas inversiones permitirán que el Presidente Martinelli ejecute sus promesas de un Panamá mejor para todos, el fiel cumplimiento de su plan de gobierno y algo más allá: la erradicación de la ignominiosa excusitis que nos mantiene anclados a un terco tercermundismo al que jamás hemos debido haber pertenecido.

Panama foto de abajo

<>  Artículo publicado el 29 de Julio de  2009 en la revista digital Turismo Global, a quienes damos,  lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Los inversionistas también donan

La opinión del Jurista,  Ex Director de la Fuerza Pública y actual Presidente de los diarios El Siglo y La Estrella de Panamá…
EBRAHIM ASVAT

Estaban todas ellas allí, arregladitas y preparadas no para una tarde de té o una subasta para recoger fondos que maquillen un poco la pobreza del país. Estaban reunidas y sonrientes en el Palacio Presidencial, ya que el mandatario las había reunido para una ocasión especial. A cada una de las quince organizaciones sin fines de lucro se les iba a entregar un cheque de $50,000.00 como donación.   Nadie se inmutó en preguntar la procedencia de los fondos.

Es que el dinero no huele y la bondad humana es tan mezquina que todo samaritano huele a santo.   En esta ocasión nadie conocía al santo sólo al mensajero, al gestor, al intermediario oficial que en nombre de la República cual Cristo redentor repartía los panes a todas estas damitas que ayudan a paliar un poco el sufrimiento de los pobres.

Es que son tantos y tantos que ya ni el Estado con sus trece mil millones presupuestados este año puede con tan inmensa carga social.   Hay que hacer algo y qué mejor que colaborar con estas damitas que hace tanto y tanto con sus pequeñas actividades de té, caravanas, sorteos y cenas en suntuosos hoteles para ayudar.   Ninguna se inmutó a rechazar el gesto por desconocimiento de la fuente.

Al fin y al cabo no son bancos que tienen la obligación de conocer a su cliente o investigar la procedencia de los fondos.   Eso no está estipulado en ninguna convención internacional ni por recomendaciones de entidades internacionales.   Es más, basta que el intermediario sea una autoridad para descargar toda la responsabilidad en él y evitar los cuestionamientos.   La realidad es que cual mejor secreto guardado nadie quiere identificar al samaritano a efectos de que medio país de pobretones no lo corretee por tan desprendido acto.

Lo único que se sabe es que es un inversionista extranjero que se le solicitó una donación de setecientos cincuenta mil dólares para que pueda invertir en el país.    Es como un derecho de admisión para la membresía en el club de corsarios y piratas unidos.

Una vez que se es miembro se tiene acceso a todas las autoridades nacionales y se alivian las tribulaciones burocráticas. ¿Desde cuándo para invertir en Panamá y generar riqueza hay que pasar por CAJA?   Es que los que se quejan como ese malagradecido que escribe la Bitácora del Presidente da palo por el que boga y palo al que no boga.

¿Qué hay de malo con pedir algo fuera de la ley para ayudar a los que más lo necesitan?

<> Este artículo se publicó el 20 de septiembre de 2010  en el diario  El Siglo, a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.

Inversionista o matón

La opinión del Comunicador Social no vidente….

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Edwin Rodríguez 

La migración media controlada de inversionistas y jubilados provenientes de los Estados Unidos, Europa y Suramérica y de todas las nacionalidades inimaginables, convierte a Panamá, por su ubicación territorial y economía de servicio en la sede perfecta para que los ciudadanos extranjeros se radiquen en nuestro país.

No obstante, la belleza de nuestras islas y costas bocatoreñas, santeñas, tierras altas chiricanas, al igual que las de Colón y Coclé, son el atractivo ideal de los foráneos que viajan hasta nuestro terruño atraídos por la belleza de nuestras islas y paraísos naturales. ¡Sí!, estos mismos que muchas veses son refugios, escondites y testigos cómplices, de actos macabros, por algunos personajes prófugos de la justicia de su país de origen, tales como narcotraficantes, criminales, pedófilos, asesinos en serie y cuanto despojo humano que ni siquiera imaginamos.

Lo sucedido en Bocas del Toro debe poner a las autoridades en alerta suprema y evitar que personajes como “Wild Bill” pasen desapercibidos. Ahora que quede claro que “ni son todos los que están, ni están todos los que son”.

Panamá registra un éxodo masivo de inversionistas extranjeros, por ende los rigores de seguridad, control fronterizo y migración están en desventaja con esta realidad que nos coloca en una situación peligrosa, no sabemos si estamos “durmiendo con el enemigo”.

Por otra parte el valor de las propiedades hace que cada día más personas se vean atraídas por vender sus terrenos, suscitando así otra situación de cuidado, que quien vende emigra a otras provincias a invadir territorios comarcales provocando conflictos por tierras con los nativos.

Y ni hablar del acceso al mar, para los coterráneos es un derecho vedado, debido al acaparamiento indiscriminado y sin control de las playas por parte de los inversionistas.

El caso “Wild Bill” debe convertirse en la campanada que nos alerte de cómo realmente nos hallamos en materia de seguridad, sí estamos usando tecnología adecuada para el intercambio de información. Es inaceptable que con la pluralidad de herramientas que existen hoy para tal fin, tengamos debilidades muy marcadas en este sentido.

La reglamentación de empresas que explotan el turismo, deben ser evaluadas con urgencia a fin de que garanticen la observancia de sus clientes, de tal manera que se mantenga un contacto permanente con los turistas e inversionistas.

Definir políticas en esta materia a mediano y largo plazo es tarea que queda por hacer.

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Artículo publicado el 24 de agosto de 2010 en el diario el Panamá América Digital,  a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

Impuestos

La opinión del Empresario…

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John A. Bennett N.

Los impuestos contribuyen al desempleo, particularmente cuando exceden las necesidades reales y propias de una función de gobierno y peor cuando los recursos se malgastan; cosa que no es de extrañar.   Esto es así ya que los impuestos son contabilizados por los ciudadanos como un aumento en sus costos de hacer negocios, de manera que deben traspasarlos a los consumidores, formando una cadena de aumentos. Algunos ingenuos aplauden cuando le aumentan impuestos a los ricos, sin darse cuenta que ellos también terminan pagándolos.

Los impuestos terminan siendo el precio que los gobiernos cobran por trabajar;  particularmente en el sector formal.  Pero no sólo por trabajar sino también por aventurarnos en nueva empresa e inversiones que crean trabajo.   Cualquier persona que ha pasado por el campo minado que es montar una nueva empresa bien conoce estos escollos.

Desde el instante en que la empresa declara «ganancias»; es decir, tiene éxito, cae en la telaraña de los impuestos.  Para tener éxito en una empresa que recién empieza y que ha requerido importantes sacrificios, es urgente lograr ganancias que nos permitan pagar los préstamos,  las inversiones y lograr ahorros y reservas que nos aseguren sobrevivencia en tiempos malos y que nos permitan afianzar y crecer. Desgraciadamente los impuestos son un impedimento a todo ello.

Resalto el tema de los impuestos excedidos porque es notorio que la corrupción campea en nuestros gobiernos; particularmente la corrupción institucionalizada que degrada la efectividad de los servicios e inversiones del sector estatal.   Para nadie es secreto que nuestros gobiernos operan con planillas abultadas y cargadas de nombramientos espurios, con lo cual terminamos con personal que no sólo no rinde sino que comúnmente se dedica a entorpecerlo todo.

Si un gobierno siente la necesidad de mejorar su capacidad de invertir, lo sensato no es aumentar impuestos sino disminuir el despilfarro y para ello hay oportunidad de más;  de manera que mientras los ciudadanos no sientan que esto cambia, toda «reforma» impositiva será vista como una burla o un intento de tomar un atajo a costilla de los contribuyentes.

También existen otros factores que trabajan en contra del inversionista; tales como el de la inflación.   Este fenómeno no sólo afecta a los trabajadores sino a la empresas; entre otras razones porque diluye el valor de sus ahorros moneda.  Los gobiernos verán estos ahorros como «ganancias» y ello ubicará a la empresa en un nivel impositivo más alto; aunque en realidad la empresa no cuente con recursos engrosados.

Todo eso se ve agravado por otras medidas demagógica, tales como el control de precios; entre ellos el del salario mínimo y otras restricciones laborales, que supuestamente han sido instituidas para mejorar la condición de quienes trabajan.  Lastimosamente lo que ocurre es todo lo contrario.

El mejor o único camino de prosperidad consiste en facilitar la inversión y eso se traduce en menos impuestos y menos trabas; cosas que típicamente no son del agrado de centralistas.

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Publicado el 4 de marzo de 2010 en el Diario El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor,  todo el crédito que les corresponde.