Desde hace unas semanas atrás la separación física de las gemelas Hannah Yinnet y Hannah Yannet entró a los espacios públicos para reflejar el avance de la capacidad médica panameña y los servicios quirúrgicos de la Caja de Seguro Social para realizar operaciones de alta complejidad y pericia. En el camino, los resultados no fueron los esperados. El cuerpo de una de las gemelas no pudo resistir los embates de la operación.
Hay que ser muy cuidadosos al llevar situaciones críticas a los espacios públicos, para que sean compartidos por la población en general. El éxito se transforma en un éxito colectivo y el fracaso, igualmente, en un fracaso colectivo. La psiquis colectiva del país se ve afectada por estos sucesos y si bien los que resultan exitosos ayudan enormemente a levantar el espíritu nacional, los fracasos, al contrario, generan sentimientos de inferioridad, incompetencia, incapacidad o derrota.
Hace unos años atrás, en los Estados Unidos, una niña quedó atrapada en una tubería vertical. El rescate se convirtió en tema nacional. Todos los medios produjeron noticias diarias sobre los esfuerzos por salvarle la vida. Al final se logró el resultado. La niña salió del tubo con su cuerpo lacerado. El país entero festejó el éxito. Pocos meses después en un alud que se produjo en Colombia, otra niña quedó atrapada de los pies en el lodo. Los medios cubrieron su suerte a nivel internacional. El rescate no fue exitoso. Colombia no tenía la tecnología ni la capacidad técnica para salvar a la niña. El intento fracasó. La derrota la asumieron todos los colombianos como propia.
En Chile, hoy en día se mantiene a la población al filo de la noticia sobre la suerte de varios mineros atrapados bajo tierra. El rescate no está en manos de ingenieros y técnicos chilenos. Las respuestas la producen los ingenieros americanos Jeff Hart y Matt Staffel de la empresa Layne Christensen. Hasta el momento, los esfuerzos han sido positivos y se espera un resultado exitoso.
En cada rescate, la psiquis colectiva interpreta el resultado de una manera u otra. En Colombia, la impresión fue traumática y reflejó la incapacidad colombiana para salvar a los suyos. En Chile, la impresión puede ser exitosa pero a la vez refleja la necesidad de otros países para que colaboren en el resultado exitoso. En el caso norteamericano, la percepción fue óptima. Los americanos se vanagloriaron de poder salvar a los suyos sin necesidad de acudir a la asistencia de otros.
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<> Artículo reproducido del publicado el 14 de octubre de 2010 en el diario El Siglo, a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.
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