Ciudad, Capital política y comercial.

La opinión del Jurista y Presidente de los diarios El Siglo y la Estrella de Panamá…
EBRAHIM ASVAT
Hace poco analicé el tema de cómo las ciudades empezarán a dominar el mundo. Más importancia tienen Nueva York, Londres, Beijing o Tokio que por ejemplo todos los países de América Latina y África juntos.
Las ciudades se están convirtiendo en la dínamo que mueven a los Estados y no a la inversa. Aquí en nuestro país a pesar de que todos hablan por el país geográfico, la mayor parte de la burocracia panameña se concentra en la capital. La mayor parte del presupuesto de operaciones se gasta en la ciudad de Panamá y la mayor parte del presupuesto de inversiones se destina a la misma ciudad.
La pregunta que me hago es si en realidad existe visión de país o visión limitada a la ciudad. La fortaleza económica como motor de generación de riqueza de toda la República se concentra en la ciudad de Panamá. Es allí donde se mueve la economía. Por ello, la gente emigra a la ciudad aumentando su población y generando todas las dificultades que confrontamos en materia de servicios públicos y entornos de bienestar.
Todos los panameños saben que si terminan una carrera profesional o si quieren abrir una empresa sus oportunidades se mejoran en la ciudad de Panamá vis a vis cualquier otra región del país.
Si a este factor económico le sumamos que la sede política del país también es la ciudad de Panamá podremos entender porqué la visión de ciudad se confunde como visión de país.
Hay naciones que han separado sus sedes comerciales de sus sedes políticas. China, por ejemplo, tiene una ciudad política que es Beijing. La ciudad de Shangai es la ciudad comercial.   En Estados Unidos, Washington es la ciudad política y Nueva York es la ciudad financiera.   En Alemania, Bonn es la ciudad política, Karlsrugge la ciudad judicial y Hamburgo y Frankfurt son las ciudades comerciales e industriales.
Si lográramos transferir la ciudad política panameña hacia Santiago o Aguadulce y dejar que la ciudad de Panamá continúe como ciudad comercial podremos lograr que los políticos y gobernantes tengan una verdadera visión del país en toda su amplitud geográfica.
En el gobierno de Omar Torrijos Herrera se transfirió el Ministerio de Desarrollo Agropecuario a Santiago y el Ministerio de Obras Públicas a David. Con el tiempo regresaron a la ciudad. Se careció de voluntad y planificación para trasladar toda la estructura gubernamental a otro punto geográfico que permitiese desarrollar otro polo urbano y cambiar la mentalidad de los gobernantes frente al resto del país que no es zona de tránsito.
<> Este artículo se publicó el 21 de septiembre de 2010  en el diario El Siglo, a quienes damos,  lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

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