La opinión del Economista…
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Francisco Bustamante
Hace años hubo un proyecto de Desarrollo Rural Integrado, DRI, para el Valle de Tonosí financiado por la USAID. Dicho proyecto fue anunciado e inició sus labores sin un proceso previo de consulta o sensibilización de la población sujeto y beneficiaria del mismo. La consecuencia fue la oposición de la comunidad al proyecto, un enfrentamiento entre campesinos y guardias nacionales, muriendo uno de éstos.
Un campesino preso y posteriormente liberado por un juicio con jurados, una comunidad alzada, una persona muerta, un proyecto bueno eliminado. La causa? Falta de consulta. La Reforma Educativa fue concebida en laboratorio, por técnicos en distintas áreas. Fue defenestrada por los profesores que no fueron consultados ni integrados al proceso. Perdió toda la sociedad panameña y vivimos un atraso de más de 30 años en la educación pública nacional.
Recientemente hubo un proceso de reforma de la Caja de Seguro Social. Fue enviado el proyecto a la Asamblea, sin discusiones con la sociedad. Hubo amenazas serias de levantamiento contra esa medida. Empresarios y otros gremios urgieron al gobierno a retirar dicho proyecto y someterlo a discusión. Afortunadamente el Ejecutivo escuchó, se discutió el proyecto, se consensuó, se lograron avances. La sociedad ganó.
Estos son apenas algunos pocos ejemplos de lo que sucede con proyectos ambiciosos, bienintencionados, dependiendo de cómo se presentan a la sociedad civil. Esta verdad es tan universal que los organismos internacionales en sus programas de reforma han incorporado rubros específicos para la socialización de la información del proyecto, la sensibilización de la opinión pública, previo, durante y después de la ejecución de proyectos complejos con impacto directo en la población.
Te comparto estas notas, porque creo que el actual gobierno puede incorporar esta metodología en la presentación de sus proyectos nacionales. Por más buenos o bienintencionados que puedan ser, si no cuentan con una difusión previa con la población corren el peligro de ser objetados.
Un ejemplo: el gobierno se gastó una millonada en preparar un Plan de Gobierno, que requiere un financiamiento del mismo, vía impuestos y endeudamiento. Pero se presentó al país primero dos reformas parciales fiscales, y no se le ha dado ninguna difusión, discusión o retroalimentación de su Plan de Gobierno con la sociedad civil. De esta manera la población resiente los ajustes impositivos, y no tiene presente que los mismos se supone se usarán en obras públicas, que a su vez, tampoco han sido conocidas las razones financieras o económicas que justifican su prioridad.
Todos queremos que el gobierno tenga éxito, porque todos, espero, ganemos con un buen gobierno para todos. No solamente para los clientes políticos, o los grupos dominantes de poder. Y esto requiere la consulta, el escuchar las críticas técnicas, las prioridades de la población.
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Artículo enviado el 19 de mayo de 2010 a Panaletras para su publicación por el autor, a quien damos todo el crédito y las responsabilidades que le corresponden. Fue enviado nuevamente el 17 de junio de 2010 y publicado el 21 de junio de 2010 en el diario El Panamá América.
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