Necesidad de planificación estatal

La opinión del Escritor, Pedagogo, Diplomático…

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Paulino Romero C.

Durante los últimos cincuenta años se ha impuesto en la conducción de los grandes problemas nacionales la necesidad de planificación, es decir, de proyectar los aspectos fundamentales de la vida futura de la Nación sobre la base de planes científicamente regulados. Así, se habla, cada vez con mayor intensidad, de planificación de la economía, de la salud y de la educación. La aplicación de este concepto ha revelado de inmediato que estos tres aspectos están íntimamente ligados.

No hay progreso económico sin salud y educación; la tarea de proteger y reparar la salud, se dificulta cuando el nivel de educación es bajo y hay escasos recursos económicos, y, finalmente, la educación no prospera si no se cuenta con un pueblo sano y con las facilidades económicas adecuadas. Si estas tres modalidades de planificación se coordinan entre sí, permitirán “trazar o formar el plan de una obra”, la cual es el futuro de la nación.

En cuanto a la educación, conviene destacar el hecho de que, ante la necesidad imperiosa de extender y mejorar los servicios escolares para ponerlos a la altura de las exigencias de la época, se está recurriendo cada vez más, en todo el mundo, al amplio conjunto de técnicas que comprende la planificación de la educación.

La estructura actual de la educación panameña presenta una total separación entre sus diversos niveles, lo cual sigue reflejando características sociales ya superadas o en vías de superación. Por otra parte, el proceso educativo está inseparablemente vinculado a los demás procesos que configuran la vida nacional: por eso, la planificación de la educación debe ser integral. Ello significa que debe facilitar el cambio equilibrado de la sociedad en todos sus aspectos –demográficos, económicos, culturales– y que debe satisfacer, mediante un sistema escolar sin cortes ni rupturas, continuo y bien articulado, la unidad que requiere el desarrollo pleno del individuo en sus diversas etapas, así como la cohesión nacional y las múltiples y cada día más complejas tareas de la vida social y económica.

A pesar de los progresos innegables que la Nación panameña ha hecho y sigue haciendo es preciso reconocer que el estado actual de nuestra educación está distante de responder a las necesidades nacionales y al acelerado proceso de cambios sociales y económicos que vivimos. Así lo evidencia el desajuste que se advierte entre la orientación y la estructura de los servicios escolares en todos los niveles y las crecientes necesidades educativas del país. Por esto, el sistema educacional panameño necesita cambiar.

Las reformas de los últimos decenios se han referido solo a ciertos aspectos o sectores aislados del sistema escolar. Todavía no se ha elaborado una modificación que abarque el conjunto de nuestra estructura educacional, tanto en sus aspectos pedagógicos como administrativos.

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Este artículo se publicó el  17  de mayo de 2010 en el diario  El Panamá América a quienes damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde.

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